Ruben Östlund. celebrando su Palma de Oro por "The Square"
A medida que se iba conociendo el Palmarés del 70 Festival de
Cannes, donde los premios siempre se otorgan de menor a mayor importancia,
podía deducirse que iba a surgir la sorpresa. Así ha sido, con la obtención de
la Palma de Oro (que no puede coincidir con ningún otro galardón) por parte de
‘The Square’, quinto largometraje del sueco Ruben Östlund, que ya había
obtenido en 2014 el Premio de la sección Un Certain Regard por ‘Fuerza mayor’ o
‘Tourist’. De hecho, no figuraba en ninguna de las quinielas: en la revista
‘Screen’, la crítica internacional lo había puntuado con una media de 2’7 sobre
4; y en ‘Le Film Français’, solo al comentarista de ‘Le Figaro’ le había
parecido merecedor de la más alta distinción.
Dos circunstancias curiosas se dan en el caso de ‘The
Square’. La primera, que fue un título seleccionado a ultimísima hora para la
competición, cuando el resto de sus compañeros de programa ya era público. La
segunda, que se exhibió en Cannes el mismo día, sábado 20, que se proyectaba el
film que ha quedado justo detrás de él con su Gran Premio del Jurado, ‘120
latidos por minuto’, de Robin Campillo, la que aparecía como favorita y que se
ha llevado la mayor ovación en la Gala de Clausura. Se diría que ese sábado el
Jurado presidido por Pedro Almodóvar estaba especialmente receptivo para
apreciar las buenas películas.
Robin Campillo, con su diploma de Gran Premio del Jurado por "120 latidos por minuto"
Porque tanto ‘The Square’ como ‘120 latidos por minuto’ lo
son, con temáticas tan distintas como el cuestionamiento moral de la forma de
actuar del prestigioso director de un centro de arte contemporáneo a raíz del
robo de su cartera y su teléfono móvil, y la lucha de un grupo de enfermos de
sida contra la política gubernamental y de los laboratorios en el París de los
80. Como ya abordamos ambos films en nuestra crónica del pasado domingo, nos
remitimos a ella en esta reseña de urgencia.
Porque lo que considero más significativo del Palmarés de
este año es que da paso a un cierto relevo generacional dentro del mundo del
cine. Ruben Östlund nació en 1974; Robin Campillo en 1962, pero esta es únicamente
su tercera obra; Sofia Coppola, que ha obtenido el Premio a la Mejor Dirección
por ‘The Beguiled’, en 1971; Yorgos Lantimos, cuyo guion de ‘El asesinato del
ciervo sagrado’ ha sido galardonado “ex aequo” con el de ‘Nunca estuviste
realmente allí’, de Lynne Ramsay, en 1973, mientras ella lo hacía solo cuatro
años antes… Quiero decir que, dejando totalmente fuera del Palmarés al Michel
Haneke (1942) de ‘Happy End’ o al Jacques Doillon (1944) de ‘Rodin’, parece que
el Jurado ha apostado por una generación más joven para llevar el timón del
cine actual. Baste recordar, además, que la Palma de Oro del pasado año fue
para uno de los autores más veteranos en ejercicio, el Ken Loach de ‘Yo, Daniel
Blake’…
Discutir las decisiones de un Jurado suele ser un ejercicio
estéril. Al fin y al cabo, es la opinión de un heterogéneo grupo de
profesionales respecto a la de uno mismo. Pero sí cabe decir que me alegro
profundamente que se halle en el Palmarés ‘Nelyubov’, ‘Falto de amor’, del ruso
Andrei Zviagintsev (otro nacido en los años 60), para mí la película más
completa de la Sección Oficial dentro de un Cannes que no quedará en la memoria
por su nivel de calidad. En el capítulo interpretativo, esperables eran los
premios a Joaquin Phoenix por ‘Nunca estuviste realmente allí’ –lo dijimos ayer
mismo– y a Diane Kruger por ‘De la nada’, con el “estrambote” del Especial 70
Aniversario a Nicole Kidman por su presencia en nada menos que cuatro títulos
de la Selección Oficial. Mientras que el más rechazable es el compartido, y ya
mencionado, al Mejor Guion. Refiriéndose a premios, hay que subrayar el logrado
en la Semana de la Crítica por la catalana Laura Ferrés por su notable corto
documental ‘Los desheredados’, única representación española en el certamen.
Permítaseme un párrafo final de homenaje a quien durante
muchos años me acompañó en Cannes con el fin de seleccionar películas para el
Festival de Valladolid: Juan Antonio Pérez Millán, fallecido hace solo unas
semanas y de recuerdo imborrable.
Hasta Cannes 2018.
(Publicado en "El Norte de Castilla", de Valladolid, 29 de mayo de 2017).
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