Netflix desembarca en La Croisette


El gran debate de Cannes este año comenzaba semanas antes de celebrarse: Netflix, la todopoderosa plataforma de internet, con más de cien millones de suscriptores en casi doscientos países, anunciaba que dos películas que había producido y estaban seleccionadas para la Sección Oficial del Festival no se estrenarían –salvo alguna pequeña excepción para ciertos países– en salas cinematográficas, sino directa y exclusivamente en los equipos de dichos suscriptores. La organización del certamen, presionada por la muy influyente Federación de Cines francesa, estuvo a punto entonces de retirarlas de la programación, pero, dada la cercanía con las fechas del Festival, decidió mantenerlas. Adoptando, sin embargo, una medida cara al futuro: desde el año próximo, toda película que compita en Cannes habrá de tener asegurada su distribución en salas del país vecino… En el fondo, una nueva muestra de la batalla entre la exhibición tradicional y la propiciada por la tecnología y hábitos actuales de los espectadores.

 "Okja", de Bong Joon Ho

La primera de esas dos películas plenamente financiadas por Netflix, ‘Okja’, del prestigioso director coreano Bong Joon Ho, se acaba de presentar en el Festival. Y lo primero que hay que decir es que tampoco se perdía demasiado si no lo hubiera hecho. Porque se trata de una fábula bastante tontorrona sobre un cerdo de enorme tamaño (que da nombre al film) al que cuida amorosamente una niña campesina y que le es arrebatado por una despiadada empresa cárnica que presume, por el contrario, de respeto a la ecología y la sana alimentación. Ideal para vegetarianos en pie de guerra, ‘Okja’ solo destaca por la perfección en la creación visual de ese cerdo y de muchos otros de sus congéneres. Paro la elementalidad de la propuesta, su carácter ternurista y casi infantil, le aleja de la necesaria entidad para estar en toda una Sección Oficial. Esperemos que el segundo título que se presenta bajo la bandera de Netflix, ‘The Meyerowitz Stories’, de Noah Baumbach, responda mejor a las expectativas.

Desde luego, tampoco lo ha hecho –excepto para quienes ya se temían lo peor– la otra película a concurso, la húngara ‘La Luna de Júpiter’. Vencedor hace tres años del Premio de la sección paralela Un Certain Regard con ‘White Dog’, su realizador, Kornél Mundruczó, es particularmente cargante, hablo desde un punto de vista creativo. Es alguien muy pagado de sí mismo, con ínfulas de autor importante, que exhibe en cuanto puede su indudable dominio técnico para apabullar al respetable, entre otras cosas con un abuso continuo de la “steadycam” para seguir a sus personajes. Que en este caso son un emigrante ilegal que levita y vuela (como lo leen…) cada dos por tres, utilizado por un médico corrupto y enloquecido que busca ganar dinero a toda costa. En el fondo, asegura Mundruczó, hay una reivindicación del espiritualismo y una crítica a la detestable política magiar sobre la emigración hacia sus fronteras. No obstante, lo que predomina en las imágenes son esas levitaciones mesiánicas y las frases grandilocuentes.

"Visages Villages", de Agnès Varda y JR


Así las cosas, el buen cine tuvimos que encontrarlo en un modestísimo documental de la muy veterana Agnès Varda, acompañada en esta ocasión por el fotógrafo JR en ‘Visages Villages’, ofrecido fuera de concurso. Él elabora galerías de enormes imágenes de gente real que pega sobre paredes de edificios, instalaciones industriales e incluso trenes. Ella lo filma con gran sensibilidad y sentido del humor, en un recorrido por diversas regiones de Francia donde ambos se ponen en contacto con personas normales y corrientes para fotografiarlas. La hora y media que dura la película, y que termina con un frustrado encuentro con Jean-Luc Godard en su casa, supone una auténtica delicia, una “música” envolvente que, en su humildad, se opone a las truculencias estéticas de ‘Okja’ y ‘La Luna de Júpiter’. Igual que merece ensalzarse la interpretación, verdadera mímesis, de Jeanne Balibar en ‘Barbara’, biografía de la famosa cantante emprendida por Mathieu Amalric tras la cámara y que inauguraba este año Un Certain Regard.

(Publicado en "El Norte de Castilla", de Valladolid, 20 de mayo de 2017).

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