Cada día, cuando me enfrento a la hoja todavía en blanco de
esta crónica, me pregunto qué es lo que más les puede interesar a sus posibles
lectores. Buena parte de las veces, uno tiende a abandonarse a la inercia de
considerar los films de la Sección Oficial como los más relevantes y de los que
debe hablarse. Pero al menos en dos o tres ocasiones de unas crónicas para ‘El
Norte de Castilla’ que ya llegan a la década, prefiero escribir de títulos que
se hallan casi escondidos en las secciones paralelas de Cannes y opto por
referirme a ellos. Es el caso del texto que hoy les propongo.
Porque mejor que detenerme en el manierismo decorativo y cada
vez más sinsubstancia del Wes Anderson de ‘The French Dispatch’ o del caótico
mosaico de la actual vida rusa que ofrece Kirill Serebrennikov en ‘La fiebre de
Petrov’, prefiero abordar otras obras de mayor enjundia aunque no estén en la
Competición oficial. Por encima de todos, el documental de montaje ‘Babi Yar.
Context’, del maestro de este tipo de cine, Sergei Loznitsa, a quien se deben
otros anteriores sobre los procesos estalinistas o la muerte del propio Stalin.
Manejando únicamente material de archivo, sin voz en “off” o entrevistas, solo
unos textos informativos y una preciosa página de Vassili Grossman, el film nos
introduce en la terrible matanza cometida por los nazis el 29 y 30 de
septiembre de 1941, cuando asesinaron a 33.771 judíos ucranianos en la enorme
hondonada de Babi Yar, cerca de Kiev.
Pero, atinadamente, Loznitsa pone como subtítulo ‘Contexto’,
porque de aquella masacre no existen imágenes, solo unas fotos del día
posterior con las montañas de ropas y pertenencias de las víctimas. Su acierto estriba
en situar tal barbarie en una circunstancia donde la ocupación de las tropas
nazis fue recibida por muchos ucranianos con mayor entusiasmo que la liberación
a cargo de las soviéticas. Donde el odio antisemita se multiplicó por mil entre
quienes apoyaban que los soldados hitlerianos quemasen, y filmasen, poblados
campesinos. Donde, una vez que Alemania capituló, asistimos al ahorcamiento
colectivo de vencidos alemanes mediante un simple acelerón de la camioneta que
los conducía al patíbulo…
Todo eso se halla en este impresionante documental, que
espero que Tiempo de Historia, en la Semana de Cine de Valladolid, acoja y
destaque en su programa. Igual que a ‘¿Dónde está Anna Frank?’, película de
animación también referida a aquellos tiempos tan oscuros, donde el israelí Ari
Folman a través del personaje de Kitty, la amiga imaginaria a quien escribía
Anne su Diario, efectúa un poderoso puente temporal entre la represión nazi y
el trato que hoy sufren unos emigrantes desprovistos de sus derechos.
Otro documental, en este caso no de la Selección Oficial sino
de la Quincena de Realizadores, ha despertado entusiasmo: ‘Retour à Reims.
Fragments’, de Jean-Gabriel Périot, que supone una auténtica síntesis de la
clase obrera francesa en el siglo XX. Aunque no crean que por ir por esa línea
documental se tiene asegurado el éxito. Véase, si no, ‘Jane par Charlotte’,
donde lo único que logra Charlotte Gainsbourg al filmar (con suma torpeza) hora
y media a Jane Birkin, es dejar patente que su señora madre no tiene nada interesante
que decir después de tantos años de prolija y mediática vida…
Para terminar, ficción. Sobre cómo puede cambiar la visión que
tenemos de nuestros semejantes podemos referirnos a ‘Compartimento 6’, del
finlandés Juho Kuosmanen, que ha subido a la Competición oficial desde la
sección Un Certain Regard que ganó hace cinco años con ‘Olli Mäki’. Una
simpática película que ejemplifica el principio esencial de los buenos viajeros
de que “lo que importa es el camino, no el llegar al destino”. Su protagonista,
Laura, estudiante de Arqueología en la Universidad de Moscú, va en busca de los
petroglifos existentes en Murmansk, al norte de Rusia. Pero lo realmente significativo
es cuanto le sucede a ella en su interior mientras va en un tren de recorrido
infinito, y las variaciones que de ese viaje se derivan.
Y desde Finlandia a la también escandinava Islandia. Si desean
saber cómo un matrimonio de granjeros tiene un hijo más que peculiar, pero
cuyas características me niego a descubrir, vean en cuanto puedan la estupenda
‘Lamb’, ópera prima de Valdimar Johannsón aclamada en Un Certain Regard.
(Publicado en "El Norte de Castilla", de Valladolid, 14 de julio de 2021).
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