A pocas horas de conocerse el palmarés del 66 Festival de
Cannes, tres son las películas que aparecen como claras favoritas: por encima
de todas, ‘La vie d’Adèle’, de Abdellatif Kechiche, seguida por ‘Inside Llewyn
Davis’, de los hermanos Cohen, y ‘A Touch of Sin’, de Jia Zhangke. También
cuentan con opciones ‘La grande bellezza’, de Paolo Sorrentino, ‘Like Father,
Like Son’, de Hirokazu Kore-Eda, y ‘Le passé’, de Asghar Farhadi. Que entre los
veinte títulos que componían la Competición Oficial, haya seis con aspiraciones
a la Palma de Oro, ya señala que el nivel medio de esta edición ha sido alto,
aunque solo ‘La vie d’Adèle’ posee esas características especiales que hicieron
que la denomináramos como “la película del Festival”. Opinión refrendada por la
inmensa mayoría de la crítica, como lo demuestra que –en lo que constituye un
récord histórico– de los quince comentaristas consultados por la revista
profesional “Le Film Français”, doce de ellos la hayan situado al máximo nivel.
Solo ha tenido la postura negativa del muy conservador “Le Figaro”, sin duda
por una cuestión de reserva moral ante la explicitud de sus escenas lésbicas.
De cualquier forma, en todo festival cada cual tiene su
palmarés y los integrantes del Jurado Internacional no van a ser menos. Es de
dominio público que se halla presidido por Steven Spielberg –pocas veces un
presidente del Jurado ha sido tan aclamado en la alfombra roja–, pero no se ha
divulgado tanto el resto de su composición, perfectamente equilibrada entre
cuatro cineastas (Naomi Kawase, Ang Lee, Cristian Mungiu, Lynne Ramsay) y
cuatro intérpretes (Daniel Auteuil, Vidya Balan, Nicole Kidman, Christopher
Waltz), balanza que Spielberg lleva al lado de los directores. ¿Cuáles serán
sus opciones? Ejemplos hay a decenas con palmarés totalmente inesperados, e
incluso disparatados, que dejan en evidencia a cuantas “quinielas” se hubieran
podido elaborar.
Previamente a este día de decisiones, cerraban la Competición
Oficial ‘La Vénus à la fourrure’, de Roman Polanski, y ‘Only Lovers Left
Alive’, de Jim Jarmusch, dos nombres de peso que, sin embargo, no parecen
entrar en esas “quinielas” citadas. Lo merecería más Jarmusch, al narrar la muy
especial historia de dos amantes que viven por encima de los tiempos, dada su
exclusiva condición de vampiros… Considerando como “zombies” a todos cuantos no
son como ellos y bajo los significativos nombres de Adán y Eva, su existencia
transcurre a lo largo de diversas etapas históricas, que han de transitar
marcados por su imperiosa necesidad de sangre humana. Pero no se crea por ello
que ‘Only Lovers Left Alive’ sea una película efectista ni llena de efectos
“gore”. Al contrario, donde Jarmusch muestra su máximo nivel (que parecía
totalmente perdido en su anterior trabajo, ‘Los límites del control’) es en los
paseos en coche de la pareja por un Detroit solitario y decadente o en la
descripción de un mundo crepuscular, sobre todo el de él, cerrado sobre sí
mismo y su música, obsesión que el protagonista comparte con el propio Jarmusch.
Salvo el fallido personaje de la hermana de Eva y un final que no se halla a la
altura de la propuesta global del film, este va más allá de un simple
“divertimento” de autor y cabe ser interpretado como una sugerente metáfora
sobre la droga.
Por el contrario, Polanski no arriesga demasiado al adaptar
la obra teatral de Davis Ives que, a su vez, se basa en la famosa novela “La
Venus de las pieles” de Sacher-Masoch, la biblia del sadomasoquismo. El único
escenario de un teatro vacío, solo los personajes del director de la pieza y
una actriz que aspira a ser su protagonista, mantenimiento de las tres unidades
de acción, espacio y tiempo, juego con las relaciones de poder… Polanski ya ha
hecho cosas similares, hace tiempo con ‘La muerte y la doncella’ o muy
recientemente con ‘Un dios salvaje’, su película anterior. Sin duda lo hace
bien, con una planificación inteligente y fluida, con un dominio del “crescendo
dramático”, con habilidad al dosificar en él momentos de humor. Pero todo ello
ya lo sabíamos, esta revisión de la ‘Venus de las pieles’ no nos ofrece apenas
nada que no suene a previsible.
Mientras Cannes se va apagando, Francia llora la muerte de
Georges Moustaki –que será enterrado en el cementerio parisino de Père Lachaise
el próximo lunes–, como suele hacerlo cuando pierde a uno de sus grandes
artistas.
Publicado en "El Norte de Castilla", de Valladolid, 26 de mayo de 2013
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