"Basado en una historia real", de Roman Polanski (fuera de concurso)
No fueron tampoco mejores los días que transcurrieron desde
la pasada crónica hasta el final de la 70 edición de Cannes. Ni Krotkaya, del ucraniano Sergei Loznitsa
(estropeada por un larguísimo y absurdo sueño que ocupa su desenlace); ni Good Time, de los estadounidenses
hermanos Safdie (ocupando el hueco que el Festival suele “reservar” a los films
de acción criminal); ni L’amant double,
del francés François Ozon (que tan buen sabor de boca dejara con su anterior Frantz); ni De la nada, del alemán Fatih Akin (muy cuestionable éticamente en
su respuesta al terrorismo neonazi); ni Nunca
estuviste realmente allí, de la escocesa Lynne Ramsay (donde solo destaca
la interpretación de Joaquin Phoenix), aumentaron el nivel de calidad de la
Sección Oficial. Tampoco Roman Polanski, que participaba fuera de concurso con
una poco original, aunque bien narrada, Basado
en una historia real, cambiaría el signo de la muestra. Con lo que se
confirmaba que Cannes 2017 ha sido un año menor dentro de la trayectoria del
certamen, recolectando una “cosecha” que no pasará precisamente a su historia.
Lo preocupante no es ese hecho en sí mismo, porque quizá se
deba a una concatenación de errados criterios seleccionadores, repartos
geográficos o de falta de coincidencia en la terminación de determinadas
películas, aspectos que se deben tener siempre en cuenta a la hora de valorar
una edición. Pero si se trata de Cannes, que puede elegir lo que desee de cuanto
se hace en el mundo del cine, la cosa resulta más preocupante. Sobre todo,
porque llegue a reflejar una situación general de crisis creativa en la
producción mundial. Los meses venideros nos darán la respuesta.
Ruben Östlund, mostrando su Palma de Oro por "The Square"
Así las cosas, y dado que no había films situados muy por
encima del resto, el Palmarés podría haber sido el que ha sido u otro
diferente. Llevado de criterios que el propio Almodóvar calificaba de “democráticos” –es decir, que no ha
habido unanimidad ni presidencialismo–, el Jurado optó por otorgar la Palma de
Oro a The Square, quinto
largometraje de Ruben Östlund, que destacase internacionalmente con Fuerza mayor, también llamada Tourist, que precisamente ganase aquí en
2014 el Premio de la sección paralela Un Certain Regard. Contra lo que se ha escrito,
no es una “comedia sofisticada” ni consiste en ironizar sobre las convenciones
del arte contemporáneo. Aunque posea ingredientes de ambos aspectos, lo que el
cineasta sueco pretende verdaderamente en The
Square es conformar un juicio moral sobre su protagonista, el prestigioso
director de un museo de esas características, sujeto a múltiples
contradicciones, dudas y falsedades a partir del momento en que le roban su
cartera y su móvil.
Film irregular, excesivo en su duración de 142 minutos, con
secuencias prescindibles o recortables como las que tienen como centro a un
gorila y a un “performer” que imita sus movimientos y gestos, The Square es siempre un film
inquietante, que crea desasosiego en el espectador. Y que ha superado en el
Palmarés al que parecía favorito, el francés 120 latidos por minuto, Gran
Premio del Jurado para la primera presencia en Cannes de Robin Campillo, que
reconstruye con estilo semidocumental la lucha de un grupo de enfermos de sida
contra las políticas gubernamentales y de los laboratorios en la década de los
90.
Joaquin Phoenix y Diane Kruger, Premios de Interpretación
Nadie se sorprendió demasiado con los premios de
interpretación para el citado Joaquin Phoenix y Diane Kruger, que lleva a sus
espaldas todo el relato de De la nada,
pese a que yo habría preferido para estos galardones al gran Dustin Hoffman de The Meyerowitz Stories y a la
fascinante Ayame Misaki de Hikari, Hacia la luz, de Naomi Kawase. Pero eso
ya son opiniones particulares, convertidas en general cuando se rechaza que El asesinato del ciervo sagrado, de
Yorgos Lanthimos, y la mencionada Nunca
estuviste realmente allí
contengan los mejores guiones de la competición, como también que hiciera falta
ese Premio 70 Aniversario para la omnipresente Nicole Kidman. En un Palmarés dentro
del que la rusa Nelyubov, Falto de amor, de Andrei Zvyagintsev debía haber estado mucho más arriba que
con un simple Premio del Jurado. Para mí, fue la obra más completa de la
Sección Oficial, como la que más me impresionó fue el espléndido documental 12 jours,
del maestro Raymond Depardon, presentado fuera de concurso.
Laura Ferrés, directora de "Los desheredados"
Una constatación para terminar: solo una participación
española en todo Cannes, la del valioso cortometraje Los desheredados, de Laura Ferrés, y premio de la Semana de la
Crítica para él. A eso se llama lograr un pleno…
(Publicado en "Turia" de Valencia, junio de 2017).
No hay comentarios:
Publicar un comentario