Lo largo y lo corto


El alto nivel de la Sección Oficial del 11 Festival de Cine Europeo de Sevilla quedó reflejado en un palmarés coherente y equilibrado, en el que los principales premios fueron para la sueca Turist, de Ruben Östlund; la británica Mr.Turner, de Mike Leigh; la israelí The Kindergarten Teacher, de Nadav Lapid; la italiana Le meraviglie, de Alice Rohrwacher, y la rusa Leviathan, de Andrei Zvyagintsev. Pero no me voy a referir a ellas, porque en los próximos meses irán teniendo su estreno comercial y la Turia les dedicará sus correspondientes reseñas críticas, por lo que les quedarán a ustedes más cercanas. Valga con decir por ahora que todas son muy recomendables.

Me centraré, por tanto, en dos títulos que no estaban en competición y que, curiosamente, eran los de mayor metraje del certamen: Heimat, la otra tierra, de Edgar Reitz, y National Gallery, documental de Frederick Wiseman. Casi cuatro horas y tres horas duran, respectivamente, y entre sus múltiples virtudes, poseen la de poner en cuestión la duración real o subjetiva de una obra cinematográfica: pese a tal duración ambas se hacían cortas, mientras que un cortometraje de diez minutos se puede convertir en algo muy largo… El tiempo sobre la pantalla resulta un concepto muy flexible y lo que importa de verdad no es el dato de los minutos consumidos, sino la adecuación entre las necesidades de lo que se cuenta y su desarrollo en imágenes.

"Heimat, la otra tierra", de Edgar Reitz

Heimat, la otra tierra continúa la saga más amplia de la historia del cine, la que Edgar Reitz comenzase con sus 15 horas y 24 minutos en 1984 (ese mismo año se presentaba íntegra en España dentro del Festival de Valladolid) y que ha proseguido a través de cuatro entregas más de similares características. La última, en vez de continuar esa saga, la precede; se trata de una “precuela” que se sitúa en 1840, con la emigración hacia América –y más concretamente, Brasil– en primer término. Mientras que el relato inicial arrancaba en 1919, centrándose siempre en la familia Simon, que habita en un pueblecito de la región agrícola del Hunsrück, en Renania. Y será a través de los avatares de ese amplio núcleo familiar como iremos recorriendo la historia personal y colectiva de Alemania, en un recorrido que no tiene parangón en cualquier otra cinematografía.

"National Gallery", de Frederick Wiseman

Por su parte, National Gallery supone otra incursión del maestro Frederick Wiseman en una institución cultural de máximo nivel, en este caso el célebre museo londinense. Desde las reuniones de su patronato y su equipo directivo hasta las tareas de difusión de las obras artísticas que realiza su equipo de expertos, pasando por las labores de restauración de cuadros o de preparación de exposiciones, asistimos a una verdadera radiografía de la National Gallery para conocerla mejor que si fuéramos allí una y otra vez. Y solo en tres horas...

(Publicado en "Turia" de Valencia, noviembre de 2014).



No hay comentarios:

Publicar un comentario