tag:blogger.com,1999:blog-71134412813881870742024-03-21T04:33:47.378-07:00El tema de LaraMis textos sobre el medio audiovisual y relatos variosFernando Larahttp://www.blogger.com/profile/04801527155127581221noreply@blogger.comBlogger459125tag:blogger.com,1999:blog-7113441281388187074.post-40318671334797098332024-02-20T00:00:00.000-08:002024-03-11T03:19:41.473-07:00Para nunca olvidar a Patricia Ferreira<p style="text-align: justify;"><b><i><br /></i></b></p><p style="text-align: justify;"><b><i><span style="font-size: medium;">Texto solicitado por el Festival de Málaga para incluirlo en su página Web y en el Catálogo de su 27 edición (1-10 de marzo de 2024). </span></i></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmEJSQtKRJ0ju5Z15mTNwnNlRMlyJFbptzeIBVCHHPW4JM1IcvxOwvJpHbaIW10MAA4fBcrYm9Hg5I3SCX_BHbgzW9Y37H7SJgtQzEAwLGpnlHCKALzY5XUVyUTeVC5fjVC8pHObHydUqSdrA7nAaSjwJlzhwHT_E6x48AlK1hjNu_Hf_b0LOkQbVvuDE/s2373/Patricia%20Ferreira%20(foto).jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2373" data-original-width="1870" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmEJSQtKRJ0ju5Z15mTNwnNlRMlyJFbptzeIBVCHHPW4JM1IcvxOwvJpHbaIW10MAA4fBcrYm9Hg5I3SCX_BHbgzW9Y37H7SJgtQzEAwLGpnlHCKALzY5XUVyUTeVC5fjVC8pHObHydUqSdrA7nAaSjwJlzhwHT_E6x48AlK1hjNu_Hf_b0LOkQbVvuDE/w315-h400/Patricia%20Ferreira%20(foto).jpg" width="315" /></a></div><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Le gustaba viajar a países lejanos, leer y ver “thrillers”,
hacer fotos, dar clases, hablar con amigas y amigos, el perfume Giorgio, la
comida peruana y el helado de yogur con arándanos; amaba a Emma y a Leyre… Pero,
por encima de todo, le apasionaba su profesión de cineasta y el defender los
derechos de sus compañeras desde CIMA, la Asociación que contribuyó a fundar y
a la que entregaba buena parte de sus horas.<o:p></o:p></span></p><p>
</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Fue Patricia Ferreira una mujer a la que cabía definir como
“de pensamiento complejo”, porque no se conformaba con quedarse en la
superficie de la realidad, sino que buceaba sin cesar en sus aspectos más
profundos. Quizá por ello se ensimismaba en su trabajo de manera tan radical.
No solo en los rodajes, donde le encantaba dirigir a todo un equipo, sino en la
escritura de un guion, en la preparación de una sesión con sus alumnos o en el
análisis de un texto legal. En esos casos, su capacidad de abstracción era tan
absoluta que el mundo dejaba de existir a su alrededor.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">De ahí nacieron sus siete largometrajes, considerando el
primero el casi desconocido <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El Paraíso</i>,
que realizase para Televisión Española, su film inicial de ficción tras
participar en decenas de documentales, como la mítica serie <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Equinoccio</i>, a la que seguirían, años
después, otras como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El país en la mochila</i>,
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Paraísos cercanos</i> o <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Todo el mundo es música</i>. Y ya en el
terreno cinematográfico <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Sé quién eres</i>,
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">El alquimista impaciente</i>, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Para que no me olvides</i>, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Señora de…</i>, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los niños salvajes</i> (su película preferida, con la que obtuvo la
Biznaga de Oro en el Festival de Málaga), y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Thi
Mai</i>, además de los mediometrajes <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El
secreto mejor guardado</i> y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El amanecer
de Misrak</i>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Una filmografía donde la memoria, las relaciones familiares y
el hecho ineludible de la muerte conforman un todo coherente y muy revelador de
su tiempo. Trayectoria cuyo desarrollo se completará dentro de muy poco, cuando
se emita por la I Cadena de TVE la serie <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Las
abogadas</i>, que Patricia creó y por la que luchó durante sus últimos seis
años para devolver a la luz la historia de aquellas abogadas laboralistas que
tanto batallaron por la democracia en los estertores del franquismo y el comienzo
de la Transición.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Tuve la inmensa fortuna de amarla y convivir con ella durante
más de tres décadas. Y la admiré profundamente, como solo puede sentirse hacia
las personas muy especiales, aquellas que jamás deben caer en el olvido.<o:p></o:p></span></p><div style="text-align: right;"><span style="font-size: medium;"><b><i>Fernando Lara</i></b></span></div><p></p>Fernando Larahttp://www.blogger.com/profile/04801527155127581221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7113441281388187074.post-29415978451038988572024-02-02T00:00:00.000-08:002024-02-17T11:46:18.260-08:00Juan Mariné, más de un siglo de imágenes<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5oQ86MROfh8N4DW7JV4-s50jWaTiBpBNd4PnSjHSk8MsfyJsY2sOYPVgoY2mzSq8soUvEQOy39E9WWkcsJpWtZheZRWoK6J0Oqm88Ke7JXXGWtOU1IpUmt_tzvurEQ_gBpNrTf_LlhLFx5Lhyphenhyphen1WpB7Hh0ew53gEPrg8cR6yEO-it-nLKcVI0wiPOi0kc/s800/Foto%20Juan%20Marin%C3%A9,%20Goya%20de%20Honor%202024.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="488" data-original-width="800" height="244" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5oQ86MROfh8N4DW7JV4-s50jWaTiBpBNd4PnSjHSk8MsfyJsY2sOYPVgoY2mzSq8soUvEQOy39E9WWkcsJpWtZheZRWoK6J0Oqm88Ke7JXXGWtOU1IpUmt_tzvurEQ_gBpNrTf_LlhLFx5Lhyphenhyphen1WpB7Hh0ew53gEPrg8cR6yEO-it-nLKcVI0wiPOi0kc/w400-h244/Foto%20Juan%20Marin%C3%A9,%20Goya%20de%20Honor%202024.jpg" width="400" /></a></div><br /><p></p><p><br /></p><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">No hay profesional del cine español que haya transitado por
la República, la Guerra Civil, la Dictadura, la Transición y la Democracia…,
salvo Juan Mariné gracias a sus 103 años. Pues nacido el 31 de diciembre de 1920,
con solo 14 ya entra como auxiliar de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El
octavo mandamiento</i>, para ir escalando en el escalafón dentro de las
producciones de la CNT y de Laya Films, dependiente de la Generalitat de
Catalunya, hasta lograr en 1947 dirigir la fotografía de un episodio de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cuatro mujeres</i>, de Antonio del Amo, y
poco después la totalidad de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La sombra
iluminada</i>, de Carlos Serrano de Osma.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Antes Juan Mariné había pasado por tres campos de
concentración, un servicio militar interminable y oficios varios. Pero ya en
esta década de los 40 se convenció de que “no podía ser otra cosa que operador”.
Y así lo desarrollaría a la largo de nada menos que 140 películas antes de su
retirada en 1989 con <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La grieta</i>, de
Juan Piquer, con quien centró la última etapa de su carrera en films fantásticos
o de ciencia ficción. Porque él había ido elaborando de manera autodidacta una
serie de recursos y artilugios técnicos que le hacían especialmente apto para
este género, como también para los “spots” publicitarios a los que se dedicaría
una larga temporada.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguvwFZWGGbTIvZbSmqauws4PKURki1uoQdkRwhmapYcPGH46q_u-UTYP0C1MY27Z0-kAMMlgJmaUyzI_C3_GR39gBY0IxNWa80aYg2qa9L5e2BkcqxYWfwrK70P3ngCC-LO-4joP_AEbZ8AC9texNaWVk1G_YfXZXv3FlXgPA_0AmKbipaQNhOhbwtCM0/s675/Foto%20'La%20gran%20familia'.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="400" data-original-width="675" height="238" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguvwFZWGGbTIvZbSmqauws4PKURki1uoQdkRwhmapYcPGH46q_u-UTYP0C1MY27Z0-kAMMlgJmaUyzI_C3_GR39gBY0IxNWa80aYg2qa9L5e2BkcqxYWfwrK70P3ngCC-LO-4joP_AEbZ8AC9texNaWVk1G_YfXZXv3FlXgPA_0AmKbipaQNhOhbwtCM0/w400-h238/Foto%20'La%20gran%20familia'.jpg" width="400" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>"La gran familia", de Fernando Palacios (1962)</i></b></div></b><span style="line-height: 115%;"><div style="font-size: 18.6667px; text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;"><br /></span></div><div style="font-size: 18.6667px; text-align: justify;"><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">13 películas con el citado Antonio del Amo; 10 con José María
Forqué; 4 con Manuel Mur Oti y, sobre todo, 22 con Pedro Lazaga y 36 en producciones
de Pedro Masó, 5 de la cuales con este como director, además de las 7 con Juan Piquer,
conforman la trayectoria básica de Mariné. Con especial fidelidad a unos
determinados cineastas, que le corresponderían con plena confianza hacia su
trabajo, efectuado demasiadas veces en tiempo récord y condiciones económicas
más que limitadas. Fue siempre Mariné un hombre tan entregado a la industria
cinematográfica como valorado por ella, figurando en títulos de la
comercialidad de los cuatro en que fotografió a Joselito entre 1957 y 1960, <i>La gran familia</i> y su continuación <i>La familia y… uno más</i> (1962 y 65), <i>La ciudad no es para mí </i>(de ese mismo
65), <i>Los chicos del Preu</i> y <i>Sor Citroen</i> (ambas de 1967), <i>Experiencia prematrimonial</i> (1972) o
tantas de las comedias que poblaron el cine español de la época.<o:p></o:p></span></p></div><div style="font-size: 18.6667px; text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; font-size: 18.6667px; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiywHGyQM-mu5w3tlqnvGj1Rx0QvG9sCZKNNXzYnP8wcly8Cnx8w5okX-Y_0xHVkC9rf2F81jYTi1rKPyZuEqi2MyBXIAfvJFGa4t58EQEcPjR7i79gGfiKg5zrABGun7FgsiChKyB3u02F950NF4qUGS5gVYzkl-FyiPT9DKRNos-fPfh-xYJZJlPdYrI/s1000/Foto%20'La%20Gata'.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="425" data-original-width="1000" height="170" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiywHGyQM-mu5w3tlqnvGj1Rx0QvG9sCZKNNXzYnP8wcly8Cnx8w5okX-Y_0xHVkC9rf2F81jYTi1rKPyZuEqi2MyBXIAfvJFGa4t58EQEcPjR7i79gGfiKg5zrABGun7FgsiChKyB3u02F950NF4qUGS5gVYzkl-FyiPT9DKRNos-fPfh-xYJZJlPdYrI/w400-h170/Foto%20'La%20Gata'.jpg" width="400" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>"La Gata", de Margarita Alexandre y Rafael Torrecilla (1956)</i></b></div></b><span style="font-size: 14pt;"><br /></span></div></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Profesional integrado en la industria, pero también capaz de
enfrentarse a la primera película rodada en Cinemascope y Eastmancolor dentro
de nuestro país, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La Gata</i>, de
Margarita Alexandre y Rafael Torrecilla (1956). O de utilizar solo luz natural
en diversas secuencias de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">091, Policía al
habla</i> y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Un millón en la basura</i>,
ambas de Forqué, ya en la década de los 60. Porque aun en el cine más
convencional, Mariné siempre mantuvo una voluntad investigadora e innovadora
sobre su propio oficio.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">“Penetrar en los secretos de la luz es mi permanente
obsesión; la luz en todos sus condicionantes: calidad, cantidad, contraste,
encuadre, profundidad… Siempre veo las cosas bajo el prisma cinematográfico y
mi mirada, instintivamente, las enmarca en un rectángulo de luz”, declararía a Florentino
Soria para el libro “Juan Mariné. Un explorador de la imagen”, editado por la
Filmoteca de Murcia. Y, como casi lógica consecuencia, su vocación se
entregaría después a la conservación y restauración de películas.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhs4DEpb9K41rHbYlYH9ljeIV3fOkv0asdw_quySBDO00ZEBqyMUoz-puVJaCxwC5yW_oV5pFaXiho_TE_mJW9-2sw9YNlQgaLxkEjaLCT9NDOLLsJwtdonQXaeUPtPkCv7AcNXA9otaJMVKW76ohuQSIDvDVUPpTTErZC6_NMyjhw3Ma1YHxrOnb9f04c/s325/Foto%20Juan%20Marin%C3%A9%20con%20lupa%20y%20celuloide.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="325" data-original-width="325" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhs4DEpb9K41rHbYlYH9ljeIV3fOkv0asdw_quySBDO00ZEBqyMUoz-puVJaCxwC5yW_oV5pFaXiho_TE_mJW9-2sw9YNlQgaLxkEjaLCT9NDOLLsJwtdonQXaeUPtPkCv7AcNXA9otaJMVKW76ohuQSIDvDVUPpTTErZC6_NMyjhw3Ma1YHxrOnb9f04c/w320-h320/Foto%20Juan%20Marin%C3%A9%20con%20lupa%20y%20celuloide.jpg" width="320" /></a></div><span style="font-style: italic; font-weight: bold;"><div style="text-align: center;">Juan Mariné, durante uno de sus trabajos de restauración</div></span><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">Llevado sucesivamente a cabo en la Filmoteca Española y en la
ECAM (la Escuela de Cine de la Comunidad de Madrid), acompañado a menudo por su
mujer, Concha Figueras, Juan Mariné ha realizado un trabajo sobresaliente en
beneficio de nuestro patrimonio cinematográfico, con éxitos tan notables como
las recuperaciones de </span><i style="font-size: 14pt;">La aldea maldita</i><span style="font-size: 14pt;">
o </span><i style="font-size: 14pt;">Currito de la Cruz</i><span style="font-size: 14pt;">. Máquinas
propias de lavado y reparación de celuloide o el negativo de 35 milímetros con
solo dos perforaciones, son algunas de sus aportaciones, como ha destacado el
documental </span><i style="font-size: 14pt;">Juan Mariné. Un siglo de cine</i><span style="font-size: 14pt;">,
de María Luisa Pujol, que recibió el pasado diciembre el Premio Forqué dentro
de esta categoría.</span></div><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Sí, todo un siglo de cine, para un profesional que no dudaba
en confesar que “mi retina equivale casi a una emulsión fotográfica”, en una completa
simbiosis entre un hombre y su cámara.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><b>(Publicado en "El Cultural", 2-8 de febrero de 2024).</b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><o:p><b> </b></o:p></span></p><p></p>Fernando Larahttp://www.blogger.com/profile/04801527155127581221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7113441281388187074.post-39018265950081554232023-12-15T00:00:00.000-08:002024-02-17T10:59:35.486-08:00Una cineasta que nos ha hecho mejores<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1Yc6wADOB6RPsXc4Y1l5p-9cjgxfX9xCPQmj5fh8ZTsG2TFTJMtmNP0dY_Y__C9qXvvRsBPSJ5Ln_cdxrv7Y71bYzJ8_fFPD6ZgPZxKSIKiLohqdMuR40m_9fkz9flcyjA4waVi_vfl4E0b7oNJjuYAfF-kWIyHX1GPmbCsdF7VCIvbeuPoOktelxgl4/s1200/Foto%20Josefina%20Molina%20en%20color.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="674" data-original-width="1200" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1Yc6wADOB6RPsXc4Y1l5p-9cjgxfX9xCPQmj5fh8ZTsG2TFTJMtmNP0dY_Y__C9qXvvRsBPSJ5Ln_cdxrv7Y71bYzJ8_fFPD6ZgPZxKSIKiLohqdMuR40m_9fkz9flcyjA4waVi_vfl4E0b7oNJjuYAfF-kWIyHX1GPmbCsdF7VCIvbeuPoOktelxgl4/w400-h225/Foto%20Josefina%20Molina%20en%20color.jpeg" width="400" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>Josefina Molina</i></b></div></b><p></p><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Se le ha calificado una y mil veces de pionera, de
precursora, de adelantada a su época, de adalid del feminismo. Con toda
justicia, porque esos adjetivos se ajustan como un guante a la realidad. Pero
Josefina Molina no es solo eso, sino también una mujer sensible, cálida,
también tímida, pero sobre todo inteligente y siempre muy consciente del tiempo
en que le ha tocado vivir. Ese tiempo que se puso por montera cuando decidió
salir de su Córdoba natal para ser algo tan extraño entonces como directora de
cine.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">En su autobiografía “Sentada en un rincón”, que se publicó el
año 2000 con motivo del homenaje que le dedicó la Semana de Cine de Valladolid,
Josefina Molina escribe: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“A veces pienso
que nos pasamos la vida intentando realizar los sueños que tuvimos de niños o
de adolescentes, y luchamos por alcanzar aquello que un día proyectamos ser,
buscando con insistencia todo lo que deseábamos conseguir cuando teníamos pocos
años. Jugar con imágenes, contar historias, provocar emociones, conocer a los
demás y comunicarme con ellos, para poder reconocerme y comprenderme a mí
misma, es todo lo que yo he deseado verdaderamente”</i>. Una bella declaración
de principios en un texto autobiográfico que, al contrario de lo sucede tantas
veces, destaca por la humildad y modestia con que está escrito.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgH79LolhlsihOfyHjOAGDPgFNJW7DUjxfdpQRAyXUwhdjuYixVcUov7gP_rfUhYYP-axlU-XUD1ezZXS1wIGP8212a5m1FOssTlzxyeKEf6Y9nckxmIZITZosQydJXVY7ma8s8rAeOqiOZxgYm9sK-tCY_5Vonr0Vl2WrmRMPv9rwPUsQ-xbRr1wRYgsY/s600/Foto%20Josefina%20Molina%20y%20Concha%20Velasco%20en%20rodaje%20'Teresa%20de%20Jes%C3%BAs'.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="351" data-original-width="600" height="234" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgH79LolhlsihOfyHjOAGDPgFNJW7DUjxfdpQRAyXUwhdjuYixVcUov7gP_rfUhYYP-axlU-XUD1ezZXS1wIGP8212a5m1FOssTlzxyeKEf6Y9nckxmIZITZosQydJXVY7ma8s8rAeOqiOZxgYm9sK-tCY_5Vonr0Vl2WrmRMPv9rwPUsQ-xbRr1wRYgsY/w400-h234/Foto%20Josefina%20Molina%20y%20Concha%20Velasco%20en%20rodaje%20'Teresa%20de%20Jes%C3%BAs'.jpg" width="400" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>Con Concha Velasco, durante el rodaje de "Teresa de Jesús"</i></b></div></b><span style="line-height: 115%;"><div style="font-size: 18.6667px; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-size: 18.6667px; text-align: justify;"><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Llevada de esa vocación, rodeada por un mundo de hombres, fue
Josefina la primera mujer que se graduó como directora en la Escuela Oficial de
Cinematografía, en 1967. Poco después empleó, como nadie había hecho, el rodaje
plano a plano en vídeo para su adaptación televisiva de “La metamorfosis”, de
Kafka. Se situó en cabeza del grupo de jóvenes realizadores que, en la década
de los 70, cambió radicalmente los espacios dramáticos de Televisión Española a
través de programas como “Hora 11” o “Teatro de siempre”. Desarrolló de manera
especialmente inventiva el modelo del “docudrama”, hasta convertirse en una
obligada y ya clásica referencia con su decisiva película “Función de noche”,
filmada en 1981. Sumaría a ese modelo el significado de la obra teatral “Cinco
horas con Mario”, de Miguel Delibes, de quien también adaptó de forma modélica en
1977 su novela “El camino”, dividiéndola en varios episodios. Abordó con
originalidad, capacidad creativa y éxito de audiencia las series de gran formato
con “Teresa de Jesús” (1984). Fue pionera en la investigación del uso de
cámaras digitales para la grabación de programas de televisión…<o:p></o:p></span></p></div><div style="font-size: 18.6667px; text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; font-size: 18.6667px; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjc6RHMYPIAT3WxRMFOm8TlnSlwrQSIDzNlQuQdOL7soFw7o1y-B2Ncn0KXVNNeOW1r9c6B6Gm3n2vo9AQ7T2F2HKAc_qpPqAk8BoV2I9g7_y872WuXEnExHx2DOEw8JFXKJiXaNA3ZnsHldlIZUGGK4hNCvjexWm61NLNgrUpdA_smwBTKF34sVnWKMSA/s1706/Foto%20'Funci%C3%B3n%20de%20noche'.webp" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="960" data-original-width="1706" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjc6RHMYPIAT3WxRMFOm8TlnSlwrQSIDzNlQuQdOL7soFw7o1y-B2Ncn0KXVNNeOW1r9c6B6Gm3n2vo9AQ7T2F2HKAc_qpPqAk8BoV2I9g7_y872WuXEnExHx2DOEw8JFXKJiXaNA3ZnsHldlIZUGGK4hNCvjexWm61NLNgrUpdA_smwBTKF34sVnWKMSA/w400-h225/Foto%20'Funci%C3%B3n%20de%20noche'.webp" width="400" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>Daniel Dicenta y Lola Herrera, en "Función de noche"</i></b></div></b></div></span><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Una diversificada, rica y amplia labor en el campo
audiovisual, compartida entre lo cinematográfico y lo televisivo (con también
una amplia faceta documental en este campo), donde la exigencia en el lenguaje
y la composición estética se suma a una especial profundidad en la composición
de sus personajes y en el tratamiento de épocas y ambientes, así como a un
destacado dominio de la dirección de actores. Siempre rigurosa y exigente en su
forma de abordar los diversos géneros y temáticas, la corta filmografía de
Josefina Molina se compone, además de “Función de noche”, de “Vera, un cuento
cruel” (1973); “La tilita”, episodio de la película colectiva “Cuentos
eróticos” (1979); “Esquilache” (1984); “Lo más natural” (1990) y “La Lola se va
a los puertos” (1993).<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitiOEZhJoTzE4n5Fdvsnrc_sqUD_HKvH929UawH-DyLziC7CHbNZRdumA7uZYyvG3u_Gg_GNxkhwVI-6ujuZc3Vij9OuNQIKoc1HRR9T05Zae0ywsT5LVlR3ur7Em0oS5NQ_6CXskgpn20s2P-3d9SMbBijuo6RcPRvF_TJ9y_V1ta61nQd_ErmEloqss/s672/Foto%20cartel%20'Cinco%20horas%20con%20Mario'.webp" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="372" data-original-width="672" height="221" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitiOEZhJoTzE4n5Fdvsnrc_sqUD_HKvH929UawH-DyLziC7CHbNZRdumA7uZYyvG3u_Gg_GNxkhwVI-6ujuZc3Vij9OuNQIKoc1HRR9T05Zae0ywsT5LVlR3ur7Em0oS5NQ_6CXskgpn20s2P-3d9SMbBijuo6RcPRvF_TJ9y_V1ta61nQd_ErmEloqss/w400-h221/Foto%20cartel%20'Cinco%20horas%20con%20Mario'.webp" width="400" /></a></div><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">La dirección teatral (faceta en la que siempre se recuerda
especialmente su espléndido montaje de “Cinco horas con Mario”), la novela
biográfica de carácter histórico, junto a una amplia labor teórica y
pedagógica, completan el breve perfil de una vida desarrollada en esta nada
fácil España, sobre todo para la mujer. Una nación cuyo eterno dilema, según
dice la propia Josefina, es <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“el del
absurdo y la irracionalidad frente a la razón, conflicto que siempre está
presente en las distintas batallas de nuestra Historia”</i>.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgJNG0bdM8ye_jBY_so3JyYuGaMIEveLeTo65qSilni8N5Xuj4tvVF6VQAx2lZC0kjCG6KFZaLQDbTTBY5EEdHPC5cf_kTM0WxElglF58cVDeVZmO8n6F5sPZipI3hTArcAS2Daxh77l68Tkc5_7Md0XQO3mmWxY9AUNI3feWTeh3I5dNdqMlTk4yuoQs/s1024/Foto%20Josefina%20Molina,%20Premio%20Nacional%20de%20Cine.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="436" data-original-width="1024" height="170" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgJNG0bdM8ye_jBY_so3JyYuGaMIEveLeTo65qSilni8N5Xuj4tvVF6VQAx2lZC0kjCG6KFZaLQDbTTBY5EEdHPC5cf_kTM0WxElglF58cVDeVZmO8n6F5sPZipI3hTArcAS2Daxh77l68Tkc5_7Md0XQO3mmWxY9AUNI3feWTeh3I5dNdqMlTk4yuoQs/w400-h170/Foto%20Josefina%20Molina,%20Premio%20Nacional%20de%20Cine.jpg" width="400" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>Tras recibir el Premio Nacional de Cine 2019 de manos de José Guirao</i></b></div></b><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Premio Nacional de Cinematografía en 2019; Goya de Honor de
la Academia de Cine siete años antes; Medalla de Oro a las Bellas Artes;
Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo; Medalla de Oro de Andalucía, Comunidad
de la que es también Hija Predilecta; Mujer de Cine 2011 para el Instituto de
la Mujer; Espiga de Oro del 45 Festival de Cine de Valladolid, Presidenta de
Honor de CIMA, la Asociación de Mujeres Cineastas y del Audiovisual, que supera
el millar de afiliadas; miembro destacado de la Academia de Bellas Artes de San
Fernando…, entre otros reconocimientos, las distinciones se han ido acumulando sobre
Josefina. Alguien para quien su labor de dirección consiste en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“realizar; es decir, hacer realidad, y la
realidad es siempre más concreta y limitada que la pura fantasía subjetiva”</i>.
