Estamos trabajando. Es la mejor noticia que podemos dar: que
se está trabajando viva y continuadamente en el Proyecto “Cine y Educación”
emprendido por la Academia. Como saben, todo empezó con el número de nuestra
revista de mayo/junio, a lo que siguió una Jornada enormemente fructífera el 11
de ese primer mes, a la que asistieron personas vinculadas a numerosas
iniciativas que funcionan en este terreno dentro de casi todo el territorio
español. De ahí surgió una “hoja de ruta”, un “plan de acción” que comenzó a
aplicarse inmediatamente, cumpliendo así uno de los principales objetivos
marcados en el programa del actual equipo directivo de la Academia, después de que
los intentos de dirigentes anteriores no llegaran a plasmarse en realidades.
Ante todo, había que dar continuidad al Proyecto. De ahí que
se conformase un Grupo de Trabajo que asumiera la responsabilidad de ese
seguimiento, y que componen actualmente representantes de la Universidad de
Valladolid, la ECAM, EGEDA, los Programas “Un Día de Cine” del Gobierno de
Aragón y “Más Cine”, la Unión de Cineastas y la Federación de Distribuidores,
con Mercedes Ruiz y quien firma este texto como coordinadores, además de Marta
Tarín por parte del personal de la Academia, y –por supuesto– con el respaldo
de su Presidencia y de su Director General, Joan Álvarez. Una adscripción al
Grupo de una creciente decena de “voluntarios”, al que deseamos sumar
próximamente al ICAA, Instituto con el que hemos estado en contacto de manera
constante.
A lo largo de estos meses, en una sucesión de largos y
nutridos encuentros, nos hemos ido reuniendo con buena parte de los sectores
cinematográficos y educativos, incluyendo Filmotecas y Escuelas de Cine o entidades
decisivas como la Federación Española de Municipios y Provincias y responsables
de valiosas iniciativas particulares en el campo específico que nos ocupa. Pero
no reuniones para “quedar para otra reunión”, como sucede tan a menudo, sino
muy operativas y con cuestiones concretas que solventar. Y hemos de decir, con
rotundidad, que hemos hallado el consenso: todos y cada uno de los
participantes en esas citas han estado plenamente de acuerdo en que la
implantación de la enseñanza audiovisual en los diversos niveles escolares supone,
a estas alturas, una urgente e imperiosa necesidad. Ni uno solo de los
convocados ha manifestado su oposición o sus reticencias sobre tal idea.
Hablando cada uno desde los lícitos intereses de su sector, pero con una
disposición unánime de llegar a ese consenso.
¿Cuál es nuestro objetivo? Elaborar un “Documento-Marco” (cuyo
esquema inicial ya está redactado) que la Academia presente a las autoridades
educativas de ámbito estatal y autonómico para sentar las bases de esa
“alfabetización audiovisual” que se nos reclama desde la Unión Europea y que
otros países de nuestro entorno llevan años practicando. No se trata de contentarse
con un par de folios plagados de buenas palabras, sino de un verdadero proyecto
susceptible de ser llevado a la práctica por aquellos a quienes corresponde. No
por la Academia, no se halla entre sus finalidades gestionar un determinado
plan educativo, sino por los que detentan el poder de hacerlo, como podría ser
el propio Gobierno con su “Plan Cultura 2020”.
Un estudio sobre la legislación y las prácticas existentes en
las diversas Comunidades Autónomas, así como un doble listado de películas
españolas recomendables, uno por según a qué edades vayan dirigidas, y otro con
los films “clásicos”, “indiscutibles” de la Historia de nuestro cine hasta el
año 2000, formarán también parte de ese Documento Marco. Donde igualmente
quedará constancia de las diversas iniciativas que, de manera particular, han
venido funcionando positivamente hasta ahora (y que deben mantenerse y
potenciarse), junto a posibles acciones paralelas al deseado Plan Educativo.
Lo dicho. Estamos trabajando.
Fernando Lara, Coordinador del Proyecto “Cine y
Educación”
(Publicado en la revista "Academia" nº 228, noviembre-diciembre de 2017).
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