Ha sido la Filmoteca de la Región de Murcia la que, con
motivo de su decimoquinto aniversario, se responsabilizase de la organización
del III Encuentro de Filmotecas, donde se reunían los quince centros de este
carácter existentes en España. Una iniciativa excelente y, sobre todo, útil
porque pone en contacto cuanto se está haciendo en ellos y a quienes lo llevan
a cabo, dentro del objetivo común de preservar, recuperar y difundir el
patrimonio cinematográfico de nuestro país. Una tarea quizá todavía no
suficientemente conocida ni estimada por el conjunto de la sociedad, pero de la
máxima importancia cultural.
Por ello, hay que subrayar la relevancia de que, durante las
dos intensas jornadas del 25 y 26 de febrero, se hablara en Murcia de variados
e importantes temas: la adecuación de los archivos fílmicos a los tiempos de la
digitalización, los métodos idóneos de catalogación, la conservación de
productos alternativos como el cine familiar y de pequeño formato, la manera en
que la legislación podría apoyar eficazmente al patrimonio audiovisual, el
incremento de las actuales relaciones entre las Filmotecas y las distribuidoras…,
además de incidir en posibles nuevos terrenos de colaboración entre cinematecas
y diversas muestras de recuperaciones y restauraciones efectuadas por ellas en
los últimos meses. Un programa amplio, bien estructurado y que desarrollaron
con precisión (hasta donde el tiempo lo permitía) los numerosos representantes
de los quince centros antes mencionados, comenzando por Filmoteca Española y
con una también amplia presencia de la Valenciana.
Podría pensarse que se trata de asuntos muy especializados que
solo afectan a los técnicos que se encargan de ellos. Sería un grave error,
igual que si se refiriera a la literatura, la pintura o la música. La sociedad,
en su conjunto, debe implicarse en que aquello que se ha creado en imágenes
desde que el cine llegara a España en 1896 se conserve, se estudie y se muestre
lo máximo posible, partiendo de la base de que ya mucho ha desaparecido por el
camino, sobre todo de nuestro cine mudo. Hay que esforzarse entre todos para
respaldar la labor de unos profesionales que, más allá de desempeñar un puesto
de trabajo, siempre me han parecido –y también en Murcia– auténticos
vocacionales de su labor, luchando habitualmente con escasos recursos
económicos para intentar llevarla a cabo de manera idónea. Y que hoy se plantean
con seriedad y eficacia cómo abordar los actuales desafíos en dominios
tecnológicos, de derechos de autor, normativas comunitarias o relaciones con
los espectadores.
Fachada de la Filmoteca de la Región de Murcia
Lógicamente, el III Encuentro de Filmotecas no ha dado
respuesta a todo ello. Pero ha servido para ponerlo encima de la mesa, para
saber cómo abordar una serie de cuestiones que en Murcia han vislumbrado su
cauce.
(Publicado en "Turia" de Valencia, marzo de 2019).
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