Mi anterior artículo en esta sección, antes de Fallas y
Semana Santa, era sobre un importante libro: El lápiz y la cámara, de Jaime Rosales. Ahora les voy a hablar de
otro muy diferente, pero igualmente recomendable: Cine y renovación estética en la vanguardia española, del profesor
de la Universidad Complutense Alfonso Puyal, recién publicado por la editorial
sevillana Renacimiento. Se trata de una Antología crítica que, a través de 236
documentos de toda una pléyade de autores, recoge la influencia que los
movimientos de vanguardia surgidos entre 1920 y 1936 ejercieron sobre el cine
en nuestro país. Y viceversa, hasta qué punto la existencia del nuevo arte
gravitó sobre todas las demás, en una etapa especialmente fructífera para ellas
en España, conocida como la Edad de Plata y que vino marcada por el nacimiento
y auge de la Generación del 27.
Estamos ante una recopilación del máximo interés, siendo la
primera que con carácter metódico y ordenado se realiza entre nosotros. Gracias
a ella, podemos seguir –en palabras de su autor– “la transformación sufrida por la vanguardia en su vinculación con el
cine, desde el ejercicio lúdico y experimental hasta la implicación de sus
integrantes en los movimientos sociales”. En definitiva, el volumen logra “responder a la pregunta de en qué modo la
vanguardia española contribuyó a la cultura del cine” y entender cómo “el medio formó parte de la renovación
intelectual y artística de este período tan fecundo”. Una vanguardia
nacional, todo hay que decirlo, que en buena parte fue a remolque de lo que
germinaba fuera de nuestras fronteras, especialmente en Francia.
Así, asistimos desde la hostilidad de un Antonio Machado
contra el cine, hasta el entusiasmo que despertó en poetas y dramaturgos como
Lorca (quien, en 1929 y desde Nueva York, confiesa estarse pensando “hacer cine hablado”) o Alberti, que en su La arboleda perdida realza que “el
cine, entre otros inventos de la vida moderna, era lo que más me arrebataba,
sintiendo que con él había nacido algo que traía una nueva visión”, entre
otros muchísimos ejemplos. Y donde no falta la exaltación sin límites de la
poetisa y pedagoga Carmen Conde, expresada en un artículo de 1931 publicado en
Valencia por Cuadernos de Cultura, para
la que “el cine es la conquista de más
importancia realizada por el hombre. Nada tan hermoso, tan plástico, tan vivo,
tan modelador”…
"Un perro andaluz", de Luis Buñuel (1929)
Dividido en quince apartados a lo largo de trescientas
páginas, cada uno de ellos cuenta con una sintética y pertinente presentación
de Alfonso Puyal, lo que hace de Cine y
renovación estética en la vanguardia española un libro no solo de consulta
para lectores previamente interesados, sino también de introducción a una etapa
fundamental de la cultura española.
(Publicado en "Turia" de Valencia, abril de 2018).
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