Alguien que, por tanto, siempre ha defendido <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“la</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">apasionante fantasía de
la realidad”</i>. Alguien que hizo suya la frase que Alfonso Sastre, en la obra
teatral “Los últimos días de Emmanuel Kant”, que ella dirigió, puso en su boca
poco antes de morir: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“La vida es un tapiz
tejido con hilos de locura”</i>…<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Cuando se habla de creación en imágenes, ese juego entre
realidad, fantasía y locura alcanza su plena carta de naturaleza. Cuando se
hace con la sensibilidad, talento y maestría de Josefina Molina, el “juego” con
que ella soñaba de niña nos hace a todos más lúcidos, reflexivos y libres. En
definitiva, una mujer cuya vida y cuya trayectoria personal merece la pena
conocer muy a fondo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiFidoQ5tCRyFtJtDPV4dSgpXld_LnZzLhIFDy7XJ5xzTF9LYMhKEXtRF4qcDolXtsyCRjYUU4jrB3-HeZLK5ATG3xq0FSxawEZnFf-vabKYkzN23O9zTYWk-e5psntEPPFhxhyDOi78mAFsjcc8OyV3KinUO2-BepQXCvX34rw_9ybuvNhBFrvmXTB4aI/s562/Josefina%20Molina%20con%20Goya%20Honor%202012.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="562" data-original-width="375" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiFidoQ5tCRyFtJtDPV4dSgpXld_LnZzLhIFDy7XJ5xzTF9LYMhKEXtRF4qcDolXtsyCRjYUU4jrB3-HeZLK5ATG3xq0FSxawEZnFf-vabKYkzN23O9zTYWk-e5psntEPPFhxhyDOi78mAFsjcc8OyV3KinUO2-BepQXCvX34rw_9ybuvNhBFrvmXTB4aI/w214-h320/Josefina%20Molina%20con%20Goya%20Honor%202012.jpg" width="214" /></a></div><div style="text-align: center;"><b><i>Josefina Molina con su Goya de Honor en 2012</i></b></div><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Baste para demostrarlo la generosidad que se desprende de las
sucintas palabras que escribió para agradecer su Goya de Honor, que, al sufrir
una inoportuna indisposición, recogieron por ella dos de sus compañeras, las
cineastas Judith Colell y Patricia Ferreira:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">“Gracias, Judith.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Gracias, Patricia.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Siento de verdad no poder estar ahí. <o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Queridos compañeros de
la Academia, muchísimas gracias por este premio, que necesariamente comparten una
larga lista de grandes profesionales del cine español que me enseñaron y
trabajaron conmigo a lo largo de los años. Sin ellos yo no sería Goya de Honor
2012. Y ellos y ellas saben que los llevo en el corazón.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Así que otra vez gracias. Un gran
abrazo”.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Y es que
mujeres como Josefina Molina han edificado con su talento y su lucha un país
mejor, un país en el que –pese a todo– merece la pena vivir.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span style="line-height: 115%;"><b>(Publicado en la revista "Aquí estamos" nº 180, diciembre de 2023).</b></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><o:p> </o:p></span></p><p></p>Fernando Larahttp://www.blogger.com/profile/04801527155127581221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7113441281388187074.post-25768183352281076112023-12-02T00:00:00.000-08:002024-02-17T11:59:44.509-08:00Las mil y una Concha Velasco<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJl8vnkhswOUzNw4tkmP3sVGt8gMO6yTZXrUhik1x_siMVKeLV-mXocn-FLSJhPwocd02IIsMkpCV0ASNSokt11dyqE_HMuzuHVDBBr5Qk1dUjRo9agIKcK2VXwMxLiAdRd1p_VbwoNqyD9esT79z_EpyOBAFKjpLItqzGomaeCaWNalcdb9cFPXRS630/s298/Foto%20Concha%20Velasco.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="169" data-original-width="298" height="227" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJl8vnkhswOUzNw4tkmP3sVGt8gMO6yTZXrUhik1x_siMVKeLV-mXocn-FLSJhPwocd02IIsMkpCV0ASNSokt11dyqE_HMuzuHVDBBr5Qk1dUjRo9agIKcK2VXwMxLiAdRd1p_VbwoNqyD9esT79z_EpyOBAFKjpLItqzGomaeCaWNalcdb9cFPXRS630/w400-h227/Foto%20Concha%20Velasco.jpg" width="400" /></a></div><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">Se comía el mundo aquella muchacha que iba en el asiento de
atrás de un coche descapotable por las calles madrileñas en </span><i style="font-size: 14pt;">Las chicas de la Cruz Roja</i><span style="font-size: 14pt;">. Se le
llenaba la boca llamando </span><i style="font-size: 14pt;">¡puta!</i><span style="font-size: 14pt;"> entre
dientes a Amparo, la sirvienta que había conquistado al rico indiano con el que
ya no podría emparentar, al final de </span><i style="font-size: 14pt;">Tormento</i><span style="font-size: 14pt;">,</span><i style="font-size: 14pt;"> </i><span style="font-size: 14pt;">de Pedro Olea. Transmitía un hálito de
esperanza, pese a todo, la corista Paca en su relación con un huido político,
mientras tenía que someterse al estraperlista de posguerra que la chantajeaba en
el </span><i style="font-size: 14pt;">Pim, pam, pum... fuego </i><span style="font-size: 14pt;">creado por el
propio Olea y Rafael Azcona. Personajes muy distintos, prácticamente opuestos,
solo unidos por la personalidad y el magistral registro interpretativo de
Concha Velasco.</span></p><p>
</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">Resulta imposible trazar en su caso una necrológica
convencional, con sus habituales dosis de tristeza, nostalgia y duelo. Porque
Concha Velasco era pura vitalidad, fuego en su mirada y su cuerpo, a lo largo
de sus casi setenta años de prolífica carrera profesional. Ella era la personificación
de la artista hecha a sí misma, autodidacta, con una energía a prueba de bomba
con tal de triunfar en el mundo del espectáculo. Nacida en una familia muy
humilde, desde que se iniciase de corista en la compañía de Celia Gámez hasta
su consideración como una de las más grandes actrices españolas, su trabajo
recorrió un arco de excelencia muy difícil de explicar con la simple lógica.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvAGUNowtuZ9fES6Ng8FTkSRJx3T5nNUG8zmqZX6KlZlnzAdMqs-oDj4blnGsQ2QFgEm3ADrZSwURmzyvZlfOu95OiuY5sWYLKZN8RzE1RA4SPNOfsUroYa5QybJbtIMltmQ84wbozAB73OoFbiS587-jB2tfH1oUV2Km0Ef2Ky4JTw42Sz7Mf7q-cvCY/s644/Foto%20Concha%20Velasco%20en%20'Teresa%20de%20Jes%C3%BAs'.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="362" data-original-width="644" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvAGUNowtuZ9fES6Ng8FTkSRJx3T5nNUG8zmqZX6KlZlnzAdMqs-oDj4blnGsQ2QFgEm3ADrZSwURmzyvZlfOu95OiuY5sWYLKZN8RzE1RA4SPNOfsUroYa5QybJbtIMltmQ84wbozAB73OoFbiS587-jB2tfH1oUV2Km0Ef2Ky4JTw42Sz7Mf7q-cvCY/w400-h225/Foto%20Concha%20Velasco%20en%20'Teresa%20de%20Jes%C3%BAs'.jpg" width="400" /></a></div><div style="text-align: center;"><b><i>Concha Velasco como Teresa de Jesús en la serie dirigida por Josefina Molina</i></b></div><p></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">Que aquella simpática intérprete de comedias de parejas tan
típicas del cine español de los 50 y los 60, la </span><i style="font-size: 14pt; mso-bidi-font-style: normal;">“chica yé-yé”</i><span style="font-size: 14pt;"> de </span><i style="font-size: 14pt; mso-bidi-font-style: normal;">Historias de
la Televisión</i><span style="font-size: 14pt;"> con la que lograría una inmensa popularidad o la acompañante
de Manolo Escobar en tantos títulos para lucimiento del cantante, sería capaz años
después de llegar al enérgico misticismo de Teresa de Jesús en la inolvidable
serie de Josefina Molina, o a la mirada de frío y pobreza de la cálida
prostituta de </span><i style="font-size: 14pt; mso-bidi-font-style: normal;">La colmena</i><span style="font-size: 14pt;">, o al
desgarro sexual de un </span><i style="font-size: 14pt; mso-bidi-font-style: normal;">París-Tombuctú</i><span style="font-size: 14pt;"> donde
cumplía su sueño de ser dirigida por Berlanga, supone uno de los mayores
misterios de nuestro cine. Pocas veces habremos asistido a una metamorfosis así
de intensa y reveladora, que se extendía al teatro, el musical o la televisión.</span></div>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">Fue justamente el teatro donde se dio el giro de una Concha
Velasco harta de repetir similares papeles de chica alegre, divertida o enamorada.
Intentó cambiar de registro con <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los
gallos de la madrugada</i>, de su entonces pareja José Luis Sáenz de Heredia,
pero la tempestuosa acogida que recibió en el Festival de San Sebastián de 1971
por haber sustituido a la prohibida <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Canciones
para después de una guerra</i>, le impidió que ese intento fructificase. Pero
sí lo lograría ese mismo año con la obra de Buero Vallejo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Llegada de los dioses</i>, donde compartía cartel con Juan Diego y que
la erigió en casi un símbolo de la lucha cultural contra el franquismo. No solo
por su sorprendente labor en el escenario, sino por convertirse en adalid de la
reivindicación por el descanso semanal, negado a los intérpretes, pero conseguido
–además de otras exigencias laborales– tras la famosa “huelga de actores” de
1975, ya en confrontación directa con el Régimen.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKPvDM9E0pTalUB2G_R-849M_hEp8IB4cbpZ2SYMVU9R2lh47MwvsHok_Rli_oyp6g-JGT1p0bx1rHgVm-si3sFcEXlWrdV3WAyHlvpuZpRVpaj1hCVm9751A0worE7U20-qj8VyXztbEGj3zZBRioZ8v4fwZ-lHHUH5DBQou-n7VwsyIaXl0LIAWjmmg/s298/Foto%20'Pim,%20pam,%20pum...%20%C2%A1Fuego!'.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="169" data-original-width="298" height="227" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKPvDM9E0pTalUB2G_R-849M_hEp8IB4cbpZ2SYMVU9R2lh47MwvsHok_Rli_oyp6g-JGT1p0bx1rHgVm-si3sFcEXlWrdV3WAyHlvpuZpRVpaj1hCVm9751A0worE7U20-qj8VyXztbEGj3zZBRioZ8v4fwZ-lHHUH5DBQou-n7VwsyIaXl0LIAWjmmg/w400-h227/Foto%20'Pim,%20pam,%20pum...%20%C2%A1Fuego!'.jpg" width="400" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>En "Pim, pam, pum... fuego", de Pedro Olea, con Fernando Fernán-Gómez</i></b></div></b><span style="font-size: 18.6667px; line-height: 115%;"><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">El teatro venía siendo un sustento fundamental para Concha
Velasco, como lo demostraba sus éxitos en </span><i style="font-size: 14pt;">Abelardo
y Eloísa</i><span style="font-size: 14pt;">, </span><i style="font-size: 14pt;">Filomena Marturano</i><span style="font-size: 14pt;">, </span><i style="font-size: 14pt;">Yo me bajo en la próxima, ¿y usted?</i><span style="font-size: 14pt;"> o </span><i style="font-size: 14pt;">Buenas noches, madre</i><span style="font-size: 14pt;">, igual que seguiría
haciéndolo con diversas obras de Antonio Gala, habitualmente dirigidas por José
Carlos Plaza. Pero también a partir de las citadas </span><i style="font-size: 14pt;">Tormento</i><span style="font-size: 14pt;"> y </span><i style="font-size: 14pt;">Pim, pam, pum… fuego</i><span style="font-size: 14pt;">,
de 1974 y 1975, o, de la misma época, </span><i style="font-size: 14pt;">Las
bodas de Blanca</i><span style="font-size: 14pt;">, la arriesgada película de Francisco Regueiro, y la
incomprendida </span><i style="font-size: 14pt;">Libertad provisional</i><span style="font-size: 14pt;">,
dirigida por Roberto Bodegas sobre el único guion original escrito por Juan
Marsé, se abrían ante ella nuevas posibilidades en el cine, con papeles
dramáticos que iba dominando progresivamente. Se había convertido en una actriz
muy respetada y valorada por la profesión y por la crítica, no porque antes no
lo fuese, pero en un terreno de comedia popular, siempre menos estimada que los
géneros “serios”. Quizá este tránsito pueda ejemplificarse en el sucesivo cambio
de Conchita a Concha, según era mencionada en los títulos de crédito.</span></div></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">Fueron llegando los reconocimientos, como el Premio a la
Mejor Actriz de la Semana de Valladolid de 1985 por su espléndida labor, junto
a Paco Rabal y Victoria Abril, en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La hora
bruja</i>, de Jaime de Armiñán, pórtico del homenaje que le dedicó este
Festival en su edición siguiente, para la que Fernando Méndez-Leite escribió el
primer libro dedicado a ella; o la nominación a los Goya por su inteligente
encarnación de Pastora en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Esquilache</i>,
de Josefina Molina. Junto a Pedro Olea, con quien, ya en 1996, también destacaría
en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Más allá del jardín </i>(de nuevo, sería
nominada a los Goya), ella fue la cineasta con la que mejor se entendió y, a
estas alturas, todos tenían “in mente” su impresionante desempeño en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Teresa de Jesús</i>, a un nivel que
posiblemente ninguna otra actriz habría igualado. E incluso, lo mismo que Lola
Herrera, recibió el homenaje de su Valladolid natal, al colocar una placa en la
fachada del principal teatro de la ciudad, el Calderón, con su nombre y la
frase <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Mamá, quiero ser artista”</i>, que
tanto la caracterizó.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_mCmjXAboaGjIIhzU9zjUeGBlfvzfnuYRs1o2-MaqawkOUehdt8uHOPWRC-6nmPfV3mqIaLpP2pg6I0OT_FFWr1qkvpqEq_Y_T16grMwa-Us2A1D067hU4h1LhuMzAj20HPjwCJTnb6FCKvCCKmiu2kUnm4U3u6SjtiON8uN29Yy93B-OpPU8GAfwrBM/s1200/Foto%20Concha%20Velasco%20en%20su%20faceta%20teatral.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="624" data-original-width="1200" height="208" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_mCmjXAboaGjIIhzU9zjUeGBlfvzfnuYRs1o2-MaqawkOUehdt8uHOPWRC-6nmPfV3mqIaLpP2pg6I0OT_FFWr1qkvpqEq_Y_T16grMwa-Us2A1D067hU4h1LhuMzAj20HPjwCJTnb6FCKvCCKmiu2kUnm4U3u6SjtiON8uN29Yy93B-OpPU8GAfwrBM/w400-h208/Foto%20Concha%20Velasco%20en%20su%20faceta%20teatral.jpg" width="400" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>Concha Velasco, en su también decisiva faceta teatral y musical</i></b></div></b><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">Y que tituló un musical autobiográfico con la que triunfó por
toda España en 1986, lo contrario que su versión de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Hello, Dolly!</i>, un fracaso que la arruinó en 2001, derrumbe
económico en el que también intervinieron familiares muy cercanos. Junto a esos
musicales, el teatro fue en las últimas décadas el balón de oxígeno de Concha
Velasco, así como la televisión, que le ofreció abundantes dosis de trabajo
aunque a menudo no a la altura de lo que merecía, por más que siempre defendió
sus papeles con la máxima dignidad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">Se nos ha ido Concha Velasco, y con ella una parte
fundamental del mejor cine español. No ha habido, ni posiblemente habrá, una
actriz de tal vitalidad, de una capacidad de entusiasmo que transmitía a sus
directores y compañeros y, sobre todo, de esa fuerza de transformación que nos
llevan a hablar de las, por fortuna, mil y una Concha Velasco.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><b>(Publicado en la edición digital de "El Cultural", 2 de diciembre de 2023).</b></span><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><o:p> </o:p></span></p><p></p>Fernando Larahttp://www.blogger.com/profile/04801527155127581221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7113441281388187074.post-24720540133874637712023-11-16T23:00:00.000-08:002023-11-25T10:58:46.263-08:00La pervivencia de un mito<p> </p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Se caracteriza un mito por atravesar las fronteras temporales
y espaciales. Referido el cine, es lo que sucede con el personaje de Napoleón
Bonaparte: su figura atraviesa décadas a través de las más variopintas
películas. Entre ellas, solo una ha alcanzado una dimensión gigantesca, la de
Abel Gance en 1927. ¿Conseguirá ahora el film de Ridley Scott, con Joaquin
Phoenix, elevarse por encima de sus predecesores?<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhNyd5Dmpx61zGk6IAh3Eb3NfDrcqbgo3GojhgLgftmqpWEKKlUE_W1UXbo_QyYQ8hv3MtSeuPdlhugcKmkAAIkOs8Zz4kEa5WL1XclsnHVdCbe6DTf1MSevHJjDueYglaUkiF2z_rPqLEY5C1FZGrgZy4cKOW12l5qh58LwdOcus_PNqEXaZVHaHg8FY/s1706/Foto%20del%20'Napole%C3%B3n'%20de%20Abel%20Gance.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="960" data-original-width="1706" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhNyd5Dmpx61zGk6IAh3Eb3NfDrcqbgo3GojhgLgftmqpWEKKlUE_W1UXbo_QyYQ8hv3MtSeuPdlhugcKmkAAIkOs8Zz4kEa5WL1XclsnHVdCbe6DTf1MSevHJjDueYglaUkiF2z_rPqLEY5C1FZGrgZy4cKOW12l5qh58LwdOcus_PNqEXaZVHaHg8FY/w400-h225/Foto%20del%20'Napole%C3%B3n'%20de%20Abel%20Gance.jpg" width="400" /></a></div><div style="text-align: center;"><b><i>"Napoleón", de Abel Gance (1927)</i></b></div><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Imaginó Abel Gance <i>Napoleón
</i>motivado por su entusiasmo hacia el cine de Griffith y, en concreto, por <i>El nacimiento de una nación</i>. Pensó
entonces llevar a cabo algo similar en Francia y que la manera idónea de
hacerlo era una superproducción sobre quien consideraba el más universal de sus
compatriotas, el corso Bonaparte. Casi tres años invirtió en el proyecto, lanzándose
a un tan valiente como excesivo desafío técnico, aspecto en el que ya había
demostrado su dominio en <i>La rueda</i>,<i> </i>de 1923. El fallido objetivo era llegar
a seis películas (solo se realizaría una), con episodios biográficos de los que
únicamente asistimos a los dos primeros, <i>La
juventud de Bonaparte</i> y <i>Bonaparte</i>
<i>y el terror</i>, así como al inicio del
tercero, <i>La campaña de Italia</i>.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhp3KA10MORespRZa8b2VUGqPh9W9LzeQ6_aHNlXZczHswMdBhC1E7UrNwKCivYkkPw1d20LrhfzBJp8DIM3WIejtw8hyphenhyphen-GdZ0ccITeIZ6ttj_hyphenhyphenlRJJDZerv5q4lXNDQDofWWby9SfHIcw4zqmffGbKyHRAvMDQgs7Yi8SNzkXFQRfG1bXelP-Gvld8WI/s980/Foto%20multipantalla%20en%20el%20'Napole%C3%B3n'%20de%20Abel%20Gance.webp" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="508" data-original-width="980" height="208" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhp3KA10MORespRZa8b2VUGqPh9W9LzeQ6_aHNlXZczHswMdBhC1E7UrNwKCivYkkPw1d20LrhfzBJp8DIM3WIejtw8hyphenhyphen-GdZ0ccITeIZ6ttj_hyphenhyphenlRJJDZerv5q4lXNDQDofWWby9SfHIcw4zqmffGbKyHRAvMDQgs7Yi8SNzkXFQRfG1bXelP-Gvld8WI/w400-h208/Foto%20multipantalla%20en%20el%20'Napole%C3%B3n'%20de%20Abel%20Gance.webp" width="400" /></a></div><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><i>Multipantalla en el "Napoleón" de Gance</i></b></p><p class="MsoNormal" style="font-size: 14pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">Gance era capaz de lo mejor y de lo peor. Entre lo segundo,
un desaforado hipernacionalismo que convertía a Napoleón en el salvador de toda
Europa. La grandielocuencia, la hipérbole continua en sus planteamientos, el
fatigoso histrionismo figuraban en esa parte negativa de su autor. Pero también
había en Gance la personalidad de un visionario, de un cineasta adelantado a su
tiempo. Cuando la película pasaba de una a tres pantallas en ciertos momentos
espectaculares, precedía en un cuarto de siglo al Cinerama. Cuando la cámara se
movía a velocidad insólita a grupas de un caballo y en una batalla infantil de
bolas de nieve; o la pantalla se dividía en nueve imágenes distintas, estaba
ofreciendo soluciones precursoras para la puesta en escena. Aspectos técnicos
en los que, hay que subrayarlo, contó con la decisiva colaboración de un
español, el turolense Segundo de Chomón.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; font-size: 14pt; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKGcRRzOYwe8aFHePhzYfJfYdJyhBHiQMPocpk4kF7Xk8nhATNAHspAir1ViG-Xohe_VfIjQS_tJwF0IeN3RhULp_Rt-BQpYORAG0Me-Y9mv6l-DMOuZSDM7zeTHdRgptbE3UFkPmrXDx8EXjTrGuAr1frxj4Ao5GVRsVBuC3trHtxh-eNF7IUweDa1Q8/s640/Foto%20'D%C3%A9sir%C3%A9e',%20con%20Marlon%20Brando.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="333" data-original-width="640" height="209" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKGcRRzOYwe8aFHePhzYfJfYdJyhBHiQMPocpk4kF7Xk8nhATNAHspAir1ViG-Xohe_VfIjQS_tJwF0IeN3RhULp_Rt-BQpYORAG0Me-Y9mv6l-DMOuZSDM7zeTHdRgptbE3UFkPmrXDx8EXjTrGuAr1frxj4Ao5GVRsVBuC3trHtxh-eNF7IUweDa1Q8/w400-h209/Foto%20'D%C3%A9sir%C3%A9e',%20con%20Marlon%20Brando.jpg" width="400" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>Marlon Brando como Napoleón en "Désirée", de Henry Koster (1954)</i></b></div></b><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">Como producto de su verdadera obsesión napoleónica, Gance rehizo
varias veces su </span><i style="font-size: 14pt;">Napoleón</i><span style="font-size: 14pt;"> e incluso su
penúltima obra sería </span><i style="font-size: 14pt;">Austerlitz</i><span style="font-size: 14pt;">, en
1960. De esas reediciones, la más famosa y lograda fue –ya fallecido el
cineasta– la que efectuó el historiador británico Kevin Brownlow, incorporándose
posteriormente a ella música de Carmine Coppola. En España se estrenó esta
versión en la inauguración del Festival de Valladolid de 1985, y se recibió con
entusiasmo, sobre todo entre los más jóvenes. Mientras, por doquier, nacían
nuevos títulos con Napoleón como protagonista o en torno a su época, con una
panoplia de actores interpretándole, entre los que el más famoso fue el Marlon
Brando de </span><i style="font-size: 14pt;">Désirée</i><span style="font-size: 14pt;">, de Henry Koster
(1954).</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQTr1eBUTH4oFhixl_ZX3QquJpUKI-uig9gbIhtL-_iwLw0K3ftQmFd5_7u7mE5SXS1dyk1govNDoCv45SQ2gibm3Hs6PL5zDREhNhLPGmLyZXTYkNNHcoePgul-YMwGdxHY1DFTswjYGuKugDR-bAARlcMPv5dvta-oMBtQw5WW-zE9PVdPwMP17tdUw/s1000/Foto%20del%20'Napole%C3%B3n'%20de%20Ridley%20Scott.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="560" data-original-width="1000" height="224" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQTr1eBUTH4oFhixl_ZX3QquJpUKI-uig9gbIhtL-_iwLw0K3ftQmFd5_7u7mE5SXS1dyk1govNDoCv45SQ2gibm3Hs6PL5zDREhNhLPGmLyZXTYkNNHcoePgul-YMwGdxHY1DFTswjYGuKugDR-bAARlcMPv5dvta-oMBtQw5WW-zE9PVdPwMP17tdUw/w400-h224/Foto%20del%20'Napole%C3%B3n'%20de%20Ridley%20Scott.jpeg" width="400" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>"Napoleón", de Ridley Scott, con Joaquin Phoenix (2023)</i></b></div></b><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">Y siempre quedó en el aire el muy ambicioso, pero nunca realizado,
proyecto de Stanley Kubrick, en el que confesaba querer reflejar “la
responsabilidad y los abusos del poder, la dinámica de la revolución social, la
relación del individuo con el Estado, la guerra y el militarismo”. En el último
Festival de Berlín, Steven Spielberg anunció su propósito de reemprender el
guion de Kubrick pero no en una película, sino en formato de serie. Entre ella
y el film de Scott, el Emperador resurgirá de sus cenizas en estos tiempos
convulsos.</span></div></div><p></p><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">(</span><span style="line-height: 115%;"><b>Publicado en "El Cultural", 17-23 de noviembre de 2023).</b></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> </span></p><p>
</p><p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> </span></p><p><br /></p>Fernando Larahttp://www.blogger.com/profile/04801527155127581221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7113441281388187074.post-34817388170480016762023-11-13T10:00:00.000-08:002023-11-25T06:00:33.146-08:00El cine de Hayao Miyazaki<p> </p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><i>Texto de la exposición presentada ante el Pleno de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando el 13 de noviembre de 2023. Este llamado "Espacio de Reflexión" venía acompañado por un Power Point, cuyas imágenes se mostraban en aquellos momentos señalados por los sucesivos números que aparecen en dicho texto.</i></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwX4MqwE8eDAPEXzo7d0sYqsDvlbbdsQkorCXCFf093LEX8x_vDE6CKeVvg1rJlh6sxSsZUOlCQreVU3Fdr1rNhjM-rOKL3rKXZjoX5W6Wdx0P_KNU85_svvf7LsRu5TfXA3qpCYUeZIBM0dCgV-JvDddxwfvfo2J9Sdh3_H8xwBtWJ2s6NW9GgrtvqGo/s300/Foto%20de%20Hayao%20Miyazaki.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="300" height="224" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwX4MqwE8eDAPEXzo7d0sYqsDvlbbdsQkorCXCFf093LEX8x_vDE6CKeVvg1rJlh6sxSsZUOlCQreVU3Fdr1rNhjM-rOKL3rKXZjoX5W6Wdx0P_KNU85_svvf7LsRu5TfXA3qpCYUeZIBM0dCgV-JvDddxwfvfo2J9Sdh3_H8xwBtWJ2s6NW9GgrtvqGo/w400-h224/Foto%20de%20Hayao%20Miyazaki.jpg" width="400" /></a></div><p style="text-align: center;"><b style="font-size: 18.6667px; text-align: justify;">(1)</b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Buenas tardes.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Antes de entrar en la obra de Hayao Miyazaki, permítanme unas
breves notas sobre el cine de animación en general.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Dar vida y movimiento a lo que es inanimado. Dotar de
dinamismo a lo que, en principio, es algo inerte, como un dibujo en un papel o
un muñeco en una estantería. Este es el “milagro” que define al cine de
animación desde el invento de los Lumière en 1895. E incluso antes, porque ya
en los experimentos de su prehistoria se había avanzado en esta ilusión de que
objetos y personas se mostrasen a los espectadores de forma dinámica. Aunque ha
sido el dibujo el principal soporte de la animación, ha desarrollado con el
tiempo muy diversas muestras, trabajando con muñecos, marionetas, siluetas, pinturas,
arena…, en un sinfín de propuestas imaginativas. Incluso fundiéndose con el
documental en las últimas décadas, cuando ya el género ha compartido definitivamente
su faceta infantil con la de contenidos adultos, lo que ha aumentado su alcance
cara al público.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">De hecho, la animación surge prácticamente con el propio
cine, con pioneros como el francés Émile Cohl y el norteamericano Stuart
Blackton en los primeros años del siglo XX. O, basándose en la imagen
fotográfica, la obra de Georges Méliès, con quien rivalizó desde la todopoderosa
firma Pathé un español: el turolense Segundo de Chomón, autor de cortometrajes
