Ningún Festival del mundo puede reunir, como ha hecho Cannes
la jornada de celebración de su 70 Aniversario, trece laureados con la Palma de
Oro, seis Premios de Interpretación Femenina, cinco Premios de Interpretación
Masculina, diversos Presidentes del Jurado Internacional, como este año lo es
Pedro Almodóvar… La simple enumeración de tantos nombres famosos llenaría esta
crónica, pero baste decir que todos ellos y bastantes más se reunieron en la
mítica “alfombra roja” cuyos escalones dan acceso al Gran Teatro Lumière, la principal
sala del certamen, con una capacidad cercana a las dos mil quinientas butacas.
Para regocijo de fotógrafos y de “fans”, esta concentración de “estrellas” para
un mismo acto suponía el pórtico de una ceremonia de cumpleaños que, presentada
por Isabelle Huppert, repasó la historia del Festival y se autodeseó lo mejor
para el futuro, no sin tener un sentido recuerdo hacia las víctimas de
Manchester.
Pero más allá de las “estrellas”, la “alfombra roja” y el
llamado “glamour” están las películas, que deberían ser las verdaderas
protagonistas, lo que motiva y justifica el resto. Centrándonos en ellas, el
octavo día de la competición nos ha proporcionado dos títulos sólidos y bien
narrados: ‘The Beguiled’, de Sofia Coppola, y ‘Rodin’, de Jacques Doillon. El
primero es una nueva y muy fiel versión del film de 1971 con el mismo nombre
original y que en España conocimos como ‘El seductor’, con Clint Eastwood al
frente y dirección de Don Siegel. El segundo aprovecha el Centenario del
fallecimiento de Rodin, que se conmemora este año, para trazar una apreciable
biografía del escultor, firmada por un veterano Jacques Doillon que no
participaba en la Sección Oficial desde 1984, cuando el Festival ni siquiera
había llegado a sus cuatro décadas.
"The Beguiled", de Sofia Coppola
Como recordarán quienes vieron en su día ‘El seductor’, la
historia –basada en un relato del escritor sudafricano Thomas Cullinan– se
refiere a la acogida que recibe un soldado unionista, desertor y herido, en un
pensionado de jóvenes sudistas, habitado durante ese momento de la Guerra de
Secesión norteamericana por cinco de ellas y las dos dirigentes del centro. Las
tensiones eróticas que se despiertan en este núcleo femenino, superando las
diferencias ideológicas y, sobre todo, las distintas relaciones de poder que se
establecen en cada instante, componen el ajustado relato de ‘The Beguiled’. Que
Sofia Coppola aborda con eficacia y concreción (la película solo dura 94
minutos, algo ya casi inaudito), aunque se echa en falta una mayor tensión en
ese ambiente cerrado que sí hallábamos en el film de Siegel. Y, sobre todo,
contar con un actor principal que tuviera más carisma que el anodino Colin
Farrell, lejos de la fuerza que dimanaba Clint Eastwood, en lo que supone un
error de “casting” que perjudica al conjunto de la historia.
"Rodin", de Jacques Doillon
Por el contrario, Vincent Lindon (que consiguiera aquí hace
dos años el Premio al Mejor Actor por ‘La ley del mercado’) sí resulta
convincente como Auguste Rodin, tanto en su faceta creativa como en su relación
con sus diversas mujeres, especialmente con una Camille Claudel –discípula,
amante y pareja durante diez años– que luego se convirtiese en su principal
enemiga. Contemplada aquí de manera distinta a como suele hacerse, por ejemplo
en los films que Bruno Nuytten y Bruno Dumont le dedicaron en 1988 y 2013, bajo
los trazos de Isabelle Adjani y Juliette Binoche, respectivamente. Mediante un
clasicismo que no debe confundirse con academicismo, Jacques Doillon logra con
‘Rodin’ un notable trabajo.
También la jornada ofrecía, en Un Certain Regard, un clarísimo
ejemplo de cómo un mal guion, que se resuelve con un giro final inaceptable,
puede arruinar un buen tema: con el que se atreve Annarita Zambrano en ‘Dopo la
guerra’, al referirse a los antiguos “brigadistas” italianos de los años 80, su
exilio posterior en Francia, y las repercusiones de aquel terrorismo dentro de
sus familias. Pero echándolo todo a perder por esas torpes “soluciones de guion”
que, sin embargo, han superado increíblemente unos talleres especializados sobre
la materia que debían de estar pensando en otra cosa.
(Publicado en "El Norte de Castilla", de Valladolid, 25 de mayo de 2017).
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