Dice el ministro Wert, en una entrevista publicada por “El
País”, que la mitad de las películas españolas producidas cada año no se
estrenan, que eso “es muy penoso” y que “subvencionar una película que no se estrena es tirar el dinero”, de lo que deduce la necesidad
de cambiar el sistema de ayudas estatales al cine. Pero todo ello no responde a
la realidad. Vayamos por partes: el porcentaje de películas inestrenadas es muy
inferior, y entre ellas la mayoría pertenecen al terreno del documental, que
está destinado preferentemente a su difusión televisiva. Por otro lado, una
película que no se estrena no recibe subvención alguna, salvo que haya tenido una
Ayuda sobre Proyecto, que son las menos y muchas veces ni siquiera llegan a
rodarse, teniendo entonces que devolver el dinero. El ministro parece ignorar
–como tantas otras cosas- que las subvenciones a la amortización, que son las
más cuantiosas y a las que sin duda se refiere, solo empiezan a funcionar a
partir del primer euro que se recaude en taquilla, ya sea a través del 15% de
la amortización general o del complicado sistema de puntos establecido por la
malhadada Orden Ministerial de 2009 que, en múltiples aspectos, contradice la
Ley del Cine de dos años antes. Dicho de otra forma aún más clara: si una
película no llega a ser exhibida, no recibe nada de la subvención teóricamente
prevista para ella.
A estas alturas, lo que más me sorprende no es ya tanto el
desconocimiento de un ministro que, en la entrevista citada, demostraba que ser
“más ministro de Cultura que de Educación a partir de las ocho de la
tarde” no le llega para conocer el campo que administra, como que nadie de
la industria del cine español haya salido a la palestra para contradecirle en
algo tan elemental como lo que figura en el párrafo anterior. Lo único que se
rectificaba al día siguiente era una cita inadecuada de Amanece que no es poco,
que Wert utilizaba para ningunear a Gérard Mortier, el director del Teatro
Real… La verdad es que eran unas declaraciones que no tenían desperdicio y que
no entiendo cómo no han levantado en armas al sector cultural, incluido el
cine, aunque hayan motivado que Manuel Rodríguez Rivero, también en “El País”,
le haya caracterizado como “la caricatura
de un ministro de Cultura dibujada por quien no concede mucho crédito al
asunto”.
Insisto en que me extraña enormemente la falta de reacción de
nuestros prohombres del mundo cinematográfico ante la ignorancia de todo un
ministro y el hecho de que eso le sirva para denostar un sistema de ayudas públicas
que, pese a sus defectos e imperfecciones, ha sostenido el equilibrio de la
industria durante las últimas décadas y ha posibilitado la existencia de un buen
número de obras de gran valía. Claro que, para la mayoría de los académicos del
ramo, con estrenar cuatro películas al año ya sería suficiente… Y así el ministro
Wert estaría tan contento.
Publicado en "Turia" de Valencia
Enero 2013
Publicado en "Turia" de Valencia
Enero 2013
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