tan valiosos como <i>El hotel eléctrico</i>
o <i>Una excursión incoherente</i>. Pero
sería la figura de Walt Disney la que dominaría esta modalidad a partir de las
breves piezas de Mickey Mouse y de su primer largometraje, <i>Blancanieves y los siete enanitos</i>, de 1937. La inmensa popularidad
alcanzada por sus producciones, basadas sustancialmente en relatos infantiles,
motivó que se asociara a ella la animación de manera abusiva. Pero no hay que
olvidar que, enseguida, en 1940, el propio Disney lleva a cabo <i>Fantasía</i>, donde “visualiza” famosas
composiciones de Bach, Beethoven, Schubert, Tchaikovski o Stravinski.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOlNmZfETmIWZ7PxPPML52QUKFcMrKASSgucEki6i3rxUIuhrPUS0tHPfnhwEUntGPd61jv6t-n_KXO82TYgHocYxoPuHc8mSxfX6NzyxdQ_pMhEtU1IYSPtQlDaFTKTDWHLGddVtyuV8MC25XqbUM-Jwu-h_tUgIkoUxmCV5w7TDggyHpmgOWdWxSrQE/s1100/Foto%20de%20Miyazaki%20dibujando.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="620" data-original-width="1100" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOlNmZfETmIWZ7PxPPML52QUKFcMrKASSgucEki6i3rxUIuhrPUS0tHPfnhwEUntGPd61jv6t-n_KXO82TYgHocYxoPuHc8mSxfX6NzyxdQ_pMhEtU1IYSPtQlDaFTKTDWHLGddVtyuV8MC25XqbUM-Jwu-h_tUgIkoUxmCV5w7TDggyHpmgOWdWxSrQE/w400-h225/Foto%20de%20Miyazaki%20dibujando.jpg" width="400" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>Hayao Miyazaki, dibujando en su estudio </i></b></div></b><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Van surgiendo autores fundamentales del cine de animación en
los más diversos confines, como Lotte Reiniger en Alemania, Norman McLaren en
Canadá, Jirí Trnka, Karel Zeman y Jan Svankmajer en la entonces Checoslovaquia,
el grupo británico de Aardman Animations, o Bruno Bozzetto en Italia. Y, décadas
después del surgimiento de Disney y paralelamente a su filmografía, la figura
señera del japonés Hayao Miyazaki <b>(2)</b>,
cuya última película, <i>El chico y la garza</i>,
se proyecta actualmente en los cines de nuestro país (motivo por el que le
dedicamos estos minutos), después de inaugurar la pasada edición del Festival
de San Sebastián. La acogida del público español ha sido espectacular, siendo,
por ejemplo, el título de mayor recaudación por pantalla, más de 3.500 euros,
en el primer fin de semana de su exhibición.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGtXPLYxf24ij7nqVn1ffUY1gox9ma5EI_00cs37Av39497i7ykMTKqZJh1KVKX8fA2BQewd1xlZLhaRxMeDhlVmM4e38qe1N51TXfgnWcK1TzShp_2AOSAAwkUSOLp9_mbf2upzHcFgsVRsy0MENUpjQctrI947xN2dhMj9m51ZdgUczX3J3aSSGp-Yk/s294/Foto%20'Nausica%C3%A4%20del%20Valle%20del%20Viento'.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="171" data-original-width="294" height="233" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGtXPLYxf24ij7nqVn1ffUY1gox9ma5EI_00cs37Av39497i7ykMTKqZJh1KVKX8fA2BQewd1xlZLhaRxMeDhlVmM4e38qe1N51TXfgnWcK1TzShp_2AOSAAwkUSOLp9_mbf2upzHcFgsVRsy0MENUpjQctrI947xN2dhMj9m51ZdgUczX3J3aSSGp-Yk/w400-h233/Foto%20'Nausica%C3%A4%20del%20Valle%20del%20Viento'.jpg" width="400" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>"Nausicaä del Valle del Viento" (1982)</i></b></div></b><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Precisamente el Director de ese certamen, José Luis
Rebordinos, ya había subrayado en el libro “El principio del fin” la maestría
de Miyazaki, al considerarlo <i>“el poeta de
la animación, que algún día ocupará el lugar que le corresponde en la historia
del cine, como uno de los cineastas más grandes, comparable a Ozu, Dreyer o
Ford”</i>. Una maestría que se iría fogueando en el diseño de series
televisivas inolvidables como <i>Heidi</i> y
<i>Marco</i>, y en el ámbito global del “anime”,
el género de animación japonés por excelencia, al que pronto él dotaría de una
personalidad muy específica, por encima incluso de otros importantes autores como
Isao Takahata o Fujio Fujiko. Al comienzo, mostrando su atractivo por la
cultura europea, presente en su primer largometraje, de 1979, <i>Arsenio</i> <i>Lupin III:</i> <i>El castillo de
Cagliostro </i><b>(3)</b>, sobre el
famoso ladrón de guante blanco que miles de seguidores tuvo en Japón. Pero solo
tres años después, viraría hacia un relato distópico, <i>Nausicaä del Valle del Viento </i><b>(4)</b>,
centrado en las consecuencias apocalípticas de una guerra nuclear, nada extraño
venido de un país que sufrió dos bombas atómicas, en Hiroshima y Nagasaki, al término
de la II Guerra Mundial.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzxOlZ75HhHM7bU1fqsuzqpXSBUjO3NLumWKxAmsd__E29r4tIS9ZiiYG-765yjhbkHmvtvkHZ9DwCmnOxYSYxJGpW_Me7s5Bty9LL8eZRD3i4k3sgAEPmLomhwI-AFOTChLWVJE-Uhn03fYz-WCoaTCYUAnG9WrXl5WgPCrhmBYV7O1IwLfeZksUwJs4/s304/Foto%20'Mi%20vecino%20Totoro'.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="166" data-original-width="304" height="218" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzxOlZ75HhHM7bU1fqsuzqpXSBUjO3NLumWKxAmsd__E29r4tIS9ZiiYG-765yjhbkHmvtvkHZ9DwCmnOxYSYxJGpW_Me7s5Bty9LL8eZRD3i4k3sgAEPmLomhwI-AFOTChLWVJE-Uhn03fYz-WCoaTCYUAnG9WrXl5WgPCrhmBYV7O1IwLfeZksUwJs4/w400-h218/Foto%20'Mi%20vecino%20Totoro'.jpg" width="400" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>"Mi vecino Totoro" (1988)</i></b></div></b><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Ya dentro del famoso Estudio Ghibli, que él fundase con Isao
Takahata y Toshio Suzuki, crea en 1985 <i>La
fortaleza celeste </i><b>(5)</b>,
donde las características principales de Miyazaki siguen consolidándose: sencillez
en el trazo gráfico, desbordada imaginación en las tramas, espacios
legendarios, gusto por la aventura… Todo ello, perfeccionado en <i>Mi vecino Totoro </i><b>(6)</b>, de 1988, por la prospección que efectúa en el
imaginario infantil, con rasgos autobiográficos, entre los que se han destacado
<i>“el miedo a la muerte y el sentimiento de
orfandad”</i>. La nostalgia del film hacia un Japón tradicional tocó en el
corazón a públicos muy diversos, al tiempo que la Naturaleza y el tránsito desde
la niñez a la edad adulta van adquiriendo papel protagonista, lo que
progresivamente se convierte en señas de identidad de su autor.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0iERbIwgQsW-UZz5Pm0XdMKsLw5MOzA9E8CRqrlAsE46jlSwCnTw61IGahHzurM-6u9R0EKJr5nbIGfRLhBEf9f-csBDCegO8Q6BJmuWOaFHe73pULAQx0unFOfRQUJNGHuYLBmCnBjRehoYgu56jHSbLjkPWo0LNLke-I80upewlRGAq4um5UNl5Km4/s300/Foto%20'La%20Princesa%20Mononoke'.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="300" height="224" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi0iERbIwgQsW-UZz5Pm0XdMKsLw5MOzA9E8CRqrlAsE46jlSwCnTw61IGahHzurM-6u9R0EKJr5nbIGfRLhBEf9f-csBDCegO8Q6BJmuWOaFHe73pULAQx0unFOfRQUJNGHuYLBmCnBjRehoYgu56jHSbLjkPWo0LNLke-I80upewlRGAq4um5UNl5Km4/w400-h224/Foto%20'La%20Princesa%20Mononoke'.jpg" width="400" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>"La Princesa Mononoke" (1997)</i></b></div></b><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Porco Rosso </span></i><b><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">(7)</span></b><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">, realizada en los primeros años 90 por encargo de la Japan Airlines,1997 retoma el gusto por la aventura antes citado, dentro del contexto de la
aviación en una todavía primera etapa, que siempre fascinó a Miyazaki. La
maldición contra un héroe de la Primera Guerra Mundial, que le transforma en
cerdo y varía su condición mítica por la de simple pirata, nutre una historia
divertida y bastante extraña entre hidroaviones. Con una potente protagonista
femenina, una de las que pueblan con frecuencia el universo de Miyazaki, <i>La Princesa Mononoke </i><b>(8)</b>, de 1997, le lleva dos
décadas de desarrollo hasta lograr, según el historiador Tadao Sato en su libro
clásico “Le cinéma japonais”, un <i>“gran fresco
mitológico muy original sobre</i> <i>toda la
belleza perdida de la selva primitiva”</i>. Enfoque que en el film se halla imbuido
por la modalidad religiosa del Shinto, dominante en Japón y que se caracteriza
por un animismo no reglado y sincrético con otras doctrinas.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgw_DOwfvjsrPGu_RI9_ua0EGN9YHqoaOOctW-hlJf4Mc8A31cWdrqnNf4MALjE1dmoIcCXg9s14159S2M5aiWonbEfB9nvm0uoQQ_1ynZNqjlalXEDqwQP__nJoGJsqC34ApFCYN5CHpCpmkFjFhyAT-cwm31dGChv34PuSSQv_8LWfPEoqjpARKgLlSE/s300/Foto%20'El%20viaje%20de%20Chihiro'.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="300" height="224" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgw_DOwfvjsrPGu_RI9_ua0EGN9YHqoaOOctW-hlJf4Mc8A31cWdrqnNf4MALjE1dmoIcCXg9s14159S2M5aiWonbEfB9nvm0uoQQ_1ynZNqjlalXEDqwQP__nJoGJsqC34ApFCYN5CHpCpmkFjFhyAT-cwm31dGChv34PuSSQv_8LWfPEoqjpARKgLlSE/w400-h224/Foto%20'El%20viaje%20de%20Chihiro'.jpg" width="400" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>"El viaje de Chihiro" (2001)</i></b></div></b><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">Si el enorme “tirón” de esta película en su país lograría
introducirle en el siempre difícil mercado norteamericano, el éxito mundial le
vendría cuatro años después (tiempo muy habitual para llevar a cabo una obra de
animación) con </span><i style="font-size: 14pt;">El viaje de Chihiro </i><b style="font-size: 14pt;">(9)</b><span style="font-size: 14pt;">, primer film del género en
lograr el máximo premio en un Festival de categoría A, concretamente el Oso de
Oro de Berlín en 2002, y considerada entre las primeras de las cien mejores
películas asiáticas de todos los tiempos, según una encuesta llevada a cabo por
el Festival coreano de Busán. Impresionante en sus múltiples dimensiones, desde
el grafismo hasta la música pasando por la irrupción de potentes personajes, </span><i style="font-size: 14pt;">El viaje de Chihiro</i><span style="font-size: 14pt;"> logró que el nombre
de Miyazaki ya fuese familiar en los circuitos cinéfilos pero también entre
públicos amplios.</span></div><o:p></o:p><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4dM6SsX-NiU129vKu57aFxtpyia0dMN46YgPrYOy9hlx79Wd9VAUN1QkxZoGRyJk7ATg9jVN2PewOb9insXPRfq9H7NesvfDZ1rhwWlJjMrr0WOUhgKQQe6hvzSiufhNIXPXdSCRjZ6_CCB28GdIEW3RzuR1rLbBBzvLnAewMiNGnpEgrneRv6oEx4ck/s278/Foto%20'Ponyo,%20en%20el%20acantilado'.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="181" data-original-width="278" height="260" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4dM6SsX-NiU129vKu57aFxtpyia0dMN46YgPrYOy9hlx79Wd9VAUN1QkxZoGRyJk7ATg9jVN2PewOb9insXPRfq9H7NesvfDZ1rhwWlJjMrr0WOUhgKQQe6hvzSiufhNIXPXdSCRjZ6_CCB28GdIEW3RzuR1rLbBBzvLnAewMiNGnpEgrneRv6oEx4ck/w400-h260/Foto%20'Ponyo,%20en%20el%20acantilado'.jpg" width="400" /></a></div><div style="text-align: center;"><b><i>"Ponyo, en el acantilado" (2008)</i></b></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">Lo que se concretó con </span><i style="font-size: 14pt;">El
castillo ambulante </i><b style="font-size: 14pt;">(10)</b><span style="font-size: 14pt;">,
de 2004, valorada por su enfoque crepuscular sobre la vejez, otro tema que va a
ir ganando terreno en la filmografía de su autor. Algo no contradictorio con su
empeño sucesivo, </span><i style="font-size: 14pt;">Ponyo, en el acantilado </i><b style="font-size: 14pt;">(11)</b><span style="font-size: 14pt;">, acabada en 2008, donde
regresa a su querido mundo infantil y a un dibujo de mayor sencillez que el
barroquismo que había ido tomando cuerpo en sus títulos anteriores.</span></div><span style="line-height: 115%;"><div style="font-size: 18.6667px; text-align: justify;"><br /></div><div style="font-size: 18.6667px; text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; font-size: 18.6667px; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4jK2z4B2ArRJObTirOU6w4qjBO2eb9GZE09K7xrxXnoD9HXVGhMeTjZev_kx7z8_lnJsC4X4EqKNSywcRw5ZYN8eOaIJGlbBxlmmOh1IBngExTZzbZdGuYaYcBKIC0u4h8o2nvrOdqdGOlnSWnztezwqfu2vMWE3150e885ixf-nl1L1GpcLduBgcPcQ/s306/Foto%20'El%20viento%20se%20levanta'.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="165" data-original-width="306" height="216" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4jK2z4B2ArRJObTirOU6w4qjBO2eb9GZE09K7xrxXnoD9HXVGhMeTjZev_kx7z8_lnJsC4X4EqKNSywcRw5ZYN8eOaIJGlbBxlmmOh1IBngExTZzbZdGuYaYcBKIC0u4h8o2nvrOdqdGOlnSWnztezwqfu2vMWE3150e885ixf-nl1L1GpcLduBgcPcQ/w400-h216/Foto%20'El%20viento%20se%20levanta'.jpg" width="400" /></a></div><div style="text-align: center;"><b><i>"El viento se levanta" (2013)</i></b></div><div style="text-align: justify;"><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Ya en 2013, la depuración impresionista domina <i>El viento se levanta </i><b>(12)</b>, que figura entre sus
trabajos de mayor perfección, al reflejar la existencia de una de las figuras
más destacadas de la aviación japonesa, el ingeniero Jiro Hirokoshi. Vuelve a utilizar
también en este caso acentos muy autobiográficos, hasta el punto de que su
insistencia en ellos los justifica argumentando que sería su última película,
con 72 años a las espaldas y el gran desgaste personal que supone elaborar un
largo de animación. Pero, afortunadamente, no ha sido así…<o:p></o:p></span></p></div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiALCENURNLQaHIP1vNBHPNB67iGWtNCjFjLcN4YEm6iPdi_PWkpeI-_qMU0omC05dcY7bMpjtnYvBP6RaMNrBcn_yT7_aC51Hkkcsq5yMOfACusKXOREX1plqvrsWjq8j9IJAEeW2RDG68h7aHhhAHiWgIPuDMRjnQQWb-9_vQAP1VxPIL2zYq8cAMiko/s259/Foto%20'El%20chico%20y%20la%20garza'%20(2).jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="194" data-original-width="259" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiALCENURNLQaHIP1vNBHPNB67iGWtNCjFjLcN4YEm6iPdi_PWkpeI-_qMU0omC05dcY7bMpjtnYvBP6RaMNrBcn_yT7_aC51Hkkcsq5yMOfACusKXOREX1plqvrsWjq8j9IJAEeW2RDG68h7aHhhAHiWgIPuDMRjnQQWb-9_vQAP1VxPIL2zYq8cAMiko/w400-h300/Foto%20'El%20chico%20y%20la%20garza'%20(2).jpg" width="400" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>"El chico y la garza" (2023)</i></b></div></b></div></div></span><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">No lo ha sido porque, justo una década después, ha surgido <i>El chico y la</i> <i>garza </i><b>(13)</b>, que
citábamos al comienzo. La propuesta ecologista que encierra, confirmando un principio
que en Miyazaki es muy anterior a cualquier moda, se traduce en una nueva
apuesta por la Naturaleza, su confrontación con los seres humanos y, dentro de
ella, la preeminencia de la vejez y la muerte, paralelas al sentimiento de
pérdida (de hecho, la trama del film arranca con el fallecimiento en un
incendio de la madre del niño protagonista) y al paso de este hacia la madurez
desde sus 12 años. La relación con el ave que da título occidental al film –el original
japonés se traduciría por <i>¿Cómo vives?, </i>nombre
del libro en que se basa–, constituye el núcleo de una trama que arrebata por
sus diversos pliegues narrativos, donde lo evidente deja continuo paso a la
sugerencia ante los fascinados ojos del espectador. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrAPgroAmrxLQeHjHJPYN0bCzS9bLFy19RwDeLEYED71cs0GRq36t1gf3_zdSsd_kbvT2rMZ9WHwKu5yekEmLzKUFOALAd3eT30ev7dGoes9P1dFqJ8AECe8kLPUZ6mOjcdWI4gnzocCyhaPG9TqojSpr1UOozO7MxF3acXPjyPQD29EoPRaORsDVNVsI/s300/Foto%20'El%20chico%20y%20la%20garza'.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="300" height="233" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrAPgroAmrxLQeHjHJPYN0bCzS9bLFy19RwDeLEYED71cs0GRq36t1gf3_zdSsd_kbvT2rMZ9WHwKu5yekEmLzKUFOALAd3eT30ev7dGoes9P1dFqJ8AECe8kLPUZ6mOjcdWI4gnzocCyhaPG9TqojSpr1UOozO7MxF3acXPjyPQD29EoPRaORsDVNVsI/w400-h233/Foto%20'El%20chico%20y%20la%20garza'.jpg" width="400" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>Otra imagen de "El chico y la garza"</i></b></div></b><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><span style="font-size: 14pt;"><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">Como escribió Jordi Sánchez Navarro, </span><i style="font-size: 14pt;">“las obras de Miyazaki</i><span style="font-size: 14pt;"> </span><i style="font-size: 14pt;">ilustran
perfectamente el hecho, consustancial al arte japonés, de que lo irreal puede
capturar la esencia de la realidad más que la realidad en sí misma, porque la
fantasía es universal más que individual”</i><span style="font-size: 14pt;">. </span><b style="font-size: 14pt;">(14)</b><span style="font-size: 14pt;">. En definitiva, el cine de Miyazaki es como un espejo
donde lo real y lo irreal, lo reconocible y lo secreto, se relacionan al mismo
nivel desde la imaginación y la fantasía hasta llegar a su completa fusión.</span></div></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Valga este Espacio de Reflexión para subrayar la importancia
de una forma de lenguaje audiovisual como el cine de animación (sobre el que,
como saben, la Academia firmó el mes pasado un Convenio de difusión) y, más
concretamente, hacia la excepcional figura de Hayao Miyazaki. Si he logrado
despertar el interés de mis compañeros académicos y académicas, o contrastar
sus opiniones si ya conocían estas obras, mi objetivo se habrá cumplido. Creo,
sinceramente, que no les defraudarán si tienen la oportunidad de conocerlas y
disfrutarlas por primera vez o de nuevo. <b>(15)<u><o:p></o:p></u></b></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Muchas gracias por su atención.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"> </span></p>Fernando Larahttp://www.blogger.com/profile/04801527155127581221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7113441281388187074.post-70324586279463444182023-10-12T23:00:00.003-07:002023-10-23T12:56:07.294-07:00Meryl Streep, una actriz magnética<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgynht5-_5HEjzhjC_5cl_ktD0TOJw6hUFloiqA-gxU1LGr50C98S29GJmoMCrUodqGCuZMN0mQLyYoEwrLtolmcm2XqjoyNzOh6RnlZOS15it0e-AV7mj7vVS9Cng7dZeY2cczpPms-31TSwGOJRpEIWO7ddDa5WN-mbaQ-jZJUFxjU8Ju5YAvtn2Q90w/s1706/Foto%20Meryl%20Streep%20con%20el%20Oscar.webp" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="960" data-original-width="1706" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgynht5-_5HEjzhjC_5cl_ktD0TOJw6hUFloiqA-gxU1LGr50C98S29GJmoMCrUodqGCuZMN0mQLyYoEwrLtolmcm2XqjoyNzOh6RnlZOS15it0e-AV7mj7vVS9Cng7dZeY2cczpPms-31TSwGOJRpEIWO7ddDa5WN-mbaQ-jZJUFxjU8Ju5YAvtn2Q90w/w400-h225/Foto%20Meryl%20Streep%20con%20el%20Oscar.webp" width="400" /></a></div><br /><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">Más allá de formaciones académicas y teorías interpretativas,
lo que acaba definiendo a una gran actriz o a un gran actor es su magnetismo.
Es decir, que los ojos de los espectadores se vayan a ellos y ellas en cuanto
salen en una pantalla o a un escenario, que se conviertan inmediatamente en
foco de atención por encima de cuantos los rodean. Como pasaba con los grandes
mitos del cine clásico o intérpretes del profundo tirón de Audrey Hepburn,
Mastroianni, Gassman, Welles… Pues así sucede también con Meryl Streep, una
actriz magnética por excelencia.</span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAd1w895tyzMDCjydiKlDELjc6FynKl2CJcSGzOdotg7h37AlV2CpO6JwvpS1OxarH9TfrjvDyYCiz-Z6x7gIwFFtBA8_WZdf6EdcO52p_IejjEdiVXvc6Ohg4ashYwsE9XrXstJnwUxvlZzWw1CZm0yF5X4v_zoC12H87HXcK9iQVI8ea5r63sMqlWxU/s354/Foto%20'La%20decisi%C3%B3n%20de%20Sophie'.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="190" data-original-width="354" height="215" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAd1w895tyzMDCjydiKlDELjc6FynKl2CJcSGzOdotg7h37AlV2CpO6JwvpS1OxarH9TfrjvDyYCiz-Z6x7gIwFFtBA8_WZdf6EdcO52p_IejjEdiVXvc6Ohg4ashYwsE9XrXstJnwUxvlZzWw1CZm0yF5X4v_zoC12H87HXcK9iQVI8ea5r63sMqlWxU/w400-h215/Foto%20'La%20decisi%C3%B3n%20de%20Sophie'.jpg" width="400" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>"La decisión de Sophie" (1982)</i></b></div></b><p></p><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">Pocas secuencias tan trágicas en la historia del cine como la
de la desgarrada madre que interpretaba en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La
decisión de Sophie</i> teniendo que elegir a cuál de sus dos hijos salvaba y a
cuál entregaba para ser exterminado por los nazis. Pero también pocas tan
auténticamente románticas como las del fotógrafo incorporado por Clint Eastwood
y el ama de casa que Streep encarnaba, envueltos en el amor imposible de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los puentes de Madison</i>. Romanticismo
que, con un aura idealista, volvería a emanar de su Karen Blixen de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Memorias de África</i>, junto a Robert
Redford. Que incluso con matices un tanto misteriosos e indefinidos había ya
surgido en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La mujer del teniente francés</i>.
Alguien que se muestra capaz de dominar personajes tan potentes, tan
inolvidables, es que se trata de una actriz fuera de serie.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLD4lnI3977z-UN0qyrEMeSM-oVi06xUJpaWksfNpHjuziurcGvaF0WBcFMBApN-Pt0mamRsqJtE1WC-HMihUqLuqCpaoaCn_bZtqrLGhtEmbIdKuajiSVpNgW066El2KlBHRrzfdR4w6is5uD3jqquinLhTlD0Rf7G9c3-m5fCgzge7gc-xF9KfS3oYA/s801/Foto%20'La%20Dama%20de%20Hierro'.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="801" data-original-width="640" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLD4lnI3977z-UN0qyrEMeSM-oVi06xUJpaWksfNpHjuziurcGvaF0WBcFMBApN-Pt0mamRsqJtE1WC-HMihUqLuqCpaoaCn_bZtqrLGhtEmbIdKuajiSVpNgW066El2KlBHRrzfdR4w6is5uD3jqquinLhTlD0Rf7G9c3-m5fCgzge7gc-xF9KfS3oYA/w256-h320/Foto%20'La%20Dama%20de%20Hierro'.jpg" width="256" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>"La Dama de Hierro" (2011)</i></b></div></b><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">Igual que lo fue, en sus comienzos, la imagen que dio de una
mujer joven con problemas de divorcio y custodia de niño en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Kramer contra Kramer</i>, con la que
consiguió el primero de sus tres Oscars, en 1979. El segundo sería, tres años
más tarde, por la citada <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La decisión de
Sophie</i>, cuando asombró también por su facilidad para incorporar acentos muy
distintos al inglés, en este caso el polaco. Mientras que el tercero valoró su
magnífica personificación de Margaret Thatcher en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La Dama de Hierro</i>, de 2011. Piénsese que entre estas estatuillas
hay una distancia de más de tres décadas, lo que denota el amplio reinado de
esta Gran Dama, subrayado por sus 21 nominaciones al galardón, por encima de
cualquier otra actriz.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">Señala con indudable acierto el Jurado de los Premios
Princesa de Asturias que se le otorga “por dignificar el arte de la
interpretación y conseguir que la ética y la coherencia trasciendan a través de
su trabajo”. Una labor que también se ha extendido al teatro y la televisión, y
que todos cuantos han coincidido con ella sobre un plató o un escenario elogian
sin límites, lo mismo que cualquier espectador. Bueno, cualquiera no, porque ya
Donald Trump dijo de Meryl Streep, convencida demócrata, que era “una actriz
sobrevalorada”. Comentarios así, proviniendo de quien provienen, suponen sin
duda el mejor elogio.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgsKD4ypXgCDMLSmq76whlCllLcCwITjkmRE9Fga8pi2ofD33GfQ9d39Bb6zGoGMXdz_SWJxByerDR2ODNc7TjwcdITNRpdrqZ_OPGLbYNpu9iJtctfB7Zs25JSa_SsGa7u_tp0QEpYVh0mNMIYpzGvxpqYUeXtqBkvgcnMeAVrBIxz9cHaedNqnO_v2k/s1200/Foto%20'Mamma%20Mia!'.webp" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="1200" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgsKD4ypXgCDMLSmq76whlCllLcCwITjkmRE9Fga8pi2ofD33GfQ9d39Bb6zGoGMXdz_SWJxByerDR2ODNc7TjwcdITNRpdrqZ_OPGLbYNpu9iJtctfB7Zs25JSa_SsGa7u_tp0QEpYVh0mNMIYpzGvxpqYUeXtqBkvgcnMeAVrBIxz9cHaedNqnO_v2k/w400-h266/Foto%20'Mamma%20Mia!'.webp" width="400" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>"Mamma Mia! (2008)</i></b></div></b><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">Claro que, como cualquier intérprete, incluso como cualquier
profesional, ha hecho películas flojas que no han estado a su nivel. Pero lo
sorprendente de ella es que incluso en esos títulos, siempre hallábamos unas
briznas del talento que emergía de sus ojos y de su sonrisa o su llanto. Y
hasta un musical en principio convencional como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Mamma Mia!</i>, apoyándose en las canciones de Abba, lo convertía en un
espectáculo pleno de dinamismo, frescura y energía. Porque Meryl Streep se dio
a conocer como una actriz básicamente dramática, pero con el paso de los años
se ha ido decantando con frecuencia por la comedia, lo que no quita para que
incorporase el fuerte carácter de Katherine Graham, la editora del Wahington
Post, para el que Steven Spielberg la eligiera en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los archivos del Pentágono</i>. O la impresionante Clarissa Vaughan de
aquella <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Las horas</i> que nos trajera
aromas de Virginia Woolf. Y tantas, tantas otras…<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0_cIYsAftw9F_zPKUMdERLGa38e7UrGUnHD8XO4EmA7Lp5ghYuttZE6dGYrX9kgbfqbtsl33rep3H9MevYATShwLtyHQxErzVPsJhm7TNC5NRnhZ3DbRYHSeGXxqRBxjyrehfmvyT2b2lvMJysQA5gFjWBNvBuG5hOVa-2zx1rR0WJWP19k2JN9KtWIc/s1440/Foto%20Meryl%20Streep%20durante%20su%20discurso%20en%20Oviedo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="840" data-original-width="1440" height="234" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0_cIYsAftw9F_zPKUMdERLGa38e7UrGUnHD8XO4EmA7Lp5ghYuttZE6dGYrX9kgbfqbtsl33rep3H9MevYATShwLtyHQxErzVPsJhm7TNC5NRnhZ3DbRYHSeGXxqRBxjyrehfmvyT2b2lvMJysQA5gFjWBNvBuG5hOVa-2zx1rR0WJWP19k2JN9KtWIc/w400-h234/Foto%20Meryl%20Streep%20durante%20su%20discurso%20en%20Oviedo.jpg" width="400" /></a></div><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><i>Meryl Streep, en su discurso de agradecimiento tras recibir el Premio Princesa de Asturias</i></b></div><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">Una actriz capaz de todos los registros, que también ha ido
evolucionando en lo personal. Así, Meryl Streep cada vez ha estado más
comprometida con actitudes feministas, en defensa, entre otras, de unas
compañeras que se veían postergadas en cuanto cumplían una determinada edad.
