El Jurado Internacional de la 68 edición del Festival de Cannes
El Jurado del Festival de Cannes le ha echado un capote en
toda regla a la organización del certamen. Si algo se había criticado durante
estos doce días era el exceso de películas francesas en la Competición Oficial
(cinco sobre diecinueve) y, sobre todo, el nivel de calidad de las mismas. Se
trataba de una apuesta personal del director del Festival, Thierry Frémaux,
considerada generalmente como un caso de chovinismo. Pues bien, el Jurado que
han presidido los hermanos Coen, y formado otros siete integrantes más, entre
ellos Sophie Marceau, Rossy de Palma, Guillermo del Toro, Xavier Dolan y Jake
Gyllenhaal, ha demostrado su apoyo a Frémaux y su agradecimiento por la
hospitalidad. Solo así se explica que tres de estos films galos figuren en el
Palmarés: ‘Dheepan’ nada menos que con la Palma de Oro, Emmanuelle Bercot como
Mejor Actriz “ex aquo” por ‘Mon roi’ y Vincent Lindon como Mejor Actor por ‘La
ley del mercado’, el único galardón justo. Todos han venido haciendo
declaraciones, especialmente los Coen, sobre lo muchísimo que sus carreras deben
a Cannes; su agradecimiento ha quedado bien patente.
Jacques Audiard, tras recibir la Palma de Oro por "Dheepan"
Creo que nadie, ni siquiera la crítica francesa que había
puntuado bastante bajo a ‘Dheepan’ –nombre del protagonista del film– podía
imaginar que fuera a llevarse la Palma. Como dijimos en nuestra crónica, se
trata de una película interesante en su planteamiento de la violencia dentro de
una comunidad cerrada (tema muy querido por Jacques Audiard, su director, como
demostrase con mucho más acierto en ‘Un profeta’), pero había pasado sin mayor
gloria por el certamen. Su relato de una falsa familia creada para escapar de
la situación en Sri Lanka y exiliada en París, dentro de una conflictiva
comunidad vecinal, me parece que solo había impresionado a Carlos Boyero, y lo
digo en honor a su perspicacia. Pero ni por asomo figuraba en las quinielas de
la mayoría de los asistentes al Festival, que se inclinaban por otros títulos,
claramente ninguneados, como quedó claro en la sala de Prensa, con notorios
abucheos a la Palma de Oro para ‘Dheepan’.
Es el caso de, sobre todo, ‘Mia madre’, de Nanni Moretti, y ‘Youth’,
de Paolo Sorrentino, las dos grandes perdedoras de esta edición. Quizá el que
no hubiera ningún italiano en el Jurado Internacional les haya dejado sin la
necesaria defensa, pero es injusto que se vayan de vacío, y esa total ausencia
de reconocimiento a la triple representación italiana (el restante film, ‘El
cuento de los cuentos’, no lo merecía) suena casi a
desprecio. Como también el ejercido contra la excelente ‘Carol’, de Todd
Haynes, solo valorada por la interpretación de Rooney Mara como la otra Mejor
Actriz “ex aequo”, cuando en realidad ella siempre está en función del trabajo
de Cate Blanchett, a la que el Palmarés ignora plenamente.
Desde mi punto de vista, el galardón más merecido es el del
Gran Premio del Jurado, el segundo en importancia, para la húngara ‘El hijo de
Saúl’, de Lászlo Némes, que quedará como el gran descubrimiento del certamen
por su manera tan impactante de tratar el Holocausto a través de la figura de
un miembro de los “Sonderkommando”, los judíos colaboracionistas con el terror
nazi (también ‘El hijo de Saúl’ ha conseguido el Premio de la Crítica
Internacional, FIPRESCI). Por el lado opuesto, el de destacar una amplia e
importante carrera dentro del cine oriental, cabe entender que se valore al
taiwanés Hou Hsiao-Hsien como el Mejor Director de la competición por ‘La
asesina’, aunque su muy refinada estética, su bello formalismo, no se
corresponda precisamente con la claridad narrativa, al menos para quienes no
estamos familiarizados con las vicisitudes de la China medieval.
Al premiar al mexicano Michel Franco por su guion de
‘Chronic’, creo que se habrá querido subrayar la contención y sentido humano
que muestra al tratar un tema propicio a la desmesura, como el de unos pacientes
al borde de la muerte a quienes ayuda un cuidador extremadamente solicito y
cariñoso con los enfermos, muy bien interpretado por Tim Roth. Mientras que
considero excesiva recompensa la lograda por ‘The Lobster’ (‘La langosta’),
donde el deseo de originalidad por parte del griego Yorgos Lanthimos se nota en
exceso dentro de una película que se quiebra por su mitad, con dos partes
demasiado diferenciadas entre el hotel donde se trata de “recuperar” a las
personas solteras, que si no emparejan son transformadas en animales, y la
intensa historia de amor que surge entre dos resistentes a tan absurda
imposición.
César Augusto Acevedo, con su Cámara de Oro por "La tierra y la sombra"
Citamos en una anterior crónica la resonancia que habían alcanzado
dos títulos latinoamericanos en la Semana de la Crítica: el argentino ‘Paulina’
(o ‘La patota’), de Santiago Mitre, y ‘La tierra y la sombra’, del colombiano
César Augusto Acevedo, ambos presentados en la Semana de la Crítica. Pues bien,
alegra señalar que ambos se han visto recompensados; el primero, por la FIPRESCI
en su galardón para las sesiones paralelas; y el segundo –apoyado por el
Programa Ibermedia–, además de en la propia Semana, como ya anunciamos, con la
importante Cámara de Oro, destinada a primeros largometrajes, cuyo Jurado ha
valorado la sensibilidad del relato, solo lastrada por un cierto hieratismo en
la puesta en escena. Nada en cambio ha habido para ‘Un día perfecto’, de
Fernando León de Aranoa, único largometraje que había dentro de la escasísima
representación española en el Festival. Aunque alegrémonos un poco porque
‘Víctor XX’, práctica realizada en la Escuela de Cine catalana (ESCAC) por Ian
Garrido, haya logrado un tercer premio ex aequo en la selección de la
Cinéfondation.
El Cannes de 2015 se ha terminado. Nos vemos en la Semana de
Cine de Valladolid. No falten al aniversario de su 60 edición.
(Publicado en "El Norte de Castilla", de Valladolid, 25 de mayo de 2015).
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