Nunca se ha endiosado; siempre ha colaborado con sus directores, con unos más
que con otros lógicamente; nunca ha cesado en su búsqueda de perfección para su
trabajo. Lo es ya hoy, pero también en el futuro Meryl Streep será una obligada
referencia entre lo mejor del cine mundial.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><b>(Publicado en "El Cultural", 13-19 de octubre de 2023).</b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><o:p> </o:p></span></p><br /><p></p>Fernando Larahttp://www.blogger.com/profile/04801527155127581221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7113441281388187074.post-69305378204937688552023-09-07T23:00:00.096-07:002023-09-21T13:24:28.942-07:00Te recuerdo, Chile...<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgQBVcTYY3tMrxmsy8fcr4ooh0sljGGFJy3t5-LxjkeUndWoVyimnlHP1U2mwhWGpPrV3Fxg0nnuJmeL5kw6T5j7Jx_PDOwjyiK-TcBvVIfq_fgcq0WRljX6pdfe5hO5qqUbVRce1JC3VWkayK3-mINX025taRUUu-J0pJObH5hby474uW10jxt_G8hA4/s999/Portada%20'Triunfo'%20sobre%20Chile.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="999" data-original-width="800" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgQBVcTYY3tMrxmsy8fcr4ooh0sljGGFJy3t5-LxjkeUndWoVyimnlHP1U2mwhWGpPrV3Fxg0nnuJmeL5kw6T5j7Jx_PDOwjyiK-TcBvVIfq_fgcq0WRljX6pdfe5hO5qqUbVRce1JC3VWkayK3-mINX025taRUUu-J0pJObH5hby474uW10jxt_G8hA4/w256-h320/Portada%20'Triunfo'%20sobre%20Chile.jpg" width="256" /></a></div><br /><p style="text-align: justify;"><i><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">El 11 de septiembre de
1973, un Golpe de Estado militar acababa con la “vía chilena hacia el
socialismo” emprendida por la Unidad Popular tres años antes. El asalto al
Palacio de la Moneda y la muerte del Presidente Allende abortaban un
experimento que había despertado amplias esperanzas en todo el mundo. La Prensa
franquista saludaba en España el Golpe, mientras que la izquierda se reconocía
en la “portada de luto” del semanario ‘Triunfo’, con solo la palabra CHILE en
grandes letras blancas sobre fondo negro.</span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">Realmente, la victoria en las urnas de la coalición de
izquierdas chilena a finales de 1970 había sido uno de los escasos hitos en el que
los sectores progresistas de nuestro país, en especial los jóvenes, podían
basarse para resistir ante la eterna dictadura que soportaban. Tiempo después,
sería la más cercana Revolución portuguesa de los Claveles la que devolvería la
esperanza de que no era imposible acabar con un Régimen decrépito. Mientras ese
momento llegaba, y cuando finalmente se produjo, esos sectores veían
apasionadamente las películas chilenas y, quizá todavía más, cantaban con
Violeta Parra, Víctor Jara, Quilapayún e Inti-Illimani.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">Porque, sin duda, hubo una eclosión de la cultura chilena
durante el periodo de la Unidad Popular. No justo desde entonces, sino que ya
venía germinando desde tiempo atrás, cuando –durante el mandato del
democristiano Eduardo Frei, e incluso antes– comenzaron a surgir aquí y allá
brotes de ruptura por parte de creadores muy diversos que estaban hartos del
colonialismo norteamericano que dominaba todas las facetas culturales, sobre
todo las más ligadas al gusto masivo, como el cine y la canción.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnjOS-r_fdu3TwD_wqIz76KpBhkl9ivIRCLLa4JMAo293Ys4Mh3cm2XB2E4bnsR_V9jOK5fTPhVIPgfjecuzNiBABwIAOk1wyizd5PZd--QnqWlwosH_CFcU9gre-7vWr_krjpE0WGJ8abvQIq_N2eYuFxWU7fBIHrlFG0TFaKmGlXUiDPu-TFzZJlwn8/s1400/Foto%20'El%20chacal%20de%20Nahueltoro'.webp" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="657" data-original-width="1400" height="188" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnjOS-r_fdu3TwD_wqIz76KpBhkl9ivIRCLLa4JMAo293Ys4Mh3cm2XB2E4bnsR_V9jOK5fTPhVIPgfjecuzNiBABwIAOk1wyizd5PZd--QnqWlwosH_CFcU9gre-7vWr_krjpE0WGJ8abvQIq_N2eYuFxWU7fBIHrlFG0TFaKmGlXUiDPu-TFzZJlwn8/w400-h188/Foto%20'El%20chacal%20de%20Nahueltoro'.webp" width="400" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>"El chacal de Nahueltoro", de Miguel Littín (1969)</i></b></div></b><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">En el caso del cine chileno, un arte con escasa tradición en
el país, el origen del cambio se sitúa en el Encuentro de Cineastas que tuvo
lugar en Viña del Mar en marzo de 1967, dentro de un Festival que a partir de
entonces sería santo y seña de la producción del continente. La denuncia de la
dependencia y casi inexistencia que sufría el cine nacional se unió a un
replanteamiento de la situación como germen de un futuro mejor. La acción
proteccionista del Estado a través de Chile Films o de medidas fiscales
favorecedoras para la producción actuaron de manera positiva, dando origen a
películas muy significativas de esa etapa como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Tres tristes tigres</i>, de Raúl Ruiz, en 1968; o, al año siguiente, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El chacal de Nahueltoro</i>, de Miguel Littín,
y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Valparaíso, mi amor</i>, de Aldo Francia,
quien proseguiría su labor con <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ya no
basta con rezar</i> en 1972, sobre la radicalización ideológica de un sacerdote
católico.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">Radicalización que se iba extendiendo por todo el país entre
una clase dominante que veía perder sus privilegios, una burguesía con un poder
económico decreciente y un auge de las reivindicaciones y las luchas obreras y
campesinas. Pudo comprobarse en las elecciones de 1970, cuando Salvador Allende
llega al poder el 24 de noviembre, con una Unidad Popular que recoge el testigo
del histórico Frente Popular de la década de los 30. A ella se unen los
cineastas con entusiasmo, mediante un Manifiesto que resumiría de esta manera
su máximo inspirador, Miguel Littín: “Para nosotros,<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>el único arte cinematográfico es aquel que se compromete con las
luchas sociales y políticas del pueblo, que nos ofrece un instrumento al
servicio de las profundas transformaciones que se avecinan para nuestro país,
al servicio de los cambios de estructura y de la construcción del socialismo”.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZaPLDj-JifcCoyM62FdiDV9QBHMl04uhMzqkYujjHxyb7g50awuWk48vRdBqWjp-o5GAaOHDNWnLo51WaQqEDsA1-THzxYfANV34xsuk0MoOg3KS6h_Mcq_2LuKKEx4u9HdOVWP59c_DlkiUWfshw2-2u9SrVc88AFHzmeun6WYtvmID8pPYuWFoxdKY/s768/Foto%20'La%20batalla%20de%20Chile'.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="509" data-original-width="768" height="265" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZaPLDj-JifcCoyM62FdiDV9QBHMl04uhMzqkYujjHxyb7g50awuWk48vRdBqWjp-o5GAaOHDNWnLo51WaQqEDsA1-THzxYfANV34xsuk0MoOg3KS6h_Mcq_2LuKKEx4u9HdOVWP59c_DlkiUWfshw2-2u9SrVc88AFHzmeun6WYtvmID8pPYuWFoxdKY/w400-h265/Foto%20'La%20batalla%20de%20Chile'.jpg" width="400" /></a></div><i><div style="text-align: center;"><i><b>"La batalla de Chile", tres largometrajes de Patricio Guzmán</b></i></div></i><span style="font-size: 18.6667px; line-height: 115%;"><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">Esa búsqueda de un cine militante se concretaría no tanto en
el terreno de la ficción sino en el del documental, dentro del que surge una
figura determinante como Patricio Guzmán. </span><i style="font-size: 14pt;">El
primer año</i><span style="font-size: 14pt;">, referido al inicial del Gobierno de Allende, y </span><i style="font-size: 14pt;">La respuesta de octubre</i><span style="font-size: 14pt;">, sobre los
Cordones Industriales como focos de resistencia, son los que preceden a la
trilogía </span><i style="font-size: 14pt;">La batalla de Chile</i><span style="font-size: 14pt;"> que,
aunque comenzada durante ese periodo (incluyendo la tremenda imagen del cámara
argentino Leonardo Henricksen filmando su propia muerte por el disparo de un
soldado durante la asonada militar que fracasó el 29 de junio de 1973), tendría
que terminarla en el exilio. Junto a otras aportaciones documentales como las
que, del 12 al 15 de este mismo mes, muestra en Madrid la Filmoteca Española,
el magno trabajo de Guzmán constituirá el testimonio irremplazable del brutal
Golpe de Estado.</span></div></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">Testimonio, en su conjunto, “demasiado molesto para no acabar
con él“, según escribiría el crítico italiano Francesco Bolzoni en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El cine de Allende</i>. Y así, “el cine
chileno, lleno de entusiasmo, de éxitos, de dudas y de defectos, reflejaba el
surgimiento de unas tendencias que iban a ser abortadas aún antes de quedar
definidas. Y un día de septiembre, el cine chileno muere…”. Mientras, en
España, esas películas y otras ya de ficción, como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La tierra prometida</i>, de Littín, eran recibidas con expectación
cuando no arrebatado entusiasmo por parte de jóvenes antifranquistas que veían
reflejadas sus esperanzas revolucionarias en aquellas “grandes alamedas” de la
libertad de las que hablase el último mensaje de Salvador Allende.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">Impresionante fue, en este sentido, la acogida al ciclo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cine latinoamericano de intervención</i>
(que incluía varios títulos chilenos ya citados) en el modélico Festival de
Benalmádena, concretamente en su octava edición de noviembre de 1976. El
entusiasmo alcanzó límites espectaculares con la proyección de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La batalla de Chile</i>, pese a la
limitación por orden gubernativa del número de sus pases y de que la policía
prohibiese la celebración de un debate con Patricio Guzmán tras la proyección
del film. Acogida, no tan triunfal, pero que se repetiría al programarse las
principales obras del cine chileno en las entonces llamadas Salas Especiales o
de Arte y Ensayo, cuando ya la censura había dejado de existir en España.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyV7qGmbWGffzk3wweEKEd4jlqKl2xTA4icdbMdmyt6ph1OM_umbpDV7xI9HVFvcvH94Oj0SbjDLDXeKxkoqPpeWsN6bgJDNxiI-0qciZGMEpV1C4tLe6iaA0AURp_s-swvMF6E0vD3JqQMQTVnntpd_5igFHoZ9PMgnJqK6ZNPodgdOgYH1oFYYUMMwo/s362/Foto%20de%20Violeta%20Parra.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: x-small;"><img border="0" data-original-height="362" data-original-width="340" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyV7qGmbWGffzk3wweEKEd4jlqKl2xTA4icdbMdmyt6ph1OM_umbpDV7xI9HVFvcvH94Oj0SbjDLDXeKxkoqPpeWsN6bgJDNxiI-0qciZGMEpV1C4tLe6iaA0AURp_s-swvMF6E0vD3JqQMQTVnntpd_5igFHoZ9PMgnJqK6ZNPodgdOgYH1oFYYUMMwo/w301-h320/Foto%20de%20Violeta%20Parra.jpg" width="301" /></span></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><b style="font-size: 14pt;"><i>Violeta Parra y Víctor Jara</i></b></div><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><img border="0" data-original-height="450" data-original-width="800" height="181" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7sSzMYqhPXZXmq8wtrehOd2PpIPXsEHdtCW4pU7jbUA51StpsbynCMV5D7q6vWp80M8dfrN8wUsvEfdC3DtRzsbpVjIwZ6Z2_GKdcQXpIVxmr7JOaqszAcwJiK8oB9j1C_EBQKWhOGR3Fa04_VzMW2x_4jghnYAsdeDZqMZDtwDFkwEFhzHZcMM_8Sx8/w320-h181/Foto%20de%20V%C3%ADctor%20Jara.webp" width="320" /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7sSzMYqhPXZXmq8wtrehOd2PpIPXsEHdtCW4pU7jbUA51StpsbynCMV5D7q6vWp80M8dfrN8wUsvEfdC3DtRzsbpVjIwZ6Z2_GKdcQXpIVxmr7JOaqszAcwJiK8oB9j1C_EBQKWhOGR3Fa04_VzMW2x_4jghnYAsdeDZqMZDtwDFkwEFhzHZcMM_8Sx8/s800/Foto%20de%20V%C3%ADctor%20Jara.webp" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><br /></a></div><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">Pero aquellos jóvenes de trenca y pantalón de campana,
aquellas jóvenes de jersey de cuello vuelto y falda corta se sentían atraídos,
incluso más que por el cine, por la canción popular chilena. Nombres como
Violeta Parra, con su enorme capacidad poética, que trasmitió a sus hijos
Isabel y Ángel; Víctor Jara, de especial sensibilidad al comunicar los
sentimientos amorosos; el grupo Quilapayún, con temas de fuerte contenido
político, o Inti-Illimani, que solía arrancar de profundas raíces folklóricas,
se convirtieron en plenamente familiares para toda una generación de
españolitas y españolitos. Sus temas ascendían a las cumbres de las listas de
éxitos, eran emitidos sin parar en las radios y constituían un alimento
imprescindible para sobrevivir en tiempos tan difíciles como lo fueron los
estertores del franquismo y los comienzos de la democracia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">Se cantaba entre todos el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Gracias
a la vida</i>, de Violeta Parra, o la cáustica <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Qué dirá el Santo Padre</i>; se miraba a los ojos y se amaba con el
Víctor Jara de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Te recuerdo, Amanda </i>o
se reivindicaba al compás de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">¡A
desalambrar!</i>, y se iba a manifestaciones con el empuje del Quilapayún de la
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cantata de Santa María de Iquique </i>y
de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El pueblo unido jamás será vencido</i>,
que compartieron con Inti-Illimani. En el triunfo y el fracaso de la Unidad
Popular, en el ejemplo de un Allende que creyó hasta su muerte en poder llegar al
socialismo por la vía democrática y no por las armas, en el pleno rechazo a un
tipo de Golpe de Estado y de dictadura militar que tanto conocían, miles y
miles de españoles se sintieron también chilenos, adoptaron como suyo un país al
que abrazaban, y percibían como algo propio cuanto de él les llegaba a través
de las pantallas y los transistores.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjb5M6Jhxa3X0q19DcbhY4VKi6JU53teWygh_VKUQ373uIAX6uM8CvK0MNs_zN_ggfNo4kZMTVTWiHgC8Muj3pEZ4CVQpYzrl25Xmzkn-6A20sej71haklfcd8XcexqBxEYwxpEI0Mcz8UucgOg0Y3qCKzqb8KhPT1N8CsJ3FdRJL7AoOBJeVO_GiZDwhQ/s259/Foto%20con%20frase%20Allende%20sobre%20las%20alamedas.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="194" data-original-width="259" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjb5M6Jhxa3X0q19DcbhY4VKi6JU53teWygh_VKUQ373uIAX6uM8CvK0MNs_zN_ggfNo4kZMTVTWiHgC8Muj3pEZ4CVQpYzrl25Xmzkn-6A20sej71haklfcd8XcexqBxEYwxpEI0Mcz8UucgOg0Y3qCKzqb8KhPT1N8CsJ3FdRJL7AoOBJeVO_GiZDwhQ/w400-h300/Foto%20con%20frase%20Allende%20sobre%20las%20alamedas.jpg" width="400" /></a></div><span style="font-size: 14pt;"><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">Han pasado cincuenta años de la irrupción de la barbarie y la
represión de la Junta Militar encabezada por Augusto Pinochet, la que “desapareció”
a miles de personas o las encerró en campos de exterminio; como a más de doce
mil en solo el Estadio Nacional de Santiago, entre ellas a un ídolo popular como
Víctor Jara, al que torturaron salvajemente hasta su muerte. Medio siglo, sí,
pero que no puede hacer olvidar las percutientes imágenes de </span><i style="font-size: 14pt;">La batalla de Chile</i><span style="font-size: 14pt;"> o las palabras de </span><i style="font-size: 14pt;">Te recuerdo Amanda</i><span style="font-size: 14pt;">, las que aseguraban
que ella corría hacia la fábrica por una calle mojada para encontrarse con su
Manuel, con quien la vida era eterna en cinco minutos…</span></div></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-size: medium;"><u><br /></u></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="color: red; font-size: large;"><u>La dimensión mundial de "Missing"</u></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-size: medium;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; color: red; font-weight: bold; text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9RnnM2XaB1kp6Jxnyud7r8_6AU5OtXsSUaOXdygKg5SWdUuPLhBN20TfGeTdtx98XtJZzA9n4qw6h7FjV0EOnq7ZuLXKMFA6zu2npFd364gOMmabNEG46fBpIvE-n9UsAKt8UdT-RE55-zu4AQFLuWn6rV7p91TmvZTocBAretaAdSgm-Siu7zWRNOn8/s656/Foto%20de%20'Missing'.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="359" data-original-width="656" height="219" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9RnnM2XaB1kp6Jxnyud7r8_6AU5OtXsSUaOXdygKg5SWdUuPLhBN20TfGeTdtx98XtJZzA9n4qw6h7FjV0EOnq7ZuLXKMFA6zu2npFd364gOMmabNEG46fBpIvE-n9UsAKt8UdT-RE55-zu4AQFLuWn6rV7p91TmvZTocBAretaAdSgm-Siu7zWRNOn8/w400-h219/Foto%20de%20'Missing'.jpg" width="400" /></a></span></div><span style="font-size: medium;"><br /><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">Fue en el Festival de Cannes de 1982 Palma de Oro y Premio al
Mejor Actor para Jack Lemmon por su inolvidable interpretación de Ed Horman, el
“padre coraje” que va a buscar el rastro de su hijo, Charles, a un Chile
asolado por el Golpe de Estado militar. Tras cuatro nominaciones, una de ellas
a Mejor Película, fue después Oscar al Mejor Guion Adaptado, entre otros muchos
galardones para el film de Costa-Gavras.</span></div></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">Esa búsqueda sintetiza la que tantos familiares chilenos
emprendieron para encontrar las huellas de sus hijos y nietos, “desaparecidos”
por la dictadura de Pinochet. <i>Missing</i>
logró, con las mejores armas del cine norteamericano y el talento de Gavras, aportar
una dimensión mundial a tal represión, conmoviendo a los espectadores por la
evolución moral del personaje de Lemmon, desde la desconfianza hasta la rebelión
ante el asesinato de su hijo y la constatación del papel fundamental que la CIA
había jugado en el Golpe.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><br /></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b>(Publicado en "El Cultural", 8-14 de septiembre de 2023).</b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><o:p> </o:p></span></p><br /><p></p>Fernando Larahttp://www.blogger.com/profile/04801527155127581221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7113441281388187074.post-80916882848344681142023-07-14T03:43:00.007-07:002023-07-18T04:26:13.501-07:00Ana Mariscal, entre luces y sombras<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgdNRQ_JbfXOz-vSwlLh6LC_UDNpYTXWta1RSvVJIwGWOuHbLYsERyPIjHWS7ueFn82D7FrJ3nXMOVm-ir1RvK6RmHLskF_-aI25QFZk6di-ZhcBpGWLdESS2ttGRLjJ2MrSledutL2TizRxAIV_q6d_FBN713Olv9K6FNgcR_SBRqHnCpm614rdlqJ0LY/s285/Foto%20Ana%20Mariscal%20con%20c%C3%A1mara.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="285" data-original-width="240" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgdNRQ_JbfXOz-vSwlLh6LC_UDNpYTXWta1RSvVJIwGWOuHbLYsERyPIjHWS7ueFn82D7FrJ3nXMOVm-ir1RvK6RmHLskF_-aI25QFZk6di-ZhcBpGWLdESS2ttGRLjJ2MrSledutL2TizRxAIV_q6d_FBN713Olv9K6FNgcR_SBRqHnCpm614rdlqJ0LY/w269-h320/Foto%20Ana%20Mariscal%20con%20c%C3%A1mara.jpg" width="269" /></a></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">La popularidad que le dio </span><i style="font-size: 14pt;">Raza</i><span style="font-size: 14pt;">,
la película “inventada” por Franco, fue también una sombra que le persiguió
durante toda su vida. Aquella Marisol Mendoza, la protagonista de la película
para la que fue elegida por el mismísimo dictador tras verla en </span><i style="font-size: 14pt;">El último húsar</i><span style="font-size: 14pt;">, supuso para Ana
Mariscal la formación de una imagen que no se corresponde del todo con la
realidad. En especial, por ser –además de destacada actriz– la primera cineasta
española tras la Guerra Civil en una época nada favorable para tal empeño, con
tres títulos que merecen detenida consideración: su opera prima, de 1952, </span><i style="font-size: 14pt;">Segundo López, aventurero urbano</i><span style="font-size: 14pt;">, y </span><i style="font-size: 14pt;">Con la vida hicieron fuego</i><span style="font-size: 14pt;"> y </span><i style="font-size: 14pt;">El camino</i><span style="font-size: 14pt;">, cinco y diez años posteriores,
respectivamente.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpDezZsnC9rHe1_Ew_jdOE_5dY0alhWbpmDi3uOXkvZVsNeR81jmDtnEfdTMshIkjA9aucS2hS-TISzIBJc1S769jdq_1UeOlk4wBoASMJ7UnnwSYfXnm3HnT2L3rQMVyMYQLWWVMvn8BIMm3zCZrco37vakaTNuX5wK2oEAb4NAPOLiPq97nR_5bRoN4/s302/Foto%20'Segundo%20L%C3%B3pez...'.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="167" data-original-width="302" height="221" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpDezZsnC9rHe1_Ew_jdOE_5dY0alhWbpmDi3uOXkvZVsNeR81jmDtnEfdTMshIkjA9aucS2hS-TISzIBJc1S769jdq_1UeOlk4wBoASMJ7UnnwSYfXnm3HnT2L3rQMVyMYQLWWVMvn8BIMm3zCZrco37vakaTNuX5wK2oEAb4NAPOLiPq97nR_5bRoN4/w400-h221/Foto%20'Segundo%20L%C3%B3pez...'.jpg" width="400" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>"Segundo López, aventurero urbano" (1952)</i></b></div></b></div><p></p><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">Fue más que esperanzador el debut de Ana Mariscal con aquel <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Segundo López… </i>de aires neorrealistas,
pero también poéticos y sentimentales, aspectos centrados en la mujer confinada
en su cama por una enfermedad terminal y que ella interpretaba. Pero la bondad
del personaje central y su amigo sobrevenido, el pícaro “Chirri”, chocaban con un
entorno que Luis Deltell, en su <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Madrid en
el cine de la década de los cincuenta</i>, describía con precisión, al realzar que
en ella la capital “aparece como una ciudad donde hay hambre, donde la gente
llega a morir por una dieta insuficiente y el frío se filtra por las paredes de
las infraviviendas. La miseria en las calles, los bares y las habitaciones de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Segundo López…</i> es tremenda y cruel. Ana
Mariscal, como muy pocos directores, mostró un Madrid paupérrimo, hambriento y
enfermo”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">Visión que, pese a provenir de una actriz mimada por el
Régimen, no le valió para que su opera prima fuese bien considerada
oficialmente, sino más bien como “una puñalada”, porque “presentar una España
así, es algo que no se debe hacer”, según dijeron a su directora. Hasta el
punto de clasificar al film en la peor categoría posible, la Tercera, que le
dejaba fuera de todo el sistema de cuotas de pantalla y de distribución
entonces existente y, por tanto, al margen de cualquier explotación comercial.
Valentín Javier, el director de fotografía, marido de Ana y productor con ella
de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Segundo López…</i>, confesaba que
recurrieron esa decisión “para tratar de aminorar la pérdida del millón de
pesetas que había costado”, modificando el final para agradar más a los
censores. Lo más que consiguieron fue subir un peldaño hasta Segunda categoría,
algo menos perjudicial, pese a lo cual las deudas de Bosco Films, la firma que
habían creado entre los dos, permanecerían durante mucho tiempo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjX6TSCrulSFBAXjMoaOQXZZtH01YcQ-_V2WgynY-x_xaix3GR8fkXsrXm0b7TmksI0ynyVNxfXEIGKQckp7jgAjJbeZwBG0iJ7l9W39dhlyrmdfqJC7k4CaSeuvCfkAsulePZE7cKt7Y9t8QOfBs9ALtWh8Ad5m6Ipb5Bon0BegVDaxWnpCRFjtbuHd5Q/s1280/Foto%20'El%20camino'%20pel%C3%ADcula.webp" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="1280" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjX6TSCrulSFBAXjMoaOQXZZtH01YcQ-_V2WgynY-x_xaix3GR8fkXsrXm0b7TmksI0ynyVNxfXEIGKQckp7jgAjJbeZwBG0iJ7l9W39dhlyrmdfqJC7k4CaSeuvCfkAsulePZE7cKt7Y9t8QOfBs9ALtWh8Ad5m6Ipb5Bon0BegVDaxWnpCRFjtbuHd5Q/w400-h225/Foto%20'El%20camino'%20pel%C3%ADcula.webp" width="400" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>"El camino" (1962)</i></b></div></b><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">Si en su día Miguel Delibes pensaba que con este primer
trabajo suyo tras la cámara, la popular actriz “ha conseguido no sólo un ensayo
neorrealista digno de consideración, sino uno de los films más estimables que
se han hecho en España”, a él recurrió ella casi una década después para
adaptar <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El camino</i>, la tercera novela
del escritor castellano. El despertar a la vida de Daniel el Mochuelo, Roque el
Moñigo y Germán el Tiñoso, sus relaciones con la niña Uca-Uca ,la joven La Mica,
las dos hermanas Guindilla y el conjunto de los mayores del pueblo (con mención especial para el trabajo de Julia Caba Alba y Joaquín Roa), se reflejan
en la película con sensibilidad y fluidez narrativa, hasta lograr un acertado
retrato de paisajes y paisanajes, donde “yo trataba de mostrar que no siempre
llegar a más es lo más importante”, en palabras de su directora.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">Años después, en 1977, Josefina Molina volvería a adaptar el
relato mediante una excelente miniserie televisiva para Televisión Española. Su
enfoque era distinto, más amargo y duro que el poético de Ana Mariscal, pero
ambos resultaron válidos. Para Delibes, mejor en el caso de la serie, quizá
porque podía desarrollar una trama amplia con mayor detenimiento que la
síntesis que efectuó José Zamit en su guion para la gran pantalla. La actriz
fue consciente de “eso tan arduo de hacer una película de una novela. La visión
de un director de cine, de otro ser humano, necesariamente tiene que ser
distinta, pero eso no le resta fidelidad cuando esa fidelidad quiere ser
absolutamente respetuosa con el autor”.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNKYBEElEdAyWxoN1XWZcS_0HEysGeho4q3EFBBRkuDkA4mjcYhijYeZkLMMW7iQ45KEgp8SIBKE8TGAqrsOBI6QDsgAZ2t4_BuaVtueRNF5CjOOVcUBfObIOJLqURMf3y1eZDSYCmK7QEpcmti1NUwtpSReA3cKJU3TjQXYxuyY_m3_Ko7UwO4tQ4cqw/s1280/Foto%20'Con%20la%20vida%20hicieron%20fuego'.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="1280" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNKYBEElEdAyWxoN1XWZcS_0HEysGeho4q3EFBBRkuDkA4mjcYhijYeZkLMMW7iQ45KEgp8SIBKE8TGAqrsOBI6QDsgAZ2t4_BuaVtueRNF5CjOOVcUBfObIOJLqURMf3y1eZDSYCmK7QEpcmti1NUwtpSReA3cKJU3TjQXYxuyY_m3_Ko7UwO4tQ4cqw/w400-h225/Foto%20'Con%20la%20vida%20hicieron%20fuego'.jpg" width="400" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>"Con la vida hicieron fuego" (1957)</i></b></div></b><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">De cualquier forma, no era <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El camino</i> la primera adaptación de una novela por parte de Ana
Mariscal. Ya <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Segundo López…</i> lo hacía
respecto al texto del bohemio periodista Leocadio Mejías. Y también el tercero
de los films más significativos de su realizadora, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Con la vida hicieron fuego</i>, de 1957, estuvo basado en la novela homónima
de Jesús Evaristo Casariego, hombre de la extrema derecha asturiana. Ella definió su película como “una llamada a la
reconciliación entre los españoles, de superación de las heridas de la Guerra
Civil”, y de hecho sorprendió no solo el protagonismo del personaje de
Armandina, la viuda de un combatiente republicano interpretada por la propia
directora, sino la toma de postura que quedaba reflejada cuando Quico, el
indiano que se había enriquecido en América y que regresaba a su pueblo
asturiano, pronunciaba unas frases que incluso figuraron en el título: “Vivimos
en un incendio que todos hemos provocado. Y estamos haciendo fuego con nuestras
propias vidas”, idea tan lejana de la Gloriosa Cruzada propagada por el
franquismo. Tampoco el éxito comercial sonrió a la película, lo que significó otro
grave quebranto para la productora del matrimonio, la citada Bosco Films, y su
apuesta por un cine claramente comercial desde <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La quiniela</i>, en 1959.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">Coincidía paradójicamente esta propuesta de reconciliación
con la lanzada por el Partido Comunista en similares fechas. Y digo
paradójicamente porque justo antes de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El
camino</i>, Ana Mariscal se lanzó a un empeño burdamente anticomunista, como
fue <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Occidente y sabotaje</i> (1962),
titulado en origen <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Golpe terrorista</i>,
aunque ella, que encarnaba a la calculadora dirigente de la célula marxista, defendió
su propósito de hacer “una película más policiaca que política”, lo que no era
cierto.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">Luces y sombras, siempre, en la trayectoria de una mujer que
se hizo famosa como actriz, sobre todo dramática (aunque en su etapa argentina
cultivaría con éxito la “alta comedia”), que también practicó la literatura,
que fue profesora en la Escuela de Cine de entonces, que acabó dedicándose casi
por entero al teatro, y que en varias de estas facetas fue una adelantada a su
tiempo. Así la están contemplando diversas ensayistas (Sonia García López,
Victoria Fonseca, Nancy Berthier, Marina Díaz), todas ellas mujeres que la
entienden en tal dimensión, antes ignorada o dejada en muy segundo plano.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTsLuBk1VjOqUIdPM7Tz4TDhNNwDbUCI9Gj2H8UvNAjGD1Ol6mBPj4FwSEkJWPuQoGzmH-h9uKKp9EzE9eM9h60xbMtnKPqfYx2PJFlgug-uURxCTa9g1u48thOkeN25fRqlM5UODGZNjVaADVXcuR9-k7Z5pfxQ43jlVo5q08_X5pIeAnQEQXCu_4aZ4/s1200/Foto%20cartel%20Ciclo%20Ana%20Mariscal%20en%20Filmoteca%20Espa%C3%B1ola.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="960" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTsLuBk1VjOqUIdPM7Tz4TDhNNwDbUCI9Gj2H8UvNAjGD1Ol6mBPj4FwSEkJWPuQoGzmH-h9uKKp9EzE9eM9h60xbMtnKPqfYx2PJFlgug-uURxCTa9g1u48thOkeN25fRqlM5UODGZNjVaADVXcuR9-k7Z5pfxQ43jlVo5q08_X5pIeAnQEQXCu_4aZ4/w256-h320/Foto%20cartel%20Ciclo%20Ana%20Mariscal%20en%20Filmoteca%20Espa%C3%B1ola.jpg" width="256" /></a></div><span style="font-size: 14pt;"><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">El ciclo que desarrolla Filmoteca Española con motivo del falso
Centenario de su nacimiento –Ana Mariscal vino al mundo realmente en 1921– incluye
las importantes restauraciones de </span><i style="font-size: 14pt;">Segundo
López…</i><span style="font-size: 14pt;"> y </span><i style="font-size: 14pt;">El camino</i><span style="font-size: 14pt;">, pero también
películas “alimenticias” entre su docena de realizaciones, como </span><i style="font-size: 14pt;">Feria en Sevilla</i><span style="font-size: 14pt;">, </span><i style="font-size: 14pt;">Los duendes de Andalucía</i><span style="font-size: 14pt;"> o </span><i style="font-size: 14pt;">Vestida
de novia</i><span style="font-size: 14pt;">. Muestra que ojalá sirva para lograr la suficiente distancia
crítica sobre una filmografía sin duda reveladora de un tiempo, una circunstancia
y un país.</span></p></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><b>(Publicado en la edición digital de "El Cultural" el 14 de julio de 2023).</b></span></p><br /><p></p>Fernando Larahttp://www.blogger.com/profile/04801527155127581221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7113441281388187074.post-23152069544782692482023-06-02T02:58:00.008-07:002023-07-18T03:40:01.871-07:00Los asesinos están entre nosotros<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhVWegNBx9zkjaIbnIN4Vtizxg4tipR3MnC3QquUdKvlGX8qxPExr92xgEpGdfHfaqhUEGITvOEc7a8X4phIoel3eBJNl9b2zoj9pXiIVLasqvOanK_UEh1_ochaDCC1wRGEP93VdwRhvolf4SMuUqXS-hq2P64qJj_x5zaGiE6d3ZQjPlMW-uv7ATyrC4/s1024/Foto%20portada%20guion%20'7%20d%C3%ADas%20de%20enero'.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1024" data-original-width="687" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhVWegNBx9zkjaIbnIN4Vtizxg4tipR3MnC3QquUdKvlGX8qxPExr92xgEpGdfHfaqhUEGITvOEc7a8X4phIoel3eBJNl9b2zoj9pXiIVLasqvOanK_UEh1_ochaDCC1wRGEP93VdwRhvolf4SMuUqXS-hq2P64qJj_x5zaGiE6d3ZQjPlMW-uv7ATyrC4/w215-h320/Foto%20portada%20guion%20'7%20d%C3%ADas%20de%20enero'.png" width="215" /></a></div><p style="text-align: justify;"><i style="font-size: large;"><b>Texto incluido en el volumen con el guion de "7 días de enero", de Juan Antonio Bardem y Gregorio Morán, publicado en la Colección Espiral de Setenta Teclas, editado por Ocho y Medio, y que fue presentado en la Academia de Cine el 2 de junio de 2023. Estas breves páginas sirven de introducción a las declaraciones que Bardem efectuase para el semanario "La Calle" con motivo del estreno de la película:</b></i></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">Estas declaraciones de Juan Antonio Bardem, que yo mismo
recogí, se publicaron en el hoy desaparecido semanario </span><i style="font-size: 14pt;">La Calle</i><span style="font-size: 14pt;"> del 6 de febrero de 1979. Todavía faltaba más de un mes
para que </span><i style="font-size: 14pt;">7 días</i><span style="font-size: 14pt;"> </span><i style="font-size: 14pt;">de enero</i><span style="font-size: 14pt;"> se estrenase en Madrid, el 28
de marzo, en los cines Bulevar y Tívoli, en los que permanecería hasta mayo. No
eran precisamente locales de la Gran Vía ni de la calle Fuencarral, donde se
concentraban los grandes estrenos, porque –lo señalaba el propio Bardem– las
principales salas se habían negado a exhibirla e incluso el distribuidor,
Manuel Salvador, decidió retirar el nombre de su empresa de los títulos de
crédito por temor a las reacciones.</span></p><p style="text-align: justify;">
</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">Había miedo, sí, en esta España que vivía difíciles momentos
de la Transición política desde el franquismo hacia la democracia. Con
suficiente motivo, como demostró la violencia de los Guerrilleros de Cristo Rey
contra muchos locales donde se proyectaba. Porque no era una película
cualquiera, sino la que reflejaba uno de los hechos más terribles de la
Historia reciente de nuestro país: la llamada “matanza de Atocha” del 24 de enero
de 1977, cuando pistoleros de extrema derecha asesinaron a tres abogados
laboralistas, un estudiante de Derecho que colaboraba con ellos y un empleado
administrativo del despacho de Atocha 55, dejando malheridos a otros cuatro abogados.
Una auténtica <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“noche trágica”</i> con la
que se iniciaba una semana de máxima tensión, la de esos siete días de enero
que Bardem señalaba en su título y que documentaba la primera secuencia del
film.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">Secuencia de inicio que poseía un carácter documental cara al
espectador, como lo tendrían las últimas, con las emotivas imágenes del cortejo
fúnebre de las víctimas de Atocha a hombros de sus camaradas. De ese entierro
nacerían muchas cosas importantes, entre ellas la legalización del Partido
Comunista de España y la consideración generalizada de que se trataba de una
fuerza política que, tras luchar como ninguna otra contra la dictadura, habría
de jugar un papel fundamental en el tránsito hacia la democracia. Porque aunque
Bardem no utilizase más que estas partes directamente documentales, sin duda la
realidad vivida subyace en las imágenes de ficción de la película y las
determina, en un ejercicio nada habitual dentro del cine español del momento. E
incluso en el suyo propio donde, tras <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El
puente</i>, había reencontrado su vocación de plasmar la vida de un país en profundo
reconocimiento de sí mismo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">Porque <i style="mso-bidi-font-style: normal;">7 días de
enero</i> respondía plenamente a lo que Bardem siempre había querido hacer,
volviendo al camino de las ya lejanas <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Muerte
de un ciclista </i>o <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Calle Mayor</i>,
pero dotándolo de ese sustrato documental que acabo de citar, ayudado decisivamente
en el guion por el periodista Gregorio Morán. Dentro de ese carácter
fundamental de “recuperación” a todos los niveles que caracteriza al cine
español de la Transición, él no retrocedía hasta la Guerra Civil ni a usos y
costumbres de décadas pasadas, sino que se refería a un hecho todavía muy
presente en la memoria de los ciudadanos. Que no podían ni querían olvidar <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“aquellos días y noches de cuchillos largos”</i>,
donde el miedo a una involución irremediable se hizo patente, igual que
sucedería cuatro años después en el intento de Golpe de Estado del 23 de
febrero. No, Bardem, hablaba de que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“la
realidad vuelve al galope”</i>, según plantease Edmond de Rotschild como propuesta
moral y estética.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">Con un enfoque que generó numerosas polémicas, incluso en el
seno de su propio partido: él mismo lo señalaba en otras declaraciones, citando
incluso con nombre y apellido a su principal oponente. Elegir poner el foco en
los verdugos, y más exactamente sobre uno, en lugar de en las víctimas no fue
bien entendido por muchos, entre ellos varios de los heridos en el atentado y
otros correligionarios. No entendían por qué detenerse en aquellos asesinos y
no en quienes habían caído bajo sus balas, en esos <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“cinco segundos que dura el disparo de dieciséis balas del 9 largo”</i>,
que mencionaba el propio Bardem. El hecho de mostrar en tres ocasiones y con
distintas miradas la masacre no compensaba, en opinión de sus críticos, la
elección de los pistoleros como centro del relato. Pero ya lo recogía el
titular de la doble página de la entrevista, el propósito básico para Bardem
era subrayar hasta qué punto, en ese momento, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“los asesinos están entre nosotros”</i>, frase con la que rememoraba
aquel film de Wolfgang Staudte de idéntico nombre, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Die Mörder sind unter uns</i>, el primero rodado en la Alemania
postbélica (concretamente en la entonces RDA) y que denunciaba hasta qué punto
el nazismo seguía infiltrado en la vida germana, pese a su derrota.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">Por ello, no es casual que fuera <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La Calle</i>, revista considerada cercana al PCE, la que publicase
estas declaraciones de Bardem a mes y pico vista del estreno de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">7 días de enero</i>. Y que en lugar del típico
formato de preguntas y respuestas, yo (también redactor-jefe de la revista)
eligiese un estilo distinto, que las convertían en casi un manifiesto del cineasta
sobre el enfoque y contenido de su trabajo, dirigiéndose así en voz alta a la
parte hostil de sus correligionarios. Baste decir que sus palabras, que ahora
se reproducen en estas páginas, alcanzaron un notable eco que contribuyó
positivamente, sin duda, a la trayectoria pública de la película, de lo que me
congratulo pasados tantos, tantísimos años.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnKJtGWPSnj6Rpt-dNXNGUgV5nVawjTJK2_UGcND6--aQQ8ximZfli0mCMJZibq-afmqmrCh1C1SXHqvj6N4leTYjRmDSmctc0E3vEM4Fte9C0A3gr7FKkr3KkQO83e_Nk3pMq2HobM8Tsxx9Idt7KYu-dOc_VUZMXYZuPxe13kKADGim3Fl-jvK9Dg0Q/s1890/Foto%20presentaci%C3%B3n%20guion%20'7%20d%C3%ADas%20de%20enero'.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1890" height="229" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnKJtGWPSnj6Rpt-dNXNGUgV5nVawjTJK2_UGcND6--aQQ8ximZfli0mCMJZibq-afmqmrCh1C1SXHqvj6N4leTYjRmDSmctc0E3vEM4Fte9C0A3gr7FKkr3KkQO83e_Nk3pMq2HobM8Tsxx9Idt7KYu-dOc_VUZMXYZuPxe13kKADGim3Fl-jvK9Dg0Q/w400-h229/Foto%20presentaci%C3%B3n%20guion%20'7%20d%C3%ADas%20de%20enero'.jpg" width="400" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>Presentación del guion de "7 días de enero" en la Academia de Cine. </i></b></div><div style="text-align: center;"><b><i>De izquierda a derecha, Diego Sabanés, María Bardem, Gregorio Morán y Carlos López</i></b></div></b><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><br /></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p><span style="font-size: medium;"><i></i></span><p></p>Fernando Larahttp://www.blogger.com/profile/04801527155127581221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7113441281388187074.post-36102052194994657272023-05-30T13:12:00.093-07:002023-07-17T13:57:42.437-07:00Anatomía de una más que notable edición de Cannes<p> </p><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Lo primero es completar el párrafo final de la anterior
crónica que, por un fallo de edición, quedó cortado. Al realzar “la
transformación positiva que está experimentando el cine documental”, decía yo que
sus mejores ejemplos “se alejan del todo, afortunadamente, del tradicional
esquema de las cabezas parlantes”. Y entre esos títulos valiosos citaba en
concreto <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Les filles d’Olfa</b>, de la
tunecina Kaouther Ben Hania, que ha sido galardonado con el premio L’oeil d’or’
dedicado en Cannes a este género, junto con otro film destacable, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">La madre de todas las mentiras</b>, de su
compañera marroquí Asmae El Moudir, también premiado en la sección paralela Un
Certain Regard por su Dirección y que indica el auge del documental en el
Magreb.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgE31aeNoOSisbBReKqiJdmX_3orpSRd11Oq-m62MyO-MImLM3i_6awmWKiVgEf8dlzC7eegxoA_TbiMvAQQsJwogFN8GwiW3QYEXE-rdCmhg8R5cwftDlR8hnCzEMaTQqesOYZ5SCsVGJM1_mkuzUEFli3vWTefgWjEszOyXiEx6w8vrMrO_mXK-zyiIk/s2000/Foto%20'The%20Old%20Oak'.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1333" data-original-width="2000" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgE31aeNoOSisbBReKqiJdmX_3orpSRd11Oq-m62MyO-MImLM3i_6awmWKiVgEf8dlzC7eegxoA_TbiMvAQQsJwogFN8GwiW3QYEXE-rdCmhg8R5cwftDlR8hnCzEMaTQqesOYZ5SCsVGJM1_mkuzUEFli3vWTefgWjEszOyXiEx6w8vrMrO_mXK-zyiIk/w320-h213/Foto%20'The%20Old%20Oak'.jpg" width="320" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>"The Old Oak", de Ken Loach</i></b></div></b><span style="line-height: 115%;"><div style="font-size: 18.6667px; text-align: justify;"><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Lo segundo es referirme a las obras de aquellos directores
que todavía quedaban fuera del cierre de la segunda crónica. Entre ellos, y
dejando al margen la nueva banalidad de Wes Anderson en <b>Asteroid City</b>, destacaron dos ilustres veteranos: Ken Loach, con un
<b>The Old Oak</b> pleno de inspiración y solidaridad
con los refugiados sirios expuestos al racismo y la xenofobia de muchos
británicos, aunque la resonancia de la película disminuyó al ser programada en
último lugar de la Sección Oficial. Y asimismo Marco Bellocchio, con <b>Rapito</b>, excelente nueva inmersión del
gran cineasta italiano en la Historia de su país, ahora durante el pontificado
del “Papa Rey” Pío IX, en 1858; cuando el poder de la Iglesia se veía ya cuestionado
por la sociedad civil, que se negaba a aceptar privilegios que hasta incluían
el rapto de niños judíos para ser educados en la fe católica.<o:p></o:p></span></p></div><div style="font-size: 18.6667px; text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; font-size: 18.6667px; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizNcY1KnhZxijJwP3kkdxtwgPDUqmISw7PkOlMun441cP4cG3p-2mF8E9IRz0jj7xGaDuACR0joalNFpHikiJX4JMfkaFrqG59VuKsW4XlX9-lewdaIfrDtUIjlzoYyQInculu5ZeKcDtXpBihMVLLbnOieriptvuoKhQiLam-HQxTthsCnS3QWSQMouc/s640/Otra%20foto%20'Il%20sol%20dell'avvenire'.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="333" data-original-width="640" height="209" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizNcY1KnhZxijJwP3kkdxtwgPDUqmISw7PkOlMun441cP4cG3p-2mF8E9IRz0jj7xGaDuACR0joalNFpHikiJX4JMfkaFrqG59VuKsW4XlX9-lewdaIfrDtUIjlzoYyQInculu5ZeKcDtXpBihMVLLbnOieriptvuoKhQiLam-HQxTthsCnS3QWSQMouc/w400-h209/Otra%20foto%20'Il%20sol%20dell'avvenire'.jpg" width="400" /></a></div></div><div style="text-align: justify;"><b><div style="text-align: center;"><b><i>"Il sol dell'avvenire", de Nanni Moretti</i></b></div></b><div style="text-align: justify;"><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Por su parte, Nanni Moretti vuelve con <b>Il sol dell’avvenire</b> a aquel cine personalista y egocéntrico, pero
también divertido y diferente, que le dio fama en la etapa de <b>Caro Diario</b> y <b>Abril</b>; Wim Wenders se pasea en <b>Perfect
Days</b> por las calles de Tokyo en compañía de un taciturno limpiador de
váteres públicos (cuyo intérprete, Köji Yakusho, ha sido galardonado con el
Premio al Mejor Actor), lo que origina una película más bien secreta, y el
vietnamita afincado en Francia Tran Anh Hung, que llevaba desaparecido un
tiempo regresa con fuerza merced a <b>La
passion de Dodin Bouffant</b>, donde pasea su cámara por decenas de exquisitos
y refinados platos, lo que le ha valido el Premio a la Mejor Dirección del
Jurado internacional, presidido por Ruben Östlund, vencedor del Festival por
segunda vez el pasado año.<o:p></o:p></span></p></div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEYlKu4Zt7xMDa6zbFwBV_nDcwc_DgEOnZkGfKjqoLx8lIlKwPk64b887haFCI1TM2lYkGPSDuqW_QlhU60LxQx7vvVk5jj8I4bZGO9zjo9QdB5o2ZafL6L2xgS3ILkNROElzIviBxriSnc2OeWbc64pPfkihGtKvtgN1fZxcjmjmzdvMxGwD9mBRDj8Y/s640/Otra%20foto%20'Anatomie%20d'une%20chute'.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="333" data-original-width="640" height="209" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEYlKu4Zt7xMDa6zbFwBV_nDcwc_DgEOnZkGfKjqoLx8lIlKwPk64b887haFCI1TM2lYkGPSDuqW_QlhU60LxQx7vvVk5jj8I4bZGO9zjo9QdB5o2ZafL6L2xgS3ILkNROElzIviBxriSnc2OeWbc64pPfkihGtKvtgN1fZxcjmjmzdvMxGwD9mBRDj8Y/w400-h209/Otra%20foto%20'Anatomie%20d'une%20chute'.jpg" width="400" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>Sandra Hüller, protagonista femenina de "Anatomie d'une chute' y de "The Zone of Interest"</i></b></div></b><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Lo tercero es entrar ya, precisamente, en el contenido del Palmarés
de una 76 edición cuyo nivel de calidad media ha resultado muy superior al de
las últimas ediciones. Una lista de premios final bastante ecuánime, donde son
todos los que están, lo que ya es mucho decir para las decisiones de un Jurado,
aunque no estén todos los que son, como sucede con los citados casos de Loach y
Bellocchio. También el orden de los premios podría haber sido distinto, sobre
todo en cuanto a los dos principales, porque la Palma de Oro de <b>Anatomie d’une chute</b> debería haber
recaído con mayor justicia, según mi opinión, en <b>The Zone of Interest</b>, y haber dejado en segundo lugar al sólido
trabajo de Justine Triet, y no al revés.<o:p></o:p></span></p></div><div style="text-align: justify;"><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Porque si cada edición de un Festival se recuerda sobre todo
por un título en concreto, muy difícilmente la de Cannes 2023 va a ser por otro
que el de Jonathan Glazer, por este <b>The
Zone of Interest</b> que con tanta inteligencia nos cuestiona como espectadores
del Holocausto nazi mediante, precisamente, no enseñarlo, obviar su
representación, privilegiar lo no dicho. Notamos signos de que en la pantalla sucede
algo especial: hay un poderoso muro, destaca una alta torre de vigilancia, sale
un denso humo de una gran chimenea… Pero lo que realmente vemos, para nuestro
más profundo desasosiego, es la vida cotidiana de una familia burguesa, la del
comandante jefe del campo de Auschwitz, con sus rituales diarios en cuanto a
costumbres y comidas, los colegios de los niños, el cuidado de los jardines…
Martin Amis supo establecer tal revulsivo contraste en su novela homónima y
Jonathan Glazer lo ha traducido en imágenes cuya frialdad atenaza el corazón.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Los “nombres clásicos” de Cannes, los Kaurismäki con el
Premio del Jurado por la deliciosa y tan sensible <b>Las hojas muertas</b>, Kore-eda (aunque fuese a través del guionista de
<b>Monster</b>, Yuji Sakamoto), Wenders por
su citado protagonista o Bilge Ceylan gracias a la poderosa actriz Merve Dizdar
de <b>Las hierbas secas</b>, también
quedaron debidamente incluidos en el Palmarés. Hay que congratularse, porque
han contribuido de nuevo a la larga tradición de un Festival que, sin duda, no sería
igual de imprescindible sin ellos.<o:p></o:p></span></p></div></div></div></span><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHlCYcAMQlLwU-xDADuNF99teaXfqEKBMzHbjzcWfNlj8HNEYyZdDVXkokDnKzoKdogTAJLBCgzrUdtSG_sIeX3GzYWwxhz4sgWYr5wi4j2BPZbE2fxWt8jZReHIMiTZiknoBnlj8ZuT0yx7Z9-phjNjE21f6_80WyfVdj1CEtDLIE_MbOzEdZnLWn3t0/s1150/Foto%20logo%20Festival%20de%20Cannes.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="707" data-original-width="1150" height="197" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHlCYcAMQlLwU-xDADuNF99teaXfqEKBMzHbjzcWfNlj8HNEYyZdDVXkokDnKzoKdogTAJLBCgzrUdtSG_sIeX3GzYWwxhz4sgWYr5wi4j2BPZbE2fxWt8jZReHIMiTZiknoBnlj8ZuT0yx7Z9-phjNjE21f6_80WyfVdj1CEtDLIE_MbOzEdZnLWn3t0/w320-h197/Foto%20logo%20Festival%20de%20Cannes.png" width="320" /></a></div><br /><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b>(Publicado por "Turia" de Valencia, 2 de junio de 2023). </b></p><br /><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br />Fernando Larahttp://www.blogger.com/profile/04801527155127581221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7113441281388187074.post-14752339765032259292023-05-28T09:37:00.002-07:002023-07-17T10:02:13.967-07:00Demasiada Palma para "Anatomía de una caída"<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrhZgUstIo_1r1cmY7g0nmxfiTjBq2H9SQjnE3tzZfXtQ57EIh8MRv3l6yxWrxYcYaExHa8lYQM0DPb5GzYuwTEEdIUt2ixH6XM_WNLxWst-XHUtrIcmnrRWLDPTGY52ufzMeajn83de6017YQNFYjcUMxisx0d80ONIKPcDIC5GCc1U0EphpOpntVVxU/s320/Foto%20Justine%20Triet%20con%20su%20Palma%20de%20Oro%202023.webp" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="180" data-original-width="320" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrhZgUstIo_1r1cmY7g0nmxfiTjBq2H9SQjnE3tzZfXtQ57EIh8MRv3l6yxWrxYcYaExHa8lYQM0DPb5GzYuwTEEdIUt2ixH6XM_WNLxWst-XHUtrIcmnrRWLDPTGY52ufzMeajn83de6017YQNFYjcUMxisx0d80ONIKPcDIC5GCc1U0EphpOpntVVxU/w400-h225/Foto%20Justine%20Triet%20con%20su%20Palma%20de%20Oro%202023.webp" width="400" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>Justine Triet, con su Palma de Oro por "Anatomie d'une chute"</i></b></div></b><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">Era ‘Anatomie d’une chute’ la favorita de la crítica
francesa, siempre tan chovinista. Bastante menos de la internacional, aunque
siempre estuvo bien situada en las calificaciones. Por mi parte, vaticiné la
probabilidad de que “el sólido film de Justine Triet entre en el Palmarés final
de este Cannes 2023”, pero lo decía pensando sobre todo en Sandra Hüller, su
protagonista. De ahí a que este cuarto largometraje de su realizadora haya
obtenido la Palma de Oro existe una distancia excesiva y que no se corresponde
con la mayor entidad de otros títulos de la Sección Oficial. Pero el Jurado
presidido por el triunfador del pasado año, Ruben Östlund, así lo ha decidido,
otorgando por solo tercera vez esa Palma a una cineasta, y hay que respetarlo
como la opinión de los nueve profesionales que lo integraban. Opiniones tan
válidas como las de cualquier otro participante en esta buena edición del
Festival.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Al menos, no hay disparates flagrantes en el veredicto final,
y eso es de agradecer, aunque sí haya ausencias tan notorias como las de Marco
Bellocchio y Ken Loach, cuya magnífica ‘The Old Oak’ cerró el certamen con su
cántico a la solidaridad y a la lucha en común contra cualquier forma de
xenofobia y racismo. Realmente, salvo esas excepciones, son todos los que
están, aunque con un orden que no es el que yo hubiera preferido.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhnaCNnemupCGhyT4EM22l77YJs9N1tA3TqFqUjIGPb13rHCpsvqwECUIxSNtD7FvGDuP3i_wiWumVIHtMP7ljmiuxX5WfDA15IuGPcFk-D7X5En9yArJfHH95P0_iCxUxD_10YzLKkIIxRpzQU9m4hSs7luYtP9OEDXwRpdDGCg2I7cXS0YnxXPSkP2RI/s1920/Foto%20Jonathan%20Glazer%20con%20su%20Gran%20Premio%20del%20Jurado%20Cannes%202023.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1280" data-original-width="1920" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhnaCNnemupCGhyT4EM22l77YJs9N1tA3TqFqUjIGPb13rHCpsvqwECUIxSNtD7FvGDuP3i_wiWumVIHtMP7ljmiuxX5WfDA15IuGPcFk-D7X5En9yArJfHH95P0_iCxUxD_10YzLKkIIxRpzQU9m4hSs7luYtP9OEDXwRpdDGCg2I7cXS0YnxXPSkP2RI/w400-h266/Foto%20Jonathan%20Glazer%20con%20su%20Gran%20Premio%20del%20Jurado%20Cannes%202023.jpg" width="400" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>Jonathan Glazer logró el Gran Premio del Jurado por "The Zone of Interest"</i></b></div></b><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Mi favorita, igual que la de buena parte de los asistentes,
era ‘The Zone of Interest’, sobre todo por lo que tiene de confrontar al
espectador con una realidad histórica tan tremenda como la del Holocausto y
hacerlo de manera tan inteligente y sutil como lleva a cabo Jonathan Glazer. Al
concederle el Gran Premio, el Jurado la ha situado en segundo lugar de sus
preferencias, optando con ‘Anatomie d’une chute’ por la crisis de una pareja de
escritores que queda de manifiesto en el juicio contra la mujer, quizá
responsable de la muerte de su marido, antes que realzar la perspectiva
innovadora sobre la barbarie del exterminio nazi que lleva a cabo ‘The Zone of
Interest’, apoyándose en la novela del fallecido en estos días Martin Amis.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Detrás de estos dos films, y del Premio a la Mejor Dirección
a Tran Anh Hung por su habilidad casi coreográfica al reflejar los exquisitos
menús de ‘La passion de Dodin Bouffant’, el Palmarés incluye de una u otra
forma a los “nombres sagrados” de Cannes. Ya sea el Premio Especial del Jurado
para la preciosa ‘Las hojas muertas’, de Aki Kaurismäki; o la inserción de
‘Monster’, de Hirokazu Kore-eda, aunque el premio es para un guion que en este
caso no es suyo, sino de Yuji Sakamoto, quien usa el llamado “método Rashomon”
para contar lo mismo desde tres puntos de vista diferentes, lo que siempre
impresiona mucho a los jurados. Mientras que ‘Las hierbas secas’, de Nuri Bilge
Ceylan, queda destacada por el trabajo de su protagonista femenina, la muy
convincente Merve Dizdar en el papel de una mujer a la que un atentado
terrorista ha segado una pierna; y ‘Perfect Days’, de Wim Wenders, mediante el
Premio al Mejor Actor para Köji Yakusho como ese hombre callado y misterioso
que limpia con acusado perfeccionismo los váteres públicos de Tokyo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsreMiK_t3Y52ltvzdptTCVLyxAzJJL3ZHht5bbBPFXEmNp46DYmeCCIMzOFCbMdcDzfL-8QSl0nDox48OX8w6FFe8oLg67Zi0qk8_HuzYJGFDv-fKMxSroEOEgGPLDSIzMKNeqY64495t5tyyBBErKPn8ARmGbvvEGEhvyE_20V_sIx113h4DgBltOiM/s299/Foto%20Elena%20Mart%C3%ADn%20tras%20recoger%20su%20Premio%20en%20Cannes%202023.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="299" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsreMiK_t3Y52ltvzdptTCVLyxAzJJL3ZHht5bbBPFXEmNp46DYmeCCIMzOFCbMdcDzfL-8QSl0nDox48OX8w6FFe8oLg67Zi0qk8_HuzYJGFDv-fKMxSroEOEgGPLDSIzMKNeqY64495t5tyyBBErKPn8ARmGbvvEGEhvyE_20V_sIx113h4DgBltOiM/w400-h225/Foto%20Elena%20Mart%C3%ADn%20tras%20recoger%20su%20Premio%20en%20Cannes%202023.jpg" width="400" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>Elena Martín, tras recibir el Premio a la Mejor Película Europea de la Quincena de Cineastas</i></b></div></b><span style="font-size: 18.6667px; line-height: 115%;"><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">Fuera ya del Palmarés oficial, subrayemos que los dos
documentales que han obtenido el Premio, especializado en ellos, L’oeil d’or,
quedaron mencionados en la crónica del viernes dedicada a las nuevas
orientaciones del género: la tunecina ‘Les filles d’Olfa’ y la marroquí ‘La
madre de todas las mentiras’. Al tiempo que ‘How to Have Sex’, de Molly Manning
Walker, lograba el Premio de la sección paralela Un Certain Regard, una
película que iba a rodarse en Magaluf pero que no llegó a autorizarse para no
consolidar la idea de este enclave mallorquín como sede del “turismo de borrachera”,
por lo que se filmó en Malta. Y terminemos estas crónicas de Cannes 2023 con la
nota satisfactoria de que Elena Martín haya obtenido, con su ‘Creatura’ el
Premio a la Mejor Película Europea de la Quincena de Cineastas.</span></div></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">¡Hasta la 77 edición del primer Festival del mundo!<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><b>(Publicado en "El Norte de Castilla", de Valladolid, 28 de mayo de 2023).</b></span></p><br /><p></p>Fernando Larahttp://www.blogger.com/profile/04801527155127581221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7113441281388187074.post-64938386396248799682023-05-26T09:19:00.027-07:002023-07-17T09:34:41.583-07:00Un Festival es una ventana abierta al mundo<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">Suele hacérseles menos caso que a las películas de ficción,
pero lo cierto es que los documentales van abriéndose paso cada vez más en los
Festivales, Cannes incluido. Las diversas secciones del certamen los acogen,
hasta conformar una verdadera ventana al mundo que nos rodea. Cada uno con un
territorio distinto que explorar, pero con una característica común muy
marcada: el deseo de huir del puro reportaje televisivo, aunque perfectamente
digno en su contexto, y de las entrevistas a “cabezas parlantes” como estructura
narrativa. Otras son las ambiciones y perspectivas que, por fortuna, ofrece el
género documental.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMKexwHBwpbljMksgwUxJvyr6OBQYk3oKBWtNIfaW8KW1r8IDeM90aJquMji5yXLfu3AfiJVuCtKvjBNfD-Uwc6qMKv250zNt4xgcCkMtpQRXZrTX_cVLectDj4qO4R_u8OCqC6RfJlRVLVJejjJzZRNTCaAJDB8ekGfIAltEMxqPn-RM8KBpUOxvmQGg/s1224/Foto%20'Les%20filles%20d'Olfa'.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="765" data-original-width="1224" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMKexwHBwpbljMksgwUxJvyr6OBQYk3oKBWtNIfaW8KW1r8IDeM90aJquMji5yXLfu3AfiJVuCtKvjBNfD-Uwc6qMKv250zNt4xgcCkMtpQRXZrTX_cVLectDj4qO4R_u8OCqC6RfJlRVLVJejjJzZRNTCaAJDB8ekGfIAltEMxqPn-RM8KBpUOxvmQGg/w320-h200/Foto%20'Les%20filles%20d'Olfa'.jpg" width="320" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>"Les filles d'Olfa", de Kaouther Ben Hania </i></b></div></b><span style="font-size: 18.6667px; line-height: 115%;"><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">Así, la Sección Oficial amparaba la presentación de ‘Les
filles d’Olfa’, donde la tunecina Kaouther Ben Hania refleja la inserción de
dos de sus hijas en las filas yihadistas mediante su sustitución por dos
actrices que encarnan la historia familiar junto a las otras dos hermanas
reales y la propia madre. O la francesa Mona Achache que reconstruye en ‘Little
Girl Blue’ también la vida de su madre (interpretada por Marion Cotillard) y su
abuela dentro de un mundo intelectual en el que juega un papel decisivo Juan
Goytisolo. O la marroquí Asmae El Moudir al abordar en ‘La madre de todas las
mentiras’ los sangrientos incidentes de 1981 en su país a través de las figuritas
de barro que hace su padre.</span></div></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Más allá de este ámbito femenino y familiar, en ‘Occupied
City’ Steve McQueen desarrolla durante cuatro horas la memoria de un Amsterdam
ocupado por los nazis simplemente con una voz en “off” que describe con
frialdad lo que sucedió entonces en una serie de edificios, contrastándolo con
la actual realidad de la ciudad. Y en ‘Juventud (La Primavera)’ Wang Bing
efectúa un retrato de la sociedad china fijándose en una factoría textil a la
que acuden a trabajar jóvenes de todas partes, en lo que – en tres horas y
media– es tan solo una parte del proyecto total emprendido.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Mezclando con frecuencia documental y ficción, podría seguir
citando títulos significativos que estamos viendo en Cannes, pero no continuaré
para no cansar al respetable. Solo dejar constancia de esa fértil ventana que
se abre al mundo y que en tantas ocasiones no sabemos aprovechar debidamente.
También Wim Wenders podría unirse a la lista, con su ‘Anselm’, rodado en 3D
sobre el famoso pintor alemán Anselm Kiefer. Pero, teniendo una doble
participación en esta edición del Festival, nos centraremos en la que Wenders
presenta a competición: ‘Perfect Days’, un relato bastante enigmático e incluso
secreto, donde el autor alemán rinde tributo a la capital japonesa, que ya
había abordado en 1985 con ‘Tokyo-Ga’, hasta convertir su película no en una
“road movie”, sino en una ‘street movie’ por sus calles pobladas de humanidad.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjEIvJEutlvI1QnOzIb4mNsaZs6fWGgJSM_ItzUlc0sdS-C_4rpBxCBjIQjs_EVaWBWYhrmHBSP4-1E8O4_Ujh3VBAMX-wmymqOjhSOXv-B7RXt_xb99sBgcT3hbL-OcyJGQJsgSTbfaE2z0gpRHQkaXeWgrthHSYcis0tEPWqRt-T6OLyJKXxAuRQ1Uk/s284/Foto%20'Perfect%20Days'.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="178" data-original-width="284" height="201" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjEIvJEutlvI1QnOzIb4mNsaZs6fWGgJSM_ItzUlc0sdS-C_4rpBxCBjIQjs_EVaWBWYhrmHBSP4-1E8O4_Ujh3VBAMX-wmymqOjhSOXv-B7RXt_xb99sBgcT3hbL-OcyJGQJsgSTbfaE2z0gpRHQkaXeWgrthHSYcis0tEPWqRt-T6OLyJKXxAuRQ1Uk/w320-h201/Foto%20'Perfect%20Days'.jpg" width="320" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>"Perfect Days", de Wim Wenders</i></b></div></b><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Por ellas circula incesantemente Hirayama, un limpiador de
servicios sanitarios cuyo mutismo se corresponde con un trabajo que, sin duda,
no corresponde a su clase social. ¿Por qué lo hace, y con tanta dedicación y
exigencia perfeccionista? Queda a la interpretación del espectador, que se hace
más preguntas que darse respuestas en este ‘Perfect Days’, homenaje al instante
de vivir algo con intensidad, pero tan fugaz como la luz que penetra un momento
entre las hojas de los árboles. Se trata de la más valiosa obra de ficción de
Wenders en años, lo que quizá no sea demasiado decir, pero sí que su silencioso
protagonista, Köji Yakusho, puede optar con suficientes méritos al Premio al
Mejor Actor de esta edición de Cannes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">En el maratón de cine italiano que ha montado el Festival dentro
de sus últimas jornadas, además de Bellocchio y Moretti, le toca el turno a
Alice Rohrwacher con ‘La chimera’. Pero no voy a poderles hablar hoy ni de ella
ni, lo que es peor, de ‘The Old Oak’, de Ken Loach, porque los horarios
disparatados de este año impiden su visión antes del cierre de esta crónica.
“Dommage”…, que dicen los franceses.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><b>(Publicado en "El Norte de Castilla", de Valladolid, 26 de mayo de 2023).</b></span></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p><br /><p></p>Fernando Larahttp://www.blogger.com/profile/04801527155127581221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7113441281388187074.post-58931796422987983892023-05-25T08:56:00.028-07:002023-07-17T13:59:15.998-07:00Cuando Nanni Moretti se fusiona con Fellini<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiL6O3VOPDq62F-JOMtzVuxJcA45CFQqz1XPjXBIIDzeQNcAm0FeTkDcDLTddIRgNHnlOPmpf86q_Cj3iu0yamZ0ekqkDEDQUXyMUFq4ZCAzJWzH_U1TWv3rHVNVwiMnzWWeMD2RrfGt1Bl9xQhgTs-VgzChKeYK4iBBou4yOvUU29yR2Q3dEZJnMxGQ0E/s1701/Foto%20'Il%20sol%20dell'avvenire'.webp" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1134" data-original-width="1701" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiL6O3VOPDq62F-JOMtzVuxJcA45CFQqz1XPjXBIIDzeQNcAm0FeTkDcDLTddIRgNHnlOPmpf86q_Cj3iu0yamZ0ekqkDEDQUXyMUFq4ZCAzJWzH_U1TWv3rHVNVwiMnzWWeMD2RrfGt1Bl9xQhgTs-VgzChKeYK4iBBou4yOvUU29yR2Q3dEZJnMxGQ0E/w400-h266/Foto%20'Il%20sol%20dell'avvenire'.webp" width="400" /></a></div><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="line-height: 115%;"><b><i>"Il sol dell'avvenire", de Nanni Moretti</i></b></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">El lector y posible espectador de ‘Il sol dell’avvenire’ debe
saber que en ella va a encontrarse a un Nanni Moretti en estado puro, con toda
la carga de protagonismo y personalismo que ello implica. Desde los ya lejanos
tiempos de ‘Caro Diario’ y ‘Abril’, todavía en la década de los 90, no veíamos
al cineasta italiano tan en primera fila, con sus reflexiones sobre la vida y
el cine continuamente presentes. Aunque esta vez fusionando esas típicas formas
suyas con un continuo homenaje a Fellini, no ya solo explícito con imágenes de
‘La dolce vita’ sino con el papel dado al circo, a personajes fuera de la norma
o incluso a la música funambulesca de Nino Rota. Cabría decir, así, que ‘El sol
del porvenir’ es una especie de ‘Ocho y medio’ con ribetes muy “morettianos”,
trufado con recuerdos estilo ‘Amarcord’.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Curiosa esta deriva de un cineasta hacia otro con quien no
parecía tener especiales concomitancias. Pero así es el autor de ‘La habitación
del hijo’, Palma de Oro en 2001, aunque sí queden aquí constantes su rechazo
hacia los films donde se celebra la violencia (“Os arrepentiréis algún día de
lo que estáis haciendo, cuando ya no tenga remedio”, llega a decir a un
realizador que va a terminar su ópera prima con una ejecución a sangre fría),
las diferencias generacionales o el papel jugado en su país por el Partido
Comunista, que llegó a contar con dos millones de afiliados.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Es precisamente en un momento decisivo de esta formación
política cuando se sitúa la película que, en la ficción, Moretti está
dirigiendo: su separación de la Unión Soviética, marcada por Togliatti con
muchas dudas después de que invadiera en 1956 Hungría. La estancia de un circo
de exiliados de ese país, al que ha invitado una sección local del PCI romano,
va alternándose en la trama con otra separación, la deseada por la propia mujer
del realizador, o la relación de su hija con un diplomático polaco mucho mayor
que ella.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">A la hora de narrar un momento de grave crisis en la
izquierda italiana, Moretti/personaje se encuentra con que todo va
derrumbándose alrededor, aunque –dentro de la mejor tradición comunista– no
reniega de un optimismo que expresa en dos finales, uno complementario del otro:
el de todo el equipo de rodaje bailando como peonzas (lo que incluso escenificaron
en la entrada al Palacio del Festival) y el propiamente dicho que cierra el
film. Es ‘Il sol dell’avvenire’ una película irregular, algo habitual en
Moretti, con situaciones fallidas como las relativas al tramposo coproductor
francés y el citado diplomático o la propia crisis matrimonial, al lado de
secuencias francamente brillantes, cálidas y divertidas.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAwJSlxj88zh0XGpaqGShSdHP9zLWM8j3Bw58VpaxqniHCKqpowbV6Ddd8tlkF816lHc0jDAw_jBKMTdWa-1L33uCi0gSJ7lrzzPSj_r-b5UgKTJjRgXKLFLlTJn0S2hE1LLqW8wfkefAqVUQPwzxddqm5Mui7PXbmA1lhWgZclCEhe85ntCdedpkV7FQ/s1304/Foto%20'La%20passion%20de%20Dodin%20Bouffant'.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="861" data-original-width="1304" height="211" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAwJSlxj88zh0XGpaqGShSdHP9zLWM8j3Bw58VpaxqniHCKqpowbV6Ddd8tlkF816lHc0jDAw_jBKMTdWa-1L33uCi0gSJ7lrzzPSj_r-b5UgKTJjRgXKLFLlTJn0S2hE1LLqW8wfkefAqVUQPwzxddqm5Mui7PXbmA1lhWgZclCEhe85ntCdedpkV7FQ/w320-h211/Foto%20'La%20passion%20de%20Dodin%20Bouffant'.png" width="320" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>"La passion de Dodin Bouffant", de Tran Anh Hùng </i></b></div></b><span style="font-size: 18.6667px; line-height: 115%;"><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">En una propuesta radicalmente distinta, un “resucitado” Tran
Anh Hùng nos habla en ‘La passion de Dodin Bouffant’ de alta cocina, fogones
cultivados, menús exquisitos y elaboración de platos sublimes. Y digo lo de
“resucitado” porque, aunque tenga en su haber diversos títulos recientes, este
cineasta vietnamita residente en Francia no había vuelto a repetir los éxitos
de sus iniciales ‘El olor de la papaya verde’ y ‘Cyclo’, con la que llegó a
obtener en Venecia el León de Oro de 1995. Su trabajo de ahora consiste
básicamente en recoger, en una especie de fluida coreografía, cómo dos
cocineros de especial talento, bien interpretados por Juliette Binoche y Benoît
Magimel (a quien Albert Serra parece haber vuelto a poner en órbita después de
‘Pacifiction’), preparan con talento, mimo y gusto exquisito los más variados
alimentos, riquísimos postres incluidos.</span></div></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">En eso consiste el ochenta por ciento de las dos horas y
media del film, en el que lo más interesante es la identificación entre
profesionalidad y pasión amorosa, sin la cual la primera se diluye, pero solo hasta
que llega un buen recambio y surge la transmisión de maestros a aprendices.
Visto por la selecta audiencia de la Gran Sala del Festival sin duda ‘La
passion de Dodin Bouffant’ habrá sabido distinto a su contemplación en un pase
de Prensa formado por periodistas que en muchas ocasiones durante el Festival
solo comemos un bocadillo… y gracias.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><b>(Publicado en "El Norte de Castilla", de Valladolid, 25 de mayo de 2023).</b></span></p><br /><p></p>Fernando Larahttp://www.blogger.com/profile/04801527155127581221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7113441281388187074.post-70559336597491863842023-05-24T05:26:00.043-07:002023-07-17T05:44:50.166-07:00Bellocchio continúa desentrañando la Historia italiana<p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmkD-HLgddnBOcgHM9T4Bod1bB2ppz8vDio2KI6f0N7peE9sN8w71GtYdIeZ5Dqvzwj3Y4DkiJkWrg-fUXROiINwAmeNGARsHpaN5jH2LzpESoSt69oClZXn7AIk0B7j3EL183FvmQoo6Unh8aJ_lU6ye4214NwEuLE3z1J6Zp_Hwt-4A_mhEYg6IsRsU/s620/Foto%20'Rapito'.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="413" data-original-width="620" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmkD-HLgddnBOcgHM9T4Bod1bB2ppz8vDio2KI6f0N7peE9sN8w71GtYdIeZ5Dqvzwj3Y4DkiJkWrg-fUXROiINwAmeNGARsHpaN5jH2LzpESoSt69oClZXn7AIk0B7j3EL183FvmQoo6Unh8aJ_lU6ye4214NwEuLE3z1J6Zp_Hwt-4A_mhEYg6IsRsU/w400-h266/Foto%20'Rapito'.jpg" width="400" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>"Rapito", de Marco Bellocchio</i></b></div></b><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">Desde el secuestro y asesinato de Aldo Moro, que abordó en su
magistral serie ‘Exterior noche’ (visible en Filmin), o los atentados mafiosos
contra los jueces que les perseguían en ‘Il traditore’, Marco Bellocchio se
retrotrae hasta 1858, cuando la Iglesia secuestró a numerosos niños judíos que
habían recibido el bautismo por influencia de criados o familiares y ya
consideraba hijos de Cristo para adoctrinarlos en la fe católica. El caso más
resonante fue el de Edgardo Mortara en Bolonia durante el pontificado de Pío
IX, que despertó no ya justas actitudes anticlericales sino la repulsa
internacional.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Da gusto cuando en el cine una historia, y más aún la
Historia con mayúsculas, es narrada con la solvencia y precisión que muestra
Bellocchio en este ‘Rapito’ (‘Raptado’), su film más reciente cuando ya ha
cumplido los 83 años. No resulta nada fácil reflejar una etapa tan convulsa de
Italia, donde el poder secular fue progresivamente enfrentándose al
eclesiástico, con un Vaticano que sentía el abismo bajo sus pies si perdía los
privilegios del llamado “Papa Rey”. Gracias al dominio creativo demostrado tras
una carrera que comenzase nada menos que en 1965, pero que en los últimos años
todavía se ha visto acrecentado, Bellocchio sabe cómo hacer llegar un relato a
los espectadores mediante un sólido guion y una puesta en escena potente, cómo
dirigir bien a los actores, cómo hacer convincente una ambientación de época,
cómo montar con eficacia narrativa… En pocas palabras, cómo hacer buen cine de
verdad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Claridad comunicativa que no se da precisamente, sino todo lo
contrario, en el caso de Wes Anderson, que con ‘Asteroid City’ vuelve a
proponernos un ejercicio autoral vacuo y gratuito, sin apenas gracia. Le llegó
a funcionar en algunas ocasiones, sobre todo en ‘El Gran Hotel Budapest’, de
hace casi diez años, pero desde entonces su fórmula va a peor. Reconozco que
por la elección de personajes bastante bobos, el tono de su foto e incluso la
presencia de numerosos intérpretes famosos que corren a rodar a su lado, viendo
una sola imagen de sus películas sabemos que es de Anderson. Pero tal “mérito” no
compensa esta banal propuesta de ‘Asteroid City’, situada en 1955 como podría
ser en cualquier otro momento y cuyos exteriores se rodaron en los aledaños de
Chinchón y Colmenar de Oreja, absolutamente irreconocibles. Sé que el cineasta
norteamericano tiene seguidores muy fieles y devotos; puede deducirse de las
líneas anteriores que no me he contado ni me cuento entre ellos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSYOLNWMbA2j_hw517EIx4Wn-V-ciQ10DsxxizLWFRiV7l8EObzuOCyt42Ah1N1SYUeJDaE7xUnxRSstAMiYsuvYz2DjTOIitiAORNQ_VD6Tomx9hGkw5HxA9bWgVv5m7584yQMAXU1A2vSDBa0NM9c8BNtoUR5kUqJVy42Qw-drYERu4puHrmWgHEyME/s1080/Foto%20mejor%20'Kubi'.webp" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="1080" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSYOLNWMbA2j_hw517EIx4Wn-V-ciQ10DsxxizLWFRiV7l8EObzuOCyt42Ah1N1SYUeJDaE7xUnxRSstAMiYsuvYz2DjTOIitiAORNQ_VD6Tomx9hGkw5HxA9bWgVv5m7584yQMAXU1A2vSDBa0NM9c8BNtoUR5kUqJVy42Qw-drYERu4puHrmWgHEyME/w400-h266/Foto%20mejor%20'Kubi'.webp" width="400" /></a></div><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><i>"Kubi", de Takeshi Kitano</i></b></div><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Pero si difícil es saber lo que Anderson ha querido decir,
tal dificultad llega al máximo con el Takeshi Kitano de ‘Kubi’. Había apuestas
a la salida de su proyección para ver quién la ganaba contando a los demás lo
que acababan de ver… Ni siquiera releyendo despacio el “press-book” que
acompaña al film y que hace hincapié en lo famoso e importante que fue el
“Honno-Ji Incident”, acaecido ayer mismo, el 21 de junio de 1582, podíamos ir
más allá de haber contemplado continuos enfrentamientos entre clanes,
facciones, traidores, héroes y mártires que se enfrentan con el afán de lograr
no se sabe bien si el poder tribal o la unificación de Japón. Otros
espectadores se dedicaban a hacer cuentas de los centenares de cabezas cortadas
que registran las imágenes o a imitar los sucesivos pasos de un harakiri que el
film muestra de forma tan pedagógica. Mientras que los más exquisitos
confirmaban su sospecha de que el nivel de homosexualidad entre los aguerridos
samuráis era mucho más que frecuente.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Asegura Kitano que con ‘Kubi’ ha querido hacer un homenaje al
maestro Akira Kurosawa. ¡Qué lejos queda de ello! Y qué lejos de aquel cineasta
que ganase el León de Oro en Venecia por ‘Hana-bi’ en 1997 y a quien el
Festival de Valladolid dedicase al año siguiente la primera retrospectiva
completa (incluyendo sus valiosas pinturas) que se hacía en el mundo sobre su
obra.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><b>(Publicado en "El Norte de Castilla", de Valladolid, 24 de mayo de 2023).</b></span></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><br /></p><p></p>Fernando Larahttp://www.blogger.com/profile/04801527155127581221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7113441281388187074.post-17827053299632721452023-05-23T11:11:00.001-07:002023-07-17T11:38:28.555-07:00La banalidad del mal, en primer plano<p> </p><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">En una edición del Festival de Cannes dominada por cuestiones
éticas y con las ideas del suicidio y del desarraigo afectivo muy presentes,
media docena de películas han dominado hasta ahora la Sección Oficial. Tres de
ellas pertenecientes a cineastas suficientemente acreditados que –como dijimos
en nuestra crónica anterior– pueblan el principal escaparate del certamen: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Las hojas muertas</b>, de Aki Kaurismäki; <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Las hierbas secas</b>, de Nuri Bilge
Ceylan, y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Monster</b>, de Hirokazu
Kore-eda. Por encima de ellas, en mi criterio, la obra hasta ahora más
importante de la Competición: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">The Zone
of Interest</b>, del británico Jonathan Glazer, conocido sobre todo por sus
trabajos en vídeo, y que se basa en la novela del mismo título del fallecido en
estos días Martin Amis. Films a los que cabe añadir el francés <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Anatomie d’une chute</b>, de Justine Triet,
y, en sentido negativo pese a la expectación despertada, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">May December</b>, del gran autor de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Carol</b> y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Lejos del cielo</b>,<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>Todd Haynes.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgyPp97iMxdzZSuhDVYobygHgerYSuGePOeIR48swd0AoOLiwS1u5XTmcp3C8vzrb1cEHZ6IOlarElsmYdOdnSD4fhaRIUzW-JNJ-s6NZBPbUSFyVP_z5do4wrEoPodwjtSSB5vB0kop9XTovrhkR33DoECtj81t2LQTnninibKE_bfmf0hx6d0hdlnXAY/s680/Foto%20cartel%20'The%20Zone%20of%20Interest'.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="671" data-original-width="680" height="316" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgyPp97iMxdzZSuhDVYobygHgerYSuGePOeIR48swd0AoOLiwS1u5XTmcp3C8vzrb1cEHZ6IOlarElsmYdOdnSD4fhaRIUzW-JNJ-s6NZBPbUSFyVP_z5do4wrEoPodwjtSSB5vB0kop9XTovrhkR33DoECtj81t2LQTnninibKE_bfmf0hx6d0hdlnXAY/w320-h316/Foto%20cartel%20'The%20Zone%20of%20Interest'.jpg" width="320" /></a></div><p class="MsoNormal" style="font-size: 14pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">¿Por qué destaco en primer término </span><b style="font-size: 14pt;">The Zone of Interest</b><span style="font-size: 14pt;">? Porque se trata de una película que interpela
directamente a la conciencia del espectador, que no puede asistir impasible
contemplando la tranquila y ordenada vida familiar del comandante del campo de
concentración de Auschwitz mientras, solo separados por un muro, se extermina a
millares y millares de personas. O cómo se prepara con frialdad funcionarial un
“transporte” de judíos húngaros para ser asesinados en las cámaras de gas. Justo
esa “banalidad del mal” a la que se refirió Hannah Arendt al hablar del
Holocausto nazi.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; font-size: 14pt; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDGfwI2SRqb92c-QVbIghGRi_hRBR4B73uG01GSD7cxRZ9F1YxDci8yRUNsHFP5KKU-T8md1RDHEeF-gEH1VKIovKAJwzD6kwI6ly6h-Apn1Re0oZ4rDFYl58dSAD_kIUU_gjWuTymRCCNZhZSH8xElVp0vdMfKWrZ8GF4A2wmbj3gbjTs48xumwdfTtk/s1440/Otra%20foto%20'Las%20hojas%20muertas'.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="810" data-original-width="1440" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDGfwI2SRqb92c-QVbIghGRi_hRBR4B73uG01GSD7cxRZ9F1YxDci8yRUNsHFP5KKU-T8md1RDHEeF-gEH1VKIovKAJwzD6kwI6ly6h-Apn1Re0oZ4rDFYl58dSAD_kIUU_gjWuTymRCCNZhZSH8xElVp0vdMfKWrZ8GF4A2wmbj3gbjTs48xumwdfTtk/w400-h225/Otra%20foto%20'Las%20hojas%20muertas'.jpg" width="400" /></a></div><div style="text-align: center;"><b><i>"Las hojas muertas", de Aki Kaurismäki</i></b></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">Reconozco que, ante relatos así, que responden a una tremenda
realidad, los relatos individuales palidecen un tanto. Pese a tener una
historia de amor tan tierna, emotiva y cálida en su frialdad como la de </span><b style="font-size: 14pt;">Las hojas muertas</b><span style="font-size: 14pt;">, donde Kaurismäki
muestra lo mejor de su estilo en un enfoque muy cinéfilo y donde, junto a otros
cineastas, la sombra de Chaplin planea con especial fuerza. O, en el caso del
Bilge Ceylan de </span><b style="font-size: 14pt;">Las hierbas secas</b><span style="font-size: 14pt;">,
de reforzar su maestría a la hora de filmar las conversaciones de sus
personajes: un profesor destinado a una aislada y gélida zona de la Turquía
profunda, con una mujer a la que un terrorista suicida segó una pierna, y el
vecino de habitación del maestro, también atraído por la misma mujer. Y en
cuanto al </span><b style="font-size: 14pt;">Monster</b><span style="font-size: 14pt;"> de Kore-eda lo que,
bajo una apariencia de similitud, tiene de variación respecto a la obra
anterior de su autor, que –con un guion ajeno– se lanza a una estructura tipo </span><b style="font-size: 14pt;">Rashomon</b><span style="font-size: 14pt;"> para narrar un episodio de
posible “bullying” desde tres perspectivas diferentes.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">A la hora de intentar determinar lo que es verdad y es
mentira, Justine Triet ha elegido en </span><b style="font-size: 14pt;">Anatomie
d’une chute</b><span style="font-size: 14pt;"> la vía del juicio contra una mujer que quizá haya matado
voluntaria o involuntariamente a su marido, escritor frustrado frente al éxito
de ella como novelista, que en apariencia se suicidó. Habrá que ver por dónde
transitan los muy importantes cineastas que todavía no han salido a escena
cuando escribo esta crónica: nada menos que Loach, Bellocchio, Moretti,
Wenders, Anderson, Tran Anh Hung, Catherine Breillat o Alicia Rohrwacher, de
todos los cuales se espera lo mejor.</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEilTRqMnhVC17bcbVMaAK17piw504ZvimlfVNSJi_IonW9nNIlq2uv-RkeHC3Uco0KgI9FflTOCF-hVCtWmZzfh-HUNdb402rPyo1JrQVPG6F9T7wkPHEWF_dC11L4QPoHKID2dorMttgINR71YUApCuhrl3GYt3BcvJ6412n1XDC39jRyPJ0w5Tf2OePU/s2000/Otra%20foto%20'Cerrar%20los%20ojos'.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1125" data-original-width="2000" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEilTRqMnhVC17bcbVMaAK17piw504ZvimlfVNSJi_IonW9nNIlq2uv-RkeHC3Uco0KgI9FflTOCF-hVCtWmZzfh-HUNdb402rPyo1JrQVPG6F9T7wkPHEWF_dC11L4QPoHKID2dorMttgINR71YUApCuhrl3GYt3BcvJ6412n1XDC39jRyPJ0w5Tf2OePU/w400-h225/Otra%20foto%20'Cerrar%20los%20ojos'.jpg" width="400" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>"Cerrar los ojos", de Víctor Erice</i></b></div></b></div></div><p></p><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Lo mejor que también llegó de las diversas secciones en que
la Selección Oficial se ha multiplicado, arruinando la hasta ahora muy valiosa
muestra paralela Un Certain Regard. Así, bajo una u otra etiqueta, han venido,
por ejemplo, la ya clásica <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Killers of
the Flower Moon</b>, película/serie donde Martin Scorsese demuestra hallarse en
plena forma al reflejar la criminalidad contra los indios Osage en los años 20
del pasado siglo mediante un esquema muy similar al de sus films sobre la Mafia
y con un Robert De Niro sobresaliente en su papel de todopoderoso “padrino”. Y
hemos asistido al anhelado regreso de Víctor Erice al largometraje con su <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Cerrar los ojos</b>, profunda investigación
sobre un actor que se creía muerto tras abandonar un rodaje en marcha, y que
quizá sea el hombre carente de memoria que se encuentra en una residencia
andaluza. Sin olvidar, pese a su propuesta más propia del videojuego que de la
tradición anterior de la serie como cine de acción, a un <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Indiana Jones and the Dial of Destiny</b> que seguro que va a
constituir una bendición para las taquillas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Vaya un último párrafo a destacar la trasformación positiva
que está experimentando el cine documental, con títulos como <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Occupied City</b>, del británico Steve
McQueen; <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Les filles d’Olfa</b>, de la
tunecina Kaouther Ben Hania, o <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Little
Girl Blue</b>, de la francesa Mona Achache, que se alejan del todo,
afortunadamente, del tradicional esquema de las cabezas parlantes.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><b>(Publicado en "Turia" de Valencia, 26 de mayo de 2023).</b></span></p><br /><p></p>Fernando Larahttp://www.blogger.com/profile/04801527155127581221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7113441281388187074.post-40023227197599543422023-05-23T04:58:00.018-07:002023-07-17T10:12:13.365-07:00Erice y Kaurismäki protagonizan una jornada de gran cine<p> </p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">Reunir en una misma jornada a Víctor Erice y Aki Kaurismäki
es uno de esos privilegios que, pese a sus múltiples y crecientes
incomodidades, solo este Festival puede permitirse. El regreso a la gran
pantalla del autor de ‘El espíritu de la colmena’ treinta y un años después de
‘El sol del membrillo’ y una nueva muestra de la personalidad tan imitada pero
inimitable del gran cineasta finlandés han coincidido; en el caso del español
con ‘Cerrar los ojos’ dentro de la sección no competitiva Cannes Première y en el
de su colega con ‘Las hojas muertas’ dentro del concurso oficial. Tanto da,
porque lo fundamental es que hemos asistido a dos muestras del mejor cine.<o:p></o:p></span></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1A-d1ojZ2Pw91f7-5R7xzJeuDZJOREhmJW5jau-ywd5-BM8xByxPFiuGcPXAdj34f_JNhyLp4sRfFjS0iOTODDlL5e29Il_56ZxABYeyc4xL85RMJkiJ4TAqWX0D3PuZZ0p_gVzd3TJP5Q9CoLk2ZayMB2mmGiOIpHoczv6V8ukpmT9kL9-IyrMClSxI/s1000/Foto%20mejor%20'Cerrar%20los%20ojos'.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="619" data-original-width="1000" height="248" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1A-d1ojZ2Pw91f7-5R7xzJeuDZJOREhmJW5jau-ywd5-BM8xByxPFiuGcPXAdj34f_JNhyLp4sRfFjS0iOTODDlL5e29Il_56ZxABYeyc4xL85RMJkiJ4TAqWX0D3PuZZ0p_gVzd3TJP5Q9CoLk2ZayMB2mmGiOIpHoczv6V8ukpmT9kL9-IyrMClSxI/w400-h248/Foto%20mejor%20'Cerrar%20los%20ojos'.jpg" width="400" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>"Cerrar los ojos", de Víctor Erice</i></b></div></b><span style="font-size: 18.6667px; text-align: justify;"><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">Había mucha expectación por lo que Erice ofrecería en su
resurrección al largometraje. El resultado se halla a la altura de su exigencia
y su prestigio narrando paso a paso la investigación sobre un actor que
desapareció en medio del rodaje de una película y cuyo director, ya retirado,
trata de encontrar tras ser convocado para ello por un programa televisivo. ¿Es
ese actor a quien se dio por muerto el hombre sin memoria que se halla acogido
en una residencia de ancianos andaluza y que ha perdido totalmente la memoria?
En ese enigma se centra ‘Cerrar los ojos’ a lo largo de cerca de tres horas,
donde abundan las referencias cinéfilas, sobre todo a decepciones vividas por
Erice, como su imposibilidad de adaptar ‘El embrujo de Shanghai’, de Juan
Marsé, que acabó haciendo Fernando Trueba, o de rodar la segunda parte de ‘El
Sur’, la ya situada en Andalucía.</span></div></span>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">Es como si en un film centrado en la vejez y en la muerte, su
autor hubiese querido no solo contar una determinada historia, sino resumir, a
sus casi 83 años, lo que ha sido y no ha sido su carrera. Con su reflexión
sobre el poder revelador o enmascarador del cine, ‘Cerrar los ojos’ cuenta con
una espléndida interpretación de Manolo Solo en el papel del director jubilado
y con la intensidad de José Coronado en su parte final. Donde se concreta esa
frase pronunciada por el médico que encarna Juan Margallo (precisamente quien
fuese el guerrillero oculto de ‘El espíritu de la colmena’) en el sentido de
que el ser humano no solo es memoria, sino también sentimiento y pasión, como los
que se traslucen de las imágenes de Erice, que no ha venido a Cannes, al
parecer decepcionado por no estar en la Sección Oficial.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTLF1l06wl3kDaaKNzihvFTc248ojEUNXrxfYTst8z3H7sMl8_JGaB1cHpbkxz_MhSACz6-wqUFJSWjacWRkvklfE-Qnx6ORaJyoJRfsccP_Hd3H1D_XAV_MWtoxcLSlurf7qr3SMj8MX3E5suOv5xCU5zgTVVV1g7c5ezvSLoP45hMQHvRZaKzFDzO8c/s770/Foto%20'Las%20hojas%20muertas'.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="514" data-original-width="770" height="268" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTLF1l06wl3kDaaKNzihvFTc248ojEUNXrxfYTst8z3H7sMl8_JGaB1cHpbkxz_MhSACz6-wqUFJSWjacWRkvklfE-Qnx6ORaJyoJRfsccP_Hd3H1D_XAV_MWtoxcLSlurf7qr3SMj8MX3E5suOv5xCU5zgTVVV1g7c5ezvSLoP45hMQHvRZaKzFDzO8c/w400-h268/Foto%20'Las%20hojas%20muertas'.jpg" width="400" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>"Las hojas muertas", de Aki Kaurismäki</i></b></div></b><span style="font-size: 18.6667px; line-height: 115%;"><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">También sentimiento y pasión viven intensamente la pareja
protagonista de ‘Las hojas muertas’, pero de la manera soterrada, silenciosa,
casi pasiva, tan característica de su autor. Porque Aki Kaurismäki muestra de
nuevo, ¡y en solo 81 minutos!, su maestría a la hora de reflejar seres anónimos
cuyos sentimientos llegan bien puros al espectador mediante un juego interpretativo,
una luz, unos decorados, unas músicas siempre tristes que, pese a su aparente
frialdad, nos van embargando de emoción en el trayecto de esta mujer, este
hombre… Y este perro callejero que les acompaña en una final que supone un
precioso homenaje a Chaplin, mientras suena la famosa canción de Jacques
Prévert y Joseph Kosma que da título al film.</span></div></span>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">Porque si en ‘Cerrar los ojos’ hay referencias cinéfilas,
muchas más todavía en este caso, jugando con carteles de ‘Breve encuentro’ o
‘Rocco y sus hermanos’ o con divertidas alusiones a Bresson y Godard, entre
tantos otros. El peculiar mundo de Kaurismäki, ese estilo calmo que se mueve
entre el humor de Jacques Tati y las miniaturas orientales, acaba por imponerse
una vez más; ya no nos sorprende pero nos sentimos de nuevo plenamente felices
de encontrarnos con él.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">Si el cineasta finlandés resulta tan cálido como el hielo que
acaba quemando, no hay que confundirlo con la frialdad típicamente austriaca
que destila ‘Club Zero’, de Jessica Hausner. El relato de una profesora de
dietética que convence a un pequeño grupo de alumnos de un colegio de élite
para que cada vez coman menos y solo de viandas muy selectivas, acaba
convirtiéndose en una especie de parábola sobre las sectas y el fanatismo. Aunque
la realizadora parece acabar apostando por un mundo espiritual donde cuatro
adolescentes y su guía transitan felices por un paisaje cuya belleza
crepuscular solo puede pertenecer al soñado Paraíso…<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><b>(Publicado en "El Norte de Castilla", de Valladolid, 23 de mayo de 2023).</b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><o:p><b> </b></o:p></span></p><p></p>Fernando Larahttp://www.blogger.com/profile/04801527155127581221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7113441281388187074.post-72415273370031441512023-05-22T04:34:00.026-07:002023-07-17T04:47:45.424-07:00Scorsese indaga de nuevo sobre las raíces de la violencia<p> </p><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Decían los viejos manuales de periodismo que noticia no es
que un perro muerda a un hombre, sino que un hombre muerda a un perro… Por
tanto, que Martin Scorsese haga una buena película o una buena serie o un buen
documental no es noticia, lo lleva haciendo toda su vida, que ya ha llegado a
los 80 años. Nadie puede sorprenderse, en ese sentido, que ‘Killers of the
Flower Moon’ sea una obra de la máxima valía, una lección de cine clásico a lo
largo de sus casi tres horas y media de duración. Se trata más bien de una
serie, que emitirá Apple TV, pero que también tendrá distribución previa en
salas durante mes y medio por parte de Universal para que los cinéfilos puedan
disfrutarla en pantalla grande.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgR8khX4R0moElGJawEX49wYDHycYisEzNRdBfzl7edLJFDmCuyzobXGM4ewdpG6-KnonDSmVAX4MVaoThYSATDrqsVpBanK1twCd1pWnAHhWmeK6Khu9pWpvYBzHkJDgXKPDS3IP48X2t3qeGFCvY0xMWhxu4tvEhfEnaTb1wt4_3Uf0QfYkENrYKlv90/s2000/Foto%20'Killers%20of%20the%20Flower%20Moon'.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1125" data-original-width="2000" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgR8khX4R0moElGJawEX49wYDHycYisEzNRdBfzl7edLJFDmCuyzobXGM4ewdpG6-KnonDSmVAX4MVaoThYSATDrqsVpBanK1twCd1pWnAHhWmeK6Khu9pWpvYBzHkJDgXKPDS3IP48X2t3qeGFCvY0xMWhxu4tvEhfEnaTb1wt4_3Uf0QfYkENrYKlv90/w400-h225/Foto%20'Killers%20of%20the%20Flower%20Moon'.jpg" width="400" /></a></div><div style="text-align: center;"><b><i>"Killers of the Flower Moon", de Martin Scorsese</i></b></div><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">A largo de esa larga carrera que lo ha convertido en mito viviente
entre los cineastas, Scorsese ha indagado incesantemente en la violencia que se
halla en el sustrato de la vida norteamericana desde que existe como nación.
Ahora lo hace refiriéndose a los indios Osages, que de la máxima pobreza
pasaron a la riqueza cuando el petróleo empezó a emerger de sus tierras en los años
20 del pasado siglo. Familias enteras se convirtieron en potentados económicos
que pronto fueron objeto de la codicia de numerosos hombres blancos, que se
casaban por puro interés con mujeres a las que heredaban… después de ser
asesinadas o adquirían de manera fraudulenta sus acciones.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Ante esta realidad, ‘Killers of the Flower Moon’ adopta el
mismo esquema narrativo que su director ha aplicado en numerosas ocasiones al
mundo de la mafia, incluso con un todopoderoso “padrino”, llamado Bill “King”
Hale, al que interpreta perfectamente un Robert De Niro que parecía perdido en
comedias de segunda fila. A su lado, en un trabajo de nada sencilla
caracterización, Leonardo Di Caprio encarna al joven advenedizo que se va
deslizando progresivamente por el precipicio del crimen.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Todo se mueve en el film/serie de Scorsese por los siempre
anhelados ámbitos del “Great American Film”, también buscado incesantemente por
la novela contemporánea. Está en camino de lograrlo, porque cada plano respira
la sabiduría de quien todo conoce y todo domina en el universo de las imágenes.
No es que Scorsese solo haya hecho buenas películas en su trayectoria de casi
sesenta años, pero demuestra encontrarse en plena forma y ser capaz por
ejemplo, cuando el relato está llegando a su fin, de ofrecer una secuencia tan
deliciosa como la del programa de radio en directo donde se revela la
resolución de la investigación emprendida por el FBI sobre esta brutal matanza
de los Osages en Oklahoma.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLnDEb0de5mPOv7d4QPaFkf6bye1BhmFDSx_FB9Vj-rOOFoOKAITN8qu_23vHN_bGUu4L988fUWmjQ1vr8z_aT9ljbX6XJrLw75DvuZ6p4P8pYNYYdTx8knvpYsN7Gs2hOSilt_o7hhkUep6v4ys3qt26L46i99JaPL6Z2Eg8qM60Eaux_EUBzh9GcG3s/s1200/Foto%20'Anatomie%20d'une%20chute'.webp" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="675" data-original-width="1200" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLnDEb0de5mPOv7d4QPaFkf6bye1BhmFDSx_FB9Vj-rOOFoOKAITN8qu_23vHN_bGUu4L988fUWmjQ1vr8z_aT9ljbX6XJrLw75DvuZ6p4P8pYNYYdTx8knvpYsN7Gs2hOSilt_o7hhkUep6v4ys3qt26L46i99JaPL6Z2Eg8qM60Eaux_EUBzh9GcG3s/w400-h225/Foto%20'Anatomie%20d'une%20chute'.webp" width="400" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><i>'Anatomie d'une chute', de Justine Triet</i></b></div><span style="font-size: 14pt;"><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">Parece que los juicios están de moda en el cine, ya sean recreando
la realidad (como en ‘Le procès Goldman’ que abrió la Quincena de Cineastas y
de la que ya hablamos) o en la pura ficción, caso de ‘Anatomie d’une chute’, cuarto
largometraje de la francesa Justine Triet. “Para interesarme por este oficio,
necesito de la búsqueda formal, narrativa, plástica. Hacer una película más,
contar solo una historia más, no me resulta suficiente”, ha declarado. Ambición
que convierte en la incógnita de esa “caída” que menciona el nombre del film:
¿se trata del suicidio del hombre de la pareja, o la muerte ha sido causada por
su mujer, de manera casual o voluntaria? Es lo que se dirime en el juicio
mencionado, aunque, para mí, el interés real de ‘Anatomie d’une chute’ no radica
en saber si la protagonista es o no culpable, sino en la disección de la crisis
de una pareja de escritores, donde él no se ha acercado siquiera al nivel de
éxito de ella. Lo que implica tensiones múltiples de humillación y envidias ante
un niño que descubre en el juicio la mentira cotidiana de sus padres.</span></p></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Esa potente indagación y, más aún, la gran interpretación de
Sandra Hüller (que igualmente destaca en ‘The Zone of Interest’ y quien sigue
en el recuerdo como protagonista de aquella divertida ‘Toni Erdmann’, de Maren
Ade), harán que el sólido film de Justine Triet entre muy probablemente en el
Palmarés final de este Cannes 2023.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><b>(Publicado en "El Norte de Castilla", de Valladolid, 22 de mayo de 2023)</b></span></p><br /><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br />Fernando Larahttp://www.blogger.com/profile/04801527155127581221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7113441281388187074.post-28164771135507701002023-05-21T03:50:00.001-07:002023-07-17T04:23:28.517-07:00Bilge Ceylan, maestro en filmar las palabras<p> </p><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Si hay un director que filma bien las conversaciones entre
sus personajes, es sin duda Nuri Bilge Ceylan. Lo hacía también su confesado
maestro Ingmar Bergman, y él vuelve a insistir en su última película, ‘Las
hierbas secas’. De nuevo una “Conversation Piece”, que dicen los anglosajones,
le sitúa en el reflejo de los pliegues de la vida humana, en las incesantes
contradicciones en que todos nos movemos, en el juego dialéctico mediante el
que nos descubrimos u ocultamos. Nada que no domine el excelente cineasta
turco, que ya obtuvo en Cannes la Palma de Oro de 2014 con ‘Sueño de invierno’.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZt2hD5gjBv_07kabP1eYKW7gWsO7JSEKPu2rDftEgOZyWSMGaqHmTE8hzZsiyZJM-vjPulSQujJdPDklB-bOOw7Ssq2DfQ7E9Cj0jHQ3antfpr5zZpWdO6YieVd2Ll-4ualLW73zLF71sRp8z9_9pMSk7u3NFn-iRvhgysX7h0DEwzWhTmvOCgf-xNus/s4096/Foto%20'Las%20hierbas%20secas'.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1716" data-original-width="4096" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZt2hD5gjBv_07kabP1eYKW7gWsO7JSEKPu2rDftEgOZyWSMGaqHmTE8hzZsiyZJM-vjPulSQujJdPDklB-bOOw7Ssq2DfQ7E9Cj0jHQ3antfpr5zZpWdO6YieVd2Ll-4ualLW73zLF71sRp8z9_9pMSk7u3NFn-iRvhgysX7h0DEwzWhTmvOCgf-xNus/w400-h168/Foto%20'Las%20hierbas%20secas'.jpg" width="400" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>"Las hierbas secas", de Nuri Bilge Ceylan</i></b></div></b><span style="font-size: 18.6667px; line-height: 115%;"><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">Tras un comienzo un tanto dubitativo, en el que no se sabe
muy bien por dónde se va a decantar la película, ‘Las hierbas secas’ se
despliega en una segunda parte realmente potente dentro de esa línea creativa
antes citada. Lo que en principio parecía una nueva historia de profesor
destinado a un pequeño y aislado núcleo rural, con el habitual enfrentamiento
entre tradición y modernidad, tampoco se inclina hacia la alumna que asegura
estar enamorada de su maestro. No, es la relación de este con una mujer a la
que un terrorista suicida le ha segado una pierna, y a la que también pretende
su compañero de habitación, lo que alcanza en la trama un nivel de máxima
intensidad, donde cada detalle cuenta en una especie de triángulo amoroso.
Aquello que no se cuenta acaba siendo más decisivo que lo que viene dado envuelto
por un bosque de palabras en esta sobresaliente película de Bilge Ceylan, que
cuenta con una espléndida fotografía tanto en interiores intimistas como en
gélidos y nevados exteriores.</span></div></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Mucho menos convincente, hasta suponer una fuerte decepción, es
‘May December’, la nueva obra de Todd Haynes, sobre todo recordando aquella
inolvidable ‘Carol’ que entusiasmó hace ocho años y con la que Rooney Mara
logró un Premio a la Mejor Actriz que debió ir a manos de Cate Blanchett. La
oferta era prometedora al máximo: el contacto que se establece entre una actriz
y el personaje que va a interpretar, una mujer que dos décadas atrás se hizo
famosa por el escándalo de haberse enamorado y mantenido relaciones sexuales
con un menor de 13 años. Interpretadas por Natalie Portman (también productora)
y Julianne Moore, con la sensibilidad demostrada por Haynes no solo en ‘Carol’,
sino también en títulos como ‘Lejos del cielo’ o la serie ‘Mildred Pierce’,
todo sonaba a música celestial.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Pero ‘May December’ no pasa de la superficialidad, le falta
intensidad en las secuencias de entre ellas dos que más deberían tenerla, y
acaba transitando por terrenos muy previsibles. Lastrada también por la pésima
interpretación de Charles Melton en el papel protagonista masculino, ya adulto,
el film podría haber sido una especie de ‘Persona’ –Bergman, de nuevo–, pero se
queda más cerca de ‘Quién te cantará’, de Carlos Vermut, en la simbiosis casi
vampírica entre actriz y personaje real.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6w2JqnjEiEpLdFj8UK0rHdbt_Juk-yxHIFIQ1GY0kEqABTTCLuKeqDbjnXQHTaCNr3dHgbERcGObutH5DMIMWzesx9BwUQ7GQdkcsjk0t4Z4EQ00AaW_VC7-RAO1jNPfKWSkPrVd9kJdBYdtAePoAnipQr5cdtvLMJ2aUa5dPKM54-MmdprunXo6xac0/s300/Foto%20'Robot%20Dreams'.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="300" height="224" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6w2JqnjEiEpLdFj8UK0rHdbt_Juk-yxHIFIQ1GY0kEqABTTCLuKeqDbjnXQHTaCNr3dHgbERcGObutH5DMIMWzesx9BwUQ7GQdkcsjk0t4Z4EQ00AaW_VC7-RAO1jNPfKWSkPrVd9kJdBYdtAePoAnipQr5cdtvLMJ2aUa5dPKM54-MmdprunXo6xac0/w400-h224/Foto%20'Robot%20Dreams'.jpg" width="400" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>"Robot Dreams", de Pablo Berger</i></b></div></b><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Llegó la segunda presencia española en Cannes: el
largometraje de animación ‘Robot Dreams’, en el que Pablo Berger ha empleado
cinco años de su trabajo hasta lograr una película singular, a contracorriente
de los productos animados más comerciales. Se plantea el film el desafío de
situarse en las antípodas de estos: imagen en 2 dimensiones, dibujo lineal muy
sencillo, colores planos, gran despliegue de fondos ambientales de un Nueva
York de una época ya pretérita… Para más “inri”, sin un solo diálogo ni tampoco
seres humanos, aunque los animales y robots que pueblan las imágenes sí adoptan
formas antropomórficas. En definitiva, un gran empeño del autor de aquella
‘Blancanieves’ que tanto sorprendió en su día, porque Pablo Berger siempre se
halla dispuesto a transitar por caminos no trillados.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Y para que les cuente que valió, ¡y cómo!, la pena esperar
hora y media bajo la lluvia para comprobar después en las tres y media de ‘Killers
of the Flower Moon’ que, a sus ochenta años, Martin Scorsese sigue en plena
forma, tendrán que esperar a mi crónica de mañana. Sorry!<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><b>(Publicado en "El Norte de Castilla", de Valladolid, 21 de mayo de 2023).</b></span></p><br /><p></p>Fernando Larahttp://www.blogger.com/profile/04801527155127581221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7113441281388187074.post-9830360477953243082023-05-20T03:02:00.003-07:002023-07-17T03:14:44.156-07:00Jonathan Glazer muestra la otra cara del Holocausto<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyAq2cF4c7Q1S9Je7yr6nEQtIfp_u3qdDU6cXvTqxUcpd6Qzi4wB70WZZctvPlCpk67RtqMrATWL45nATAr5hUqHQ6oiwVyRx18nxiyaSVykaP6As-P4wiG1CwzVF7NLDVBkIYXUOBJK6CqyCe06KkbUVcCLkpokqfZOOTpDf5L6S8LByocxZVypz5mko/s689/Foto%20'The%20Zone%20of%20Interest'.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="689" data-original-width="689" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyAq2cF4c7Q1S9Je7yr6nEQtIfp_u3qdDU6cXvTqxUcpd6Qzi4wB70WZZctvPlCpk67RtqMrATWL45nATAr5hUqHQ6oiwVyRx18nxiyaSVykaP6As-P4wiG1CwzVF7NLDVBkIYXUOBJK6CqyCe06KkbUVcCLkpokqfZOOTpDf5L6S8LByocxZVypz5mko/w320-h320/Foto%20'The%20Zone%20of%20Interest'.jpg" width="320" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>"The Zone of Interest", de Jonathan Glazer</i></b></div></b><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">Una familia burguesa se baña en un bonito río, sin duda para
mitigar el calor veraniego. Se diría, por la ropa y los bañadores, que estamos
a comienzos de los años 40. La familia vuelve tranquilamente por un bosque
hasta su casa, una mansión ya algo antigua pero espaciosa y rodeada por un
amplio jardín muy cuidado. Todo parece de la más absoluta normalidad. Pero,
¿qué es lo que vemos al borde de ese jardín? Sin duda, es un sólido muro que lo
separa con firmeza de algo que hay al otro lado. Pero es que, además, si nos
fijamos, hay una alta torre de vigilancia. Y de tiempo en tiempo, una densa
columna de humo sale de una gran chimenea oscureciendo el cielo… Sí, estamos en
los aledaños del campo de concentración de Auschwitz, y más concretamente en la
residencia del comandante del centro de exterminio, que se aloja allí con su
mujer y sus hijos.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Profundamente perturbadora desde una aparente frialdad, ‘The
Zone of Interest’, cuarto largometraje del cineasta británico Jonathan Glazer y
al que pertenecen esas imágenes iniciales, está llamada a ser una de las
películas del Festival de este año, sin duda la que más hasta el momento.
Porque contemplar la vida cotidiana de quienes, sin el más mínimo reparo ético
o moral, se hallan a escasos metros de miles de personas a las que mandan al
crematorio todos los días, determina en el espectador un verdadero ejercicio de
repulsión hacia tal inhumanidad. Los problemas de esta familia de represores
son los de cualquiera de su nivel económico, que si tratar de mejorar en la
carrera profesional, disfrutar de las relaciones con los más cercanos, arreglar
las flores y, en general, toda la casa, nada inhabitual.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Lo diferente está al otro lado de los muros, el campo donde
se extermina a millares de personas, a las que el film nunca muestra, en un
ejercicio de brutalidad planificada hasta el más mínimo detalle y ejecutada con
la sobriedad funcionarial que ya conocemos, desde Hannah Arendt, como “la
banalidad del mal”. Planificación que, al abordar la nueva deportación de
judíos húngaros, también queda patente en la reunión al máximo nivel de la parte
final de ‘The Zone of Interest’, basada en la novela de Martin Amis que entre
nosotros fuese editado por Anagrama en 2015.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-_sdZjU176DUbAJQzY5YmKBQVZ9DlLHubrGkM3q1ml2B5NQLgZiSLfl8ieFZ1msvOClmVEUvmsJl-RANemPwLHwuPaHd6MYOEwM2DSNxnNWBW0MTuVNG4hPF13oi8WnIGetSvSddid_cff1iBq322Pa8cJJVSKpjrDH8Jes5rgrQ3niqh4L0bvZAXeyE/s1707/Foto%20'Rosalie'.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1707" data-original-width="1280" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-_sdZjU176DUbAJQzY5YmKBQVZ9DlLHubrGkM3q1ml2B5NQLgZiSLfl8ieFZ1msvOClmVEUvmsJl-RANemPwLHwuPaHd6MYOEwM2DSNxnNWBW0MTuVNG4hPF13oi8WnIGetSvSddid_cff1iBq322Pa8cJJVSKpjrDH8Jes5rgrQ3niqh4L0bvZAXeyE/w240-h320/Foto%20'Rosalie'.jpg" width="240" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>"Rosalie", de Stéphanie di Giusto</i></b></div></b><span style="font-size: 18.6667px; line-height: 115%;"><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">Signo muy distinto tiene ‘Rosalie’, la buena sorpresa de la
sección paralela Un Certain Regard de la que ayer les prometí hablar en esta
crónica. La no fácil vida de lo que comúnmente se conocía como una “mujer
barbuda”, pero cuyo pelo se extendía a otras varias zonas de su cuerpo, es narrada
en la película con sensibilidad y buen pulso en la segunda película de la directora
francesa Stéphanie di Giusto. Se desarrolla el film en un aldea a la que en
1870 llega esta mujer, muy bien interpretada por Nadia Tereszkiewicz, por un
matrimonio de conveniencia con un soldado que sufre graves secuelas tras ser
herido en la guerra. La forma en que ese personaje femenino, Rosalie, va
ganándose al pueblo, salvo alguna excepción malévola, hasta convertir la pobre
taberna de su marido en un lugar de encuentro para los vecinos, determina el
encanto de una película que, quitando alguna debilidad de guion y ciertos
subrayados primerizos, posee un delicado y peculiar atractivo.</span></div></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Otra mujer que no se acomoda a lo que los demás piensan de
ella protagoniza ‘Creatura’, también un segundo largometraje, en este caso de
la actriz y directora Elena Martín, que se diera a conocer hace cinco años con
su ‘Júlia ist’ y que –al margen del mediometraje de Almodóvar– supone la
primera participación española en esta edición de Cannes, concretamente en la
ahora llamada Quincena de Cineastas. Bien recibida en su pase matinal,
‘Creatura’ nos habla de la intensa sexualidad de una mujer que no es entendida,
cuando niña y adolescente, por sus padres ni más adelante por su pareja, con la
que nunca llega a hacer el amor satisfactoriamente, lo que le causa un continuo
estrés que desde la infancia se manifiesta en erupciones cutáneas por diversas
partes del cuerpo. ‘Creatura’ supone un considerable ejercicio de introspección
sobre un personaje femenino, realizado desde la doble intensa faceta de Elena
Martín delante y detrás de la cámara.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><b>(Publicado en "El Norte de Castilla", de Valladolid, 20 de mayo de 2023).</b></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: right;"><br /></p>Fernando Larahttp://www.blogger.com/profile/04801527155127581221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7113441281388187074.post-64269640637278452982023-05-19T02:46:00.004-07:002023-07-17T02:56:55.233-07:00Indiana Jones, a ritmo de videojuego<p> </p><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">En el cine clásico del género, las secuencias de acción
aparecían cada cierto tiempo, motivadas por el desarrollo de la trama.
Posiblemente debido a la influencia del cine de animación más comercial e
infantilizado, pasaron a ser mucho más frecuentes. Hasta que ahora cualquier
película de este estilo adopta el ritmo de los videojuegos, con una vertiginosa
e incesante acción que pretende dejar sin respiro al espectador. Es justo lo
que sucede con ‘Indiana Jones and the Dial of Destiny’, quinta entrega de la
franquicia que Steven Spielberg y George Lucas han pasado a un menos valioso James
Mangold, cuyo principal trabajo hasta ahora era ‘Logan’ en 2017.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCFpsIuMa5Gu-UJuHBeiiI4ZMBooOI33pa6PRIq3oxBkyI62o1-1vlXZQmNo_tNkBUK6swXuHFKQ4HpC6_O9tOZGFHuezke0eykwwKh3hIfVWckWIQSIx8ZL38gUWpfJfLRPeIqKvofwyytDdi4SA9zRA4gJZp4chQ1K8NrDE0h89omzIPTln9VFd1HhA/s1200/Foto%20'Indiana%20Jones%20and%20the%20Dial%20of%20Destiny'.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="675" data-original-width="1200" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCFpsIuMa5Gu-UJuHBeiiI4ZMBooOI33pa6PRIq3oxBkyI62o1-1vlXZQmNo_tNkBUK6swXuHFKQ4HpC6_O9tOZGFHuezke0eykwwKh3hIfVWckWIQSIx8ZL38gUWpfJfLRPeIqKvofwyytDdi4SA9zRA4gJZp4chQ1K8NrDE0h89omzIPTln9VFd1HhA/w400-h225/Foto%20'Indiana%20Jones%20and%20the%20Dial%20of%20Destiny'.jpg" width="400" /></a></div><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><i>"Indiana Jones and the Dial of Destiny", de James Mangold </i></b></p><p class="MsoNormal" style="font-size: 14pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">No se detiene un minuto la nueva aventura del arqueólogo más
famoso del cine. Y es ese no descansar el principal lastre de esta búsqueda del
disco o cuadrante de Arquímedes, capaz de retrotraernos en el tiempo, y que su
creador dejó partido en dos para que no cayera en malas manos. Claro que al
principio parece que el objeto anhelado es la lanza de Longinos, la que hirió
el costado de Cristo y que Hitler deseaba poseer por encima de cualquier otro
tesoro, quizá por haberse quedado sin aquella Arca Perdida que también le
arrebató Indiana Jones. Pero no nos liemos, porque no es precisamente contar
bien una historia lo que de verdad interesa a los responsables de esta dicen
que última entrega.</span></p><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Lo suyo es dar a aquello mucha marcha, con una especie de
prólogo de veinte minutos donde vemos a un Harrison Ford con el rostro
rejuvenecido digitalmente (aunque está bien logrado, da un poco de grima, la
verdad) volviendo a luchar con los nazis en 1944. Y, en ese sentido vertiginoso,
destaca con fuerza una persecución entre dos “toc-tocs” por las calles de
Tánger, ya en el 1969 en el que sucede la mayor parte de la película, entre
celebraciones del éxito espacial por la llegada del hombre a la Luna. Las
secuencias semifinales –las más sugerentes e inventivas– y un cierre
sentimentaloide me los callaré para no fastidiar a los espectadores que sin
duda irán en masa a ver este nuevo ‘Indiana Jones’ y amortizarán de sobra su
presupuesto de cerca de 300 millones de dólares.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Avisemos prudentemente de que la inclemente música de John
Williams, con diversas variantes de sus pasajes más conocidos para la serie,
puede causar serios dolores de cabeza y de que no esperen ver demasiado a Antonio
Banderas en el film, ya que tiene un papel casi episódico de pescador español
experto en inmersiones. Los infinitos títulos finales, sin la esperable
sorpresa de agradecimiento, confirman que los miles de profesionales que han
intervenido en la película, sobre todo en el aspecto digital, casi no caben ni
siquiera en el Bernabéu… Hay exito de taquilla asegurado.<o:p></o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEKXXJ6uMBjM89DDWM7UkcJ3UuOmbXKjrS8DHzhog_k-vhRr-PQo0PCictQ6drgBXGANvEian-nrecPRlaE9YbLKySfIf7tewxkLi-AeDsIg7IZ7WVndJKvNXZv6HtOQ1bGhKn9mbo7gMF-FSFqYTqcrW_tAs2bsg4Un1FWK6SFwq9HUlyrSZ68Ug6ssQ/s820/Foto%20'Black%20Flies'.webp" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="460" data-original-width="820" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEKXXJ6uMBjM89DDWM7UkcJ3UuOmbXKjrS8DHzhog_k-vhRr-PQo0PCictQ6drgBXGANvEian-nrecPRlaE9YbLKySfIf7tewxkLi-AeDsIg7IZ7WVndJKvNXZv6HtOQ1bGhKn9mbo7gMF-FSFqYTqcrW_tAs2bsg4Un1FWK6SFwq9HUlyrSZ68Ug6ssQ/w400-h225/Foto%20'Black%20Flies'.webp" width="400" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>"Black Flies", de Jean-Stéphane Sauvaire</i></b></div></b><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">No creo que, para nada, lo obtenga ‘Black Flies’, del
realizador francés afincado en Estados Unidos Jean-Stéphane Sauvaire y
protagonizada por Sean Penn, ya que sus imágenes no son precisamente
agradables. Los dramáticos servicios que tiene que efectuar una pareja de
enfermeros que llevan una ambulancia por zonas pobres de Nueva York, revela
aspectos muy negros de una metrópolis tan variopinta y conflictiva como esta.
El típico esquema, utilizado sobre todo por el cine policiaco, de relación
laboral y amistad final de hombre experto que comparte una difícil labor con
otro que acaba de llegar al oficio, queda aquí ligeramente matizado por la
difícil psicología de ambos y la sensibilidad del más joven, que coprotagoniza
Tye Sheridan. Personaje al que afecta cada vez más el encontrarse con terribles
casos, en los que –se nos dice– las moscas siempre localizan a los muertos
antes que nadie. De ahí el título de una película a la que sobra efectismo y
grandilocuencia, razón por la que creo que ha sido mal recibida en Cannes.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Y déjenme avanzarles una estupenda sorpresa, proveniente de
la sección paralela Un Certain Regard: ‘Rosalie’, de la francesa Stephanie di
Giusto. Como, con su implacable látigo, Indiana Jones se ha apoderado de la
mayoría del espacio de esta crónica, se lo cuento mañana.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><b>(Publicado en "El Norte de Castilla", de Valladolid, 19 de mayo de 2023).</b></span></p><br /><p></p>Fernando Larahttp://www.blogger.com/profile/04801527155127581221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7113441281388187074.post-75131945660008577112023-05-18T02:26:00.027-07:002023-07-17T02:38:04.338-07:00Cannes se fija en las relaciones maternofiliales<p> </p><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Aunque con corrientes de fondo, las películas de Hirokazu
Kore-eda han sido siempre transparentes, diáfanas, de narración sencilla y a
menudo emotiva. No es el caso de su última obra, ‘Monster’, más cerebral y
donde utiliza el recurso que en su día popularizó un colega suyo, Akira
Kurosawa: el llamado método ‘Rashomon’, donde un mismo hecho es contemplado
desde perspectivas diferentes (cuatro en aquel caso, tres ahora), de tal forma
que una determinada realidad surja de esas diversas miradas y experiencias. Así
sucede en este ‘Monster’ de Kore-eda que llega cuando todavía tenemos muy
reciente su ‘Broker’ del pasado año, con la que el coreano Song Kang-ho obtuvo
el Premio al Mejor Actor.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjV_7Ca_N0zyyB_3g0OFrIPcWtf90zpnVEqO8d0xhOchRcedMI58wu_5Ow2O571HNyMcKhVHi33V_K6MkLHWS4gKpCgGRXQuPqsUPBXMW1siyoWtOvsMT3-nR2PWYYwpytUuuenuSWwttOmRdXgZhl8xl3-ikAXF1Bobg5u5DOAvzGlM4WNJ68nA5Ecj1s/s900/Foto%20'Monster'.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="675" data-original-width="900" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjV_7Ca_N0zyyB_3g0OFrIPcWtf90zpnVEqO8d0xhOchRcedMI58wu_5Ow2O571HNyMcKhVHi33V_K6MkLHWS4gKpCgGRXQuPqsUPBXMW1siyoWtOvsMT3-nR2PWYYwpytUuuenuSWwttOmRdXgZhl8xl3-ikAXF1Bobg5u5DOAvzGlM4WNJ68nA5Ecj1s/w320-h240/Foto%20'Monster'.jpeg" width="320" /></a></div><div style="text-align: center;"><b><i>"Monster", de Hirokazu Kore-eda</i></b></div><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Quizá las diferencias provengan de que en este caso el gran
cineasta japonés no parte de un guion propio, sino de Yuh Sakamoto, aunque por
supuesto no faltan los personajes infantiles o adolescentes ni las familias más
o menos estructuradas, algo consustancial a su obra. Pero en este caso, a
partir del posible acoso de un escolar por parte de su profesor, narrado desde
el subjetivismo de la madre del crío, del citado profesor de instituto y del
propio niño, son otras las cuestiones casi filosóficas que preocupan al autor
de ‘Un asunto de familia’, justa Palma de Oro para Kore-eda en 2018. Cuestiones
que se refieren a la posibilidad de llegar a la verdad, del poder de las
apariencias que no siempre responden a lo sucedido, de la capacidad de engaño y
autoengaño que puede darse en el ser humano…<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Temas de primera magnitud que van desarrollándose a lo largo
de las tres partes del film, aunque imbricadas en ocasiones unas con otras, con
especial valía en el caso de la madre viuda que intenta saber a toda costa el
motivo de que a su hijo le haya acusado su maestro de haber cambiado su cabeza
por “otra de cerdo”, lo que ha traumatizado al pequeño, hasta la amistad de
este hacia un pequeño compañero que es víctima de “bullying”. Con él emprenderá
una luminosa relación de amistad en la parte final de ‘Monster’ que supone su
mejor atractivo y da sentido global a la película.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPtxgAXtuid1eTMlu0SEiI9ABvRZtGNdiPG4tnH600RTImzGsWBuvFau3flKeWlLv3v91m2c0J1oXlE_RtDTMnpQTtKM_KiV_tThKrMTbniFwyb_kdmOJp2QRZlBo9GxbqflZ-q_WL_IDOYqgsoDscdo50k1evjFl6eeKUVDqYnT0IZ3JmLiAM_YywTTI/s1360/Foto%20'Le%20retour'.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="735" data-original-width="1360" height="216" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPtxgAXtuid1eTMlu0SEiI9ABvRZtGNdiPG4tnH600RTImzGsWBuvFau3flKeWlLv3v91m2c0J1oXlE_RtDTMnpQTtKM_KiV_tThKrMTbniFwyb_kdmOJp2QRZlBo9GxbqflZ-q_WL_IDOYqgsoDscdo50k1evjFl6eeKUVDqYnT0IZ3JmLiAM_YywTTI/w400-h216/Foto%20'Le%20retour'.jpg" width="400" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>"Le retour", de Catherine Corsini</i></b></div></b><span style="font-size: 18.6667px; line-height: 115%;"><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">También son las relaciones maternofiliales, tan a menudo
difíciles y problemáticas, las que centran ‘Le retour’, de Catherine Corsini,
pero bajo unas premisas de muchísimo menor calado. La historia de la cuidadora
de niños que vuelve a Córcega, donde se había casado y vivido, para seguir con
la familia “progre” para la que trabaja en París, pero ahora en compañía de sus
bastante insoportables hijas adolescentes, no va más allá de un relato
naturalista envuelto en reencuentros bastante forzados, bonitas playas, bailes,
ligues y demás dosis veraniegas. También, como en ‘Monster’, la madre es viuda
y no se entiende nada bien con sus hijas, en principio con la pequeña de 15
años, hasta que se distancia también de la de 17 cuando mantiene una relación
lésbica y conoce a una abuela que su progenitora le había ocultado. Pero ya se
sabe que madre no hay más que una, que la familia está por encima de todo y que
el verano acaba pasando con la fugacidad de una nube pasajera…</span></div></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Curiosamente, ‘Le retour’ había sido seleccionada con tiempo
por Cannes, pero luego el Festival le retiró la invitación a causa de los
rumores de que sus protagonistas femeninas, dos chicas menores negras igual que
su madre, habían sufrido acoso durante el rodaje para ser obligadas a filmar
sus escenas eróticas. El Consejo de Administración del certamen retuvo su
invitación hasta “saber más sobre esta situación” pero, basándose sobre todo en
los testimonios de las jóvenes actrices, acabó por invitarla de nuevo. Y ‘Le retour’
no solo regresó a Córcega sino con todos los honores a la Competición oficial
del Festival. Tampoco creo que los hermanos Lumière se hubieran revuelto en su
tumba de no haberlo hecho.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><b>(Publicado en "El Norte de Castilla", de Valladolid, 18 de mayo de 2023).</b></span></p>
<p class="MsoNormal"><o:p><b> </b></o:p></p><p></p>Fernando Larahttp://www.blogger.com/profile/04801527155127581221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7113441281388187074.post-39267453500206424182023-05-17T10:29:00.002-07:002023-07-17T11:40:32.536-07:00Cannes apuesta sobre seguro<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLbbrFx1zPsL6bCLGpZLxCo8Mk9JV3dlRRtY6ESpoF_H1c180oVLhM2fLCPssUH6q_sxckIRcbw_zKY5NLRsuTB022sqvqmjQqJnNvplJGiAzFKsZVftMvPaXjM-7znLI9Aj3OqQZbEID8VdwegkPoh_LbDghxH2_6Wov4W9zoAZ-DsELuaV8iBDJwjys/s656/Foto%20alfombra%20roja%20y%20cartel%20Cannes%202023.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="368" data-original-width="656" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLbbrFx1zPsL6bCLGpZLxCo8Mk9JV3dlRRtY6ESpoF_H1c180oVLhM2fLCPssUH6q_sxckIRcbw_zKY5NLRsuTB022sqvqmjQqJnNvplJGiAzFKsZVftMvPaXjM-7znLI9Aj3OqQZbEID8VdwegkPoh_LbDghxH2_6Wov4W9zoAZ-DsELuaV8iBDJwjys/w400-h225/Foto%20alfombra%20roja%20y%20cartel%20Cannes%202023.jpg" width="400" /></a></div><div style="text-align: center;"><b><i>Cartel y alfombra roja de la 76 edición del Festival de Cannes</i></b></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">Contar con nada menos que cinco ganadores de la Palma de Oro
entre los cineastas cuyos veintiún largometrajes entran en competición dentro
de la Sección Oficial, indica que la actual edición del Festival de Cannes
juega sobre seguro. Efectivamente, Ken Loach (por partida doble), Wim Wenders,
Nanni Moretti, Nuri Bilge Ceylan e Hirokazu Kore-eda ya han obtenido el máximo
galardón de Cannes, lo que no les impide concursar ahora de nuevo. Si a ellos
unimos otros nombres anteriormente premiados, como Marco Bellocchio, Aki
Kaurismäki, Todd Haynes, Tran Anh Hung o Alice Rohrwacher, comprobaremos hasta
qué punto el Festival se apoya en grandes autores para su 67 edición. Con un
Jurado internacional encabezado por un Ruben Östlund también ganador de la
Palma en dos ocasiones, la última el mismísimo año pasado con </span><b style="font-size: 14pt;">El triángulo de la tristeza</b><span style="font-size: 14pt;">, y en el
que figura asimismo otra triunfadora, la francesa Julia Ducournau, que
obtuviese en el Cannes veraniego de 2021 la injusta recompensa dorada por su </span><b style="font-size: 14pt;">Titane</b><span style="font-size: 14pt;">.</span></div>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">En tiempos de tantas dudas sobre el porvenir del cine en las
salas, el primer Festival del mundo parece, por tanto, querer aportar serenidad
con el apoyo de auténticos referentes de su trayectoria. Realizadores
veteranos, desde los 87 años de Loach hasta los 66 de Kaurismaki, a los que
habría que añadir algunos que figuran en muestras paralelas dentro de la
Selección Oficial, como Martín Scorsese y sus 80 años, los mismos de Harrison
Ford, con las películas quizá más esperadas del certamen (<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Killers of the Flower Moon</b>, de casi tres horas y media de duración,
y la quinta entrega de Indiana Jones) o Takeshi Kitano, con 76. Hay sí, algunos
debutantes, pero por lo general en las secciones paralelas, Un Certain Regard,
la Quincena de Cineastas –que, para ser más inclusivos, ha cambiado de nombre
desde el anterior Quincena de Realizadores– y la Semana de la Crítica. También
resulta destacable que en la Competición Oficial haya siete directoras, signo
de los tiempos que por fortuna corren, lo que significa hasta un tercio de dicha
sección.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Igualmente, son dos nombres de la veteranía de Víctor Erice y
Pedro Almodóvar, con tan solo una década de diferencia de edad entre ellos, de
83 a 73, los encargados de representar a nuestro país entre los elegidos por el
Comité de Selección, aunque ambos fuera de concurso. Sin duda, el tan esperado
regreso de Erice con <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Cerrar los ojos </b>supone
un acontecimiento para el cine español e incluso internacional. Mientras que
Almodóvar muestra un mediometraje de 31 minutos, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Extraña forma de vida</b>, financiado por la división cinematográfica
de la firma Yves Saint-Laurent, donde muestra una historia de amor “gay” en un
ambiente de “western”, al estilo de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Brokeback
Mountain</b>. La escasa gente joven de nuestro cine la hallamos en la Quincena
gracias a la directora y actriz Elena Martín, con su <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Creatura</b>; y los cortos <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Aunque
es de noche</b>, de Guillermo García López, en la Sección Oficial de este
formato; <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Contadores</b>, de Irati Gorostidi,
en la Semana de la Crítica, y la práctica de la Escuela de Cine de Catalunya
(ESCAC) <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Trenc d’Alba</b>, de Anna
Llargués, en La Cinef, muestra dedicada a los centros de enseñanza.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgH_PM9ocwqz-fczRsvx5u8xTXVbsmYyR7BPP8EoL7vauPn9nn-9_lHdhbuf-5YHDebK2GsgxyTwwozblx7Y1U2DJx6stbs1NgVTKsJKUDSnb93KgbS0VHM2kRZytYUFYDQhIHSqcCJPVVs8J9vPlxO7Zkcn4qCkW0B6t-pg5oxq0r162viBWYykG2BsuE/s1280/Foto%20'Jeanne%20Du%20Barry'.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="1280" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgH_PM9ocwqz-fczRsvx5u8xTXVbsmYyR7BPP8EoL7vauPn9nn-9_lHdhbuf-5YHDebK2GsgxyTwwozblx7Y1U2DJx6stbs1NgVTKsJKUDSnb93KgbS0VHM2kRZytYUFYDQhIHSqcCJPVVs8J9vPlxO7Zkcn4qCkW0B6t-pg5oxq0r162viBWYykG2BsuE/w320-h180/Foto%20'Jeanne%20Du%20Barry'.jpg" width="320" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>"Jeanne Du Barry", de Maïwenn</i></b> </div></b><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">Toda esta ingente marea de películas, cineastas, “estrellas”
y demás parafernalia cannesina ha comenzado, mal, con <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Jeanne Du Barry</b>, de Maïwenn, directora y actriz famosa en Francia y
“mimada” por Cannes, donde se han mostrado varios de sus seis trabajos tras la
cámara, pero escasamente conocida fuera de sus fronteras. Sorprende ver aquí una
obra tan antigua como esta, en todos los sentidos de la palabra, desde su inspiración
ideológica hasta su propuesta estética, pasando por una interpretación dominada
por la nada atractiva pareja que forman la citada Maïwenn y Johnny Depp como el
penúltimo rey de la decadente Monarquía gala. La historia de amor entre Luis XV
y la cortesana que da título al film y que pronto sería su favorita, envuelta
en mucho “lujo y esplendor” y una incesante música grandilocuente, solo
interesa por detalles de los usos y costumbres de una estúpida y esclerotizada Corte
que quedaría felizmente barrida por la Revolución de 1789.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">La elección de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Jeanne
Du Barry</b> para abrir la edición de 2023, tras una protocolaria ceremonia
inaugural que contenía la entrega de la Palma de Oro de Honor a Michael
Douglas, consuma la preferencia hacia títulos franceses nada convincentes para
esa apertura oficial que en otras épocas estuvo casi reservada al film más
reciente de Woody Allen. Tiempos felices aquellos…<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpJuiXWl1oLyCtuvCdqo9d83nk3WxQiBDAmrEelSZhB82drpxDrtjuyrdQPZGN1pRId3oe4PRogW8gmJPBCnzLt8NZbuPatQqXmxPHLEEKoweM_IZhm107PQyZTAlbY-uKjpLZ2Gv-NeNkeb8gFqdjyv9-FL9-Oj1lVXccXj-9oBzWjytwaEO-STVJx2E/s685/Foto%20Michael%20Douglas%20con%20Palma%20de%20Oro%20de%20Honor.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="457" data-original-width="685" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpJuiXWl1oLyCtuvCdqo9d83nk3WxQiBDAmrEelSZhB82drpxDrtjuyrdQPZGN1pRId3oe4PRogW8gmJPBCnzLt8NZbuPatQqXmxPHLEEKoweM_IZhm107PQyZTAlbY-uKjpLZ2Gv-NeNkeb8gFqdjyv9-FL9-Oj1lVXccXj-9oBzWjytwaEO-STVJx2E/w320-h213/Foto%20Michael%20Douglas%20con%20Palma%20de%20Oro%20de%20Honor.jpg" width="320" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>Michael Douglas, con su Palma de Oro de Honor</i></b></div></b><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><br /></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b>(Publicado en "Turia" de Valencia, 19 de mayo de 2023).</b></p><br /><p></p>Fernando Larahttp://www.blogger.com/profile/04801527155127581221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7113441281388187074.post-91890002789618163282023-05-17T01:51:00.004-07:002023-07-17T11:44:23.181-07:0076 Festival de Cannes: En tiempos de desolación, nunca hacer mudanza<p style="text-align: center;"> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhrzGWZ0N2pTPBHdkGgVfZxC5m2EHQ2rR1Ce4WI6XnZtd0p0QFViqisrs_VCeggM8fO8P2GRKl9XvVAwIXkkR59AhItD74e08oeUFnmuJuNH6IcMLi8xMPUqB1lGwCAwc8oIjNTC6I5ftRLaTNB-FAQTwnrKZkSDfLIzVvsWgpzg-XYOyY4kmwG1rjSS7I/s2666/Foto%20cartel%20Cannes%202023.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="2666" data-original-width="2000" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhrzGWZ0N2pTPBHdkGgVfZxC5m2EHQ2rR1Ce4WI6XnZtd0p0QFViqisrs_VCeggM8fO8P2GRKl9XvVAwIXkkR59AhItD74e08oeUFnmuJuNH6IcMLi8xMPUqB1lGwCAwc8oIjNTC6I5ftRLaTNB-FAQTwnrKZkSDfLIzVvsWgpzg-XYOyY4kmwG1rjSS7I/w240-h320/Foto%20cartel%20Cannes%202023.jpg" width="240" /></a></p><br /><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">El Festival Cannes parece haberse retrotraído este año hasta
la Quinta Regla de los Ejercicios Espirituales de Ignacio de Loyola, cuando
afirmaba que “en tiempos de desolación nunca hacer mudanza, más estar firme y
constante en los propósitos y determinación”… Así puede entenderse que en un
momento en que la asistencia al cine está tan cuestionada debido, básicamente, a
la popularización de las plataformas tras la pandemia, se haya lanzado a un
programa como el de la 76 edición, tan repleto de grandes nombres. Es como si
el primer certamen del mundo quisiera mandar un mensaje de sosiego: no os
preocupéis que mientras creadores como los que hemos incluido este año
continúen haciendo películas, el futuro del cine está asegurado. Pero no solo
el más personal, el de autor, porque también tenemos títulos como nada menos
que la quinta entrega de ‘Indiana Jones’ para venir al rescate de las
taquillas. Tranquilos.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">Porque ya no es solo que que cinco ganadores de la Palma de
Oro vuelvan a competir este año, caso de Ken Loach (que la ha obtenido en dos
ocasiones), Nanni Moretti, Hirokazu Kore-eda, Nuri Bilge Ceylan y Wim Wenders,
sino que otros apellidos bien ilustres vienen al auxilio: Scorsese, Bellocchio,
Kaurismaki, Todd Haynes o un casi desaparecido Tran Anh Hung, entre muchos
otros. Junto a ellos, dos ilustres españoles, Víctor Erice, cuyo regreso a
nuestro cine con ‘Cerrar los ojos’ supone una noticia de primer orden; y Pedro
Almodóvar, que ha presentado en sesión única su mediometraje ‘Extraña forma de
vida’, financiado por la firma Yves Saint-Laurent, relato de una pasión
homosexual en un ambiente de “western”, con el que el autor manchego parece
resarcirse mínimamente de no rodar en su día ‘Brokeback Mountain’, de tema muy
similar.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">Sin duda, estos cineastas, en su mayoría muy veteranos,
dentro de un arco de edad que encabezan los 83 años de Loach, son los “encargados”
de aportar un poco de serenidad a este momento tormentoso, de dudas e
interrogantes que se plantean ante la gran pantalla. No es que no haya también
jóvenes debutantes, sobre todo en las secciones paralelas a la Oficial y que
suelen servir como escalera de acceso a ella, pero de manera muy escasa en la
Competición, dentro de la que concurren 21 largometrajes. Con nota especialmente
alta para la presencia de directoras, con un tercio de ese total que lleva
firma femenina, en una especie de ejercicio de expiación que Cannes pretende
llevar a cabo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">Así pues, es a los “clásicos” y a las cineastas a quienes el
Festival encomienda su alma en 2023, por decirlo en esos términos religiosos
que venimos empleando. Aunque podría haberlo hecho mejor que con ‘Jeanne du
Barry’, un film inaugural nada satisfactorio que cuenta la historia de amor
entre la cortesana de ese nombre (interpretada por la propia directora,
Maiwenn) y un rey Luis XV con los irritantes trazos de Johnny Depp, actor que
tanto gusta a los responsables de determinados Festivales. “Lujo y esplendor”
versallescos, música tan nutrida como la figuración cortesana, y un tufo a reivindicación
de aquella Monarquía en decadencia y a la que no le faltaba mucho para que la
Revolución de 1789 la llevase a la guillotina.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMXcx9sqZOMV5jSG_V990JVFVIDdlIIRxlwvG4O5UbLFjrB8zBJBmQ4TSACrByZLtlstQuTdlvxHlDM5klYv7BgRQCLcNT2wLwq4GYz9_R2jKn_IoKZ5MixmBeqDRwxiYaRVWmqhhAUHRcfB5nETWH74wSYrfyGkF8Rav6CW3v0lN8-EcFPS9iOEur_pM/s620/Foto%20'Le%20proc%C3%A8s%20Goldman'.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="413" data-original-width="620" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMXcx9sqZOMV5jSG_V990JVFVIDdlIIRxlwvG4O5UbLFjrB8zBJBmQ4TSACrByZLtlstQuTdlvxHlDM5klYv7BgRQCLcNT2wLwq4GYz9_R2jKn_IoKZ5MixmBeqDRwxiYaRVWmqhhAUHRcfB5nETWH74wSYrfyGkF8Rav6CW3v0lN8-EcFPS9iOEur_pM/w400-h266/Foto%20'Le%20proc%C3%A8s%20Goldman'.jpg" width="400" /></a></div><b><div style="text-align: center;"><b><i>"Le procès Goldman", de Cédric Kahn </i></b></div></b><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">Más digno de ser tenido en cuenta ha sido el comienzo de la
antes llamada Quincena de los Realizadores, ahora Quincena de Cineastas en pro
del lenguaje inclusivo, con ‘Le procès Goldman’, de Cédric Kahn. Un film
judicial puro y duro, con solo una secuencia inicial que no se celebre en el
espacio del tribunal donde se dirimía en 1976 el segundo proceso contra Pierre
Goldman, activista de izquierdas al que se acusaba –según él solo por
antisemitismo y xenofobia– de un doble crimen en el atraco a una farmacia.
Siempre quedaron dudas ante el veredicto final de inocencia, sobre todo cuando
Goldman murió pocos años después en misteriosas circunstancias.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><b>(Publicado en "El Norte de Castilla", de Valladolid, 17 de mayo de 2023).</b></span></p><br /><p></p>Fernando Larahttp://www.blogger.com/profile/04801527155127581221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7113441281388187074.post-12108816228858579292023-04-26T02:33:00.071-07:002023-05-10T23:48:41.214-07:00En busca de Johannes Bernhardt<p><span style="font-size: medium;"><b><i><br /></i></b></span></p><p><span style="font-size: medium;"><b><i>Presentación del Premio Muñoz Suay, de la Academia de Cine, correspondiente a los libros sobre cine español publicados durante 2021.</i></b></span></p><p><span style="font-size: medium;"><b><i><br /></i></b></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQutTOEqVoe57hRLri0Slc0iBZaIUPOybM8QkPNcKTwrZDwO5gL1381OrjCLDKbPmz31Fqj5Qk3OJvW6SciTfNrXlU4j2kThwwkOIxqIAbvEz6uydJ1cWXjeiN1pDDzmOciLEps4aHK_VJ6ZTJtw4IGG0NHh9tnzaRlM7ndC0A7DxJLrUNNfyKcbuq/s2560/Foto%20portada%20libro%20Sagitario%20Films.webp" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2560" data-original-width="1754" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQutTOEqVoe57hRLri0Slc0iBZaIUPOybM8QkPNcKTwrZDwO5gL1381OrjCLDKbPmz31Fqj5Qk3OJvW6SciTfNrXlU4j2kThwwkOIxqIAbvEz6uydJ1cWXjeiN1pDDzmOciLEps4aHK_VJ6ZTJtw4IGG0NHh9tnzaRlM7ndC0A7DxJLrUNNfyKcbuq/w219-h320/Foto%20portada%20libro%20Sagitario%20Films.webp" width="219" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">Como es bien sabido, la Historia del cine español está plagada de paradojas y
contradicciones. Y no es la menor de ellas que con el dinero nazi se pagasen
una serie de películas realizadas por cineastas que no lo eran precisamente,
como Edgar Neville, Luis Escobar, Arturo Ruiz Castillo, Antonio del Amo o
Manuel Mur Oti, además de contar con el músico Jesús García Leoz o el director
de fotografía Juan Mariné, buena parte de los cuales eran de ideas republicanas
o que, al menos, no se sentían a gusto con el brutal franquismo de la posguerra.
Y junto a las obras producidas entre 1947 y 1951 por Sagitario Films, de </span><i style="font-size: 14pt;">Cuatro mujeres</i><span style="font-size: 14pt;"> a </span><i style="font-size: 14pt;">La canción de la Malibrán</i><span style="font-size: 14pt;">, pasando por </span><i style="font-size: 14pt;">El señor Esteve</i><span style="font-size: 14pt;"> o </span><i style="font-size: 14pt;">Un hombre
va por el camino</i><span style="font-size: 14pt;">, con esos marcos hitlerianos también se pagaron la distribuidora
Europa Films o los Estudios Cinearte, donde se rodaron numerosas películas de
la época.</span></div>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">A esa paradoja, a esa contradicción, dedica su libro Santiago
Aguilar, que lleva el título de la productora y el expresivo subtítulo de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Oro nazi para el cine español</i> y que ha
editado Shangrila. En la motivación del Premio Muñoz Suay correspondiente a los
volúmenes editados en 2021, otorgado por unanimidad, ya se definían sus méritos, </span><i><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">“por el rigor en la
investigación de una empresa y de un productor hasta ahora no suficientemente
estudiados y que, en cambio, son muy significativos del contexto histórico de
una época y de las relaciones entre el franquismo y la Alemania nazi”</span></i><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%;">.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;"><span style="font-size: 14pt;">Porque, como suele suceder, detrás de empresas así, existe un
personaje, en este caso llamado Johannes Bernhardt, uno de los más peculiares
productores (y ya es decir, con la fauna que ha poblado el cine español) que haya
ejercido el oficio entre nosotros. Nazi convencido, amigo personal de Hitler, o
así lo proclamaba, que negoció la ayuda militar alemana durante la Guerra
Civil, y, a cambio de la deuda generada por ella, intermedió en cuantas exportaciones
se encaminaron hacia Berlín al estallar la II Guerra Mundial. Sobre todo
respecto al wolframio que encerraban las minas gallegas y bercianas y que para
la industria armamentística resultaba imprescindible.</span></span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">En este personaje semidesconocido se centra el trabajo de
Santiago Aguilar. De Bernhardt apenas teníamos noticia más que en el Diccionario del Cine Español dirigido por José Luis Borau y, con mayor amplitud, en la exhaustiva
e imprescindible recopilación que de la producción y los productores españoles
hicieron en 2008 Esteve Riambau y Mirito Torreiro. Pero ahora, gracias al libro
premiado, conocemos mucho mejor a un tipo que parece nacido de las mejores
narraciones sobre tiempos bélicos o de guerra fría, alguien que habría merecido
en la ficción novelistas como Graham Greene o John Le Carré. Sobre él, ejerce
Santiago Aguilar esa fusión tan difícil de lograr y que sin duda es marca de la
casa, cuando trabaja en solitario y cuando lo hace con su compañero Felipe
Cabrerizo: una simbiosis enormemente difícil, pero que resulta sencilla para el
lector (igual que sucede con toda obra de valía), entre la documentación
rigurosa y analítica y la amenidad a la hora de desarrollarla en un relato que
siempre acaba siendo apasionante.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 115%;">En su búsqueda, Santiago Aguilar ha acudido a decenas de
fuentes documentales, entre ellas norteamericanas y alemanas, además de, lógicamente,
las españolas. Sabido es hasta qué punto nuestro país se convirtió en refugio
de nazis que habían perdido la guerra y que escapaban de la represión aliada. Y
que posteriormente muchos se encaminaron hacia diversas naciones latinoamericanas,
de manera fundamental Argentina, entre ellos el propio Berhardt, que cruzó el
Atlántico en 1951 con su mujer, nacida en ese país, motivado por el mal
resultado económico de varios de sus negocios y de legislaciones financieras y
políticas que iban cercándole cada vez más. Se desvanecía así la figura de un
personaje que cabe imaginar salido de las sombras y las cloacas como el Orson
Welles de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El tercer hombre</i>, al tiempo
que alternaba en aquellos hoteles, restaurantes y cafés madrileños (que reflejase
Pilar Miró en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Tu nombre envenena mis
sueños</i>), repletos de espías nazis y británicos en años donde España se
jugaba su futuro, sobre todo por la lucha para que los aliados acabasen con
Franco, lo que nunca sucedió sino todo lo contrario.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiiwu1Jr5YyXjH1a990lv0YXIsxlo7ZQuS8Eyzy-_7qVoBmeDPHnEbVTQ9UV-y9f0thNu1Nlcr4rDlN2QSYFlggAA1UTPZMvLYLxz3EwDonvt-02DSyagcgs5xZDpjRpwzZCr17SlTopWD-M72-paH1Sh1xc5SwthubUVf001dh56HyOEKW5-k28qQv/s624/Foto%20Santiago%20Aguilar.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="385" data-original-width="624" height="197" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiiwu1Jr5YyXjH1a990lv0YXIsxlo7ZQuS8Eyzy-_7qVoBmeDPHnEbVTQ9UV-y9f0thNu1Nlcr4rDlN2QSYFlggAA1UTPZMvLYLxz3EwDonvt-02DSyagcgs5xZDpjRpwzZCr17SlTopWD-M72-paH1Sh1xc5SwthubUVf001dh56HyOEKW5-k28qQv/w320-h197/Foto%20Santiago%20Aguilar.jpg" width="320" /></a></div><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><i>Santiago Aguilar, autor del libro sobre Sagitario Films</i></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 14pt;">Enhorabuena a Santiago Aguilar por haber creado este </span><i style="font-size: 14pt;">Sagitario Films. Oro nazi para el cine
español</i><span style="font-size: 14pt;">, que recomiendo vivamente a quienes no lo hayan leído ya. La
pandemia impidió que, con toda probabilidad, el Premio Muñoz Suay fuese a parar
en 2020 a un libro tan espléndido como </span><i style="font-size: 14pt;">La
Codorniz. De la revista a la pantalla (y viceversa)</i><span style="font-size: 14pt;">, de Aguilar y Cabrerizo,
que Cátedra y Filmoteca Española habían editado. Ahora, el primero de ellos
logra con justicia este galardón de la Academia. Me temo que no va a ser el
último…</span><b style="text-align: left;"></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><p></p>Fernando Larahttp://www.blogger.com/profile/04801527155127581221noreply@blogger